Con sólo 14 años Amaya del Milagro Simón Salaverón crece superando obstáculos y las limitaciones en su movilidad que le significaron la mielomeningocele que le detectaron poco antes de nacer. Llegó a los Juegos Evita y al no poder competir se propuso volver, y lo hizo este año a través de la natación, que aprendió en un año y conquistó seis medallas.
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Con sólo 14 años Amaya del Milagro Simón Salaverón crece superando obstáculos y las limitaciones en su movilidad que le significaron la mielomeningocele que le detectaron poco antes de nacer. Llegó a los Juegos Evita y al no poder competir se propuso volver, y lo hizo este año a través de la natación, que aprendió en un año y conquistó seis medallas.
Pese a las expectativas que tenía, en 2022 la adolescente vio frustrada la posibilidad de competir en los Juegos Evita ya que, si bien participó en bochas, no pudo competir porque no tenía contrincante en su misma condición. La experiencia no la desalentó, por el contrario se fijó nuevos objetivos, ansiaba hacerlo desde la natación, por lo que comenzó a aprender con tal perseverancia que pudo volver a intentar con esta disciplina en Mar del Plata y se trajo varias medallas, probándose a sí misma que podía.
Ése fue el reflejo de la fortaleza con la que la joven encaró su vida. Ella nació con mielomeningocele, una forma grave de espina bífida que genera que haya unos cortes del sistema central nervioso en su columna vertebral. "Al cortarse esos cablecitos, no le llega información a varios sectores de su parte baja, entre ellos pies, pantorrillas, vejiga, control de esfínteres, los tiene limitados por su misma patología", precisó al respectos su padre, José Simón.
SEIS MEDALLAS | AMAYA EN MAR DEL PLATA MOSTRANDO LAS PRESEAS.
Recordó que la niña nació también con hidrocefalia, la que afortunadamente se resolvió luego de un año de seguimiento y no fue necesario ponerle válvulas. "Ella vino superando todo. El día que nació nos dijeron que había que esperar ocho horas hasta que la operen, luego la cirugía; cuando superamos eso nos dijeron que debíamos esperar diez días, luego otros treinta a que salga de la incubadora. Cuando cumplió los diez años nos dieron el alta de la hidrocefalia", relató.
Para su padre, la joven no encontraba la manera de incluirse y al llegar a los Juegos Evita en 2022, al no poder clasificar fijó la mirada en natación, se lo propuso y no flaqueó, entrenaba luego de la escuela y sin almorzar, para llegar con todas las actividades.
"Empezó natación apenas volvió, fue aprendiendo y recién este año logró las coordinaciones correctas de respiración, de tiempos para sacar la cabecita del agua, y las técnicas. De Mar del Plata se trajo seis medallas. Nos sorprendió y nos dio una grata felicidad el hecho de que haya logrado un sueño como el que ella tenía", destacó Simón. La joven viajó este año a los Juegos Evita en Mar del Plata, acompañada de su madre Adela Fernanda Salaverón.
BIENVENIDA | SU FAMILIA LA RECIBIÓ AL REGRESAR DE LOS JUEGOS EVITA
Con sus catorce años Amaya obtuvo seis medallas por su desempeño, dos de oro y cuatro de plata en distintas especialidades de natación, cross, pecho, espalda e incluso algunas en equipo de postas. "Para ella ha sido muy positivo y muy nutritivo para su alma, y para este momento de su vida, cuando son adolescentes seguramente nos marca el futuro. Es una felicidad compartida de lo que le ha pasado y nos está regalando", expresó.
De esta manera la joven crece construyendo su camino de realización, no con pocos obstáculos y limitaciones pero eligiendo siempre el esfuerzo, ya que tiene días muy ocupados con actividades y entrenamiento. Así lo corroboró su padre quien destacó que ella elige usar férulas, caminar o subir escaleras antes que desplazarse en una silla de ruedas. Además asume que no le afecta la diferencia física con sus compañeros ni en su entorno.
La joven cursa sus estudios con una currícula adaptada en la Escuela Remedios de Escalada de ésta ciudad, la que ponderó porque supieron contenerla desde que va al jardín. También la acompaña la gente de Suyana, consultorio terapéutico, donde le hacen rehabilitación física, fisioterapia y adaptación escolar.
CON SUS PADRES Y SU HERMANO
"Estamos orgullosos de esta superación que tienen permanentemente, todos los días a los obstáculos y dificultades. Realmente es un ejemplo de vida y a nosotros nos marca cada día un aprendizaje profundo", expresó.
De hecho, la joven Amaya también canta, quizás heredando el talento en la música de su padre y artista José Simón, con quien grabó varios videos. En la práctica, una de las más significativas fue cuando cantó en Casa de Gobierno con una de sus tías, quien también es artista, Angélica Simón. La presentación también quedó registrada en un video, en la cuenta de Youtube de su tía, en junio del año pasado donde interpretaron el tema "Candela de amor".
"La acompañamos siempre"
José Simón recordó que, con su esposa Adela Fernanda Salaverón, conocieron la condición de su hija en el séptimo mes de gestación con una ecografía que implicó adelantar el parto dos meses, previa preparación de sus pulmones. "Dijimos que si viene de esta manera por algo es y nosotros tenemos que ayudarla, desde ese día trabajamos en acompañarla a los distintos profesionales, ser perseverantes a los mismos tratamientos, a veces siendo exigentes porque se cansa, obviamente, por los tratamientos y terapias" explicó. Es que si bien la adolescente va a la escuela sola, necesita asistencia de los padres para resolver algunas cosas de su vida.
CANTANDO EN CASA DE GOBIERNO
Destacó que su gran compañero es su hermano menor, Magno, de ocho años, con quien es muy unida. "Magno es compañero y solidario con su hermana", aseguró Simón quien con su esposa asume que tratan de ser lo más parejos posible con ambos.