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15 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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"No te dan trabajo porque dicen somos quilomberas"

Ana Gabriela Cruz es chofer de colectivos de larga distancia desde hace 13 años. Debió superar muchas barreras.Alienta a hacer las cosas con vocación y capacitarse "porque estamos a cargo de muchas vidas".

Viernes, 24 de abril de 2020 01:03

Hace apenas un par de años, era impensado que una mujer pudiera ser albañil, carpintera, taxista, chofer o hasta jugadora de fútbol. Estos oficios, que fueron históricamente ocupados por hombres, hoy comienzan a ser ganados por mujeres cientos de mujeres que se animan, pese a la resistencia, a derribar barreras de género en el mundo laboral. Gabriela Cruz nunca pensó en conducir un colectivo, pero las circunstancias de la vida la llevaron a convertirse en chofer de larga distancia.

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Hace apenas un par de años, era impensado que una mujer pudiera ser albañil, carpintera, taxista, chofer o hasta jugadora de fútbol. Estos oficios, que fueron históricamente ocupados por hombres, hoy comienzan a ser ganados por mujeres cientos de mujeres que se animan, pese a la resistencia, a derribar barreras de género en el mundo laboral. Gabriela Cruz nunca pensó en conducir un colectivo, pero las circunstancias de la vida la llevaron a convertirse en chofer de larga distancia.

Cruz es jujeña, tiene 46 años y es madre soltera de tres hijas. Hace poco más de 13 años recorre las rutas de todo el país, gracias a su oficio, que aprendió de joven y que le permitió sacar a su familia adelante luego de separarse.

La joven chofer cuenta que fue madre muy jovencita, por lo que tuvo que cambiar los libros por el trabajo. Cuando le preguntan si quería ser chofer de colectivos, dice que no, ella quería ser profesora de Educación Física, pero la vida la llevó por otros caminos.

Fue moza, trabajó en un comercio y como administrativa en una obra social, hasta que de un día para el otro, se quedó sin trabajo. En ese momento, tuvo la suerte de tener un amigo camionero, que lejos de dejarla sola con sus problemas y la necesidad de trabajar, le pidió que lo acompañe a hacer un viaje, y así alentarla a aprender un oficio. Ella no aprendió a manejar con un auto, como lo hace la mayoría, ella lo hizo con un camión y desde ese día, elige como profesión recorrer las rutas.

"Manejar me apasiona", dice Gabriela Cruz y agrega "nunca me imaginé que iba a ser chofer y me gusta mucho lo que hago". En esa época trabajar de camionera era imposible, ni soñar

A medida que fueron pasando los años, se animó a probar suerte con los colectivos. Sin miedo y sin importar el qué dirán.

"Mi hermano es guía de turismo y yo lo acompañaba a los recorridos que hacía al Norte y colaboraba con lo que necesitaba. En esos viajes, yo observaba a los choferes y trataba de aprender", cuenta.

"Una vez en Humahuaca, los choferes se fueron a dormir y la policía vino a pedirnos que corramos el coche, que estaba estorbando. Yo no lo dude, me animé y moví el colectivo. Al otro día nadie lo podía creer", recuerda.

A los días de ese episodio, recibió uno de los llamados más importantes de su vida. "Ese mismo chofer, me llamó para ver si quería trabajar con él así que me propuso hacer tours de compras, desde Jujuy a Buenos Aires".

La joven lleva más de 13 años realizando viajes de larga distancia, en distintas empresas, pero Gabriela Cruz fue la primera mujer chofer de la empresa Crucero del Norte. Desde ese momento, prefiere el sector del turismo.

A pesar de ser una gran profesional, cuenta que fue víctima de discriminación en muchas oportunidades y que manejarse en el ámbito suele ser difícil muchas veces.

Tocó muchas puertas, "no tomamos mujeres", fue la respuesta en la mayoría de ellas. "Es un ambiente muy machista, no te dan trabajo porque dicen que las mujeres somos "quilomberas", o simplemente porque "se quedan embarazadas", dice Gabriela y resalta "pero no se dan cuenta que tenemos las mismas capacidades que los hombres para hacer el trabajo como corresponde".

También fue víctima de acoso por parte de un compañero. "Cuando le paré el carro, fue a los jefes y habló mal de mí para que me quiten el trabajo. Esas situaciones son constantes, pero también hay gente muy buena, que te ayuda un montón y son buenos compañeros", cuenta.

"A lo largo de estos años me crucé con gente muy buena y con gente muy mala. Por suerte, mi capacidad para trabajar me mantuvo adentro del ambiente", reflexiona.

Gabriela fue nombrada la primera mujer chofer de larga distancia y se destacó en el proyecto "Mujeres" de una reconocida empresa de transporte de turismo.

Con un extenso curriculum, Gabriela trabajó también para TyC Sport. Era la encargada de trasladar a los técnicos de la empresa durante los fines de semana para hacer la transmisión de los partidos de fútbol.

Gracias a su experiencia, Gabriela alienta a las mujeres que no se animan a practicar el oficio, por miedo a ser rechazadas, "que hagan las cosas con vocación" y asegura que la clave de este empleo es "la capacitación, porque estamos a cargo de muchas vidas".

Lado negativo

Cuando quedó sola a cargo de sus hijas, sabía que la profesión podía sacarlas adelante, para que nunca les faltara nada, pero como en todos los oficios, también tiene su lado negativo.

“Ser chofer de larga distancia tampoco es fácil, en el sentido de que pasamos mucho tiempo fuera de casa”, dice Gabriela Cruz y cuenta que “en muchas ocasiones he sido una madre ausente, y eso me dolió, pero sabía que tenía que ayudar a mis hijas para que tengan todo”. La joven chofer ahora permanece en Jujuy, y relata que la situación “está difícil con esto de que se suspendió el turismo por el coronavirus”. Pasa sus días junto a su pequeña nieta por quien decidió tomarse un “descanso” para compartir momentos en familia.

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