"Si" es un organismo que tiene como principal objetivo promover la inclusión social de los sectores más vulnerables de Argentina.
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"Si" es un organismo que tiene como principal objetivo promover la inclusión social de los sectores más vulnerables de Argentina.
El trabajo es llevado adelante por un gran número de voluntarios mediante un abordaje integral que trabaja la asistencia, la contención, la capacitación y la cultura del trabajo.
En nuestra provincia, la institución participa en la sociedad desde tres acciones, las recorridas nocturnas, el programa "Sí pueden" y en la asistencia a personas damnificadas tras una catástrofe natural.
Cada tarea tiene como eje principal la reinserción social en personas con estos flagelos y mediante esto mejorar su calidad de vida.
Esta fundación, que rige a nivel nacional, tiene su sede central en Palermo, Buenos Aires.
A través de una capacitación, dos voluntarios viajaron allí para interiorizarse acerca de la forma de intervención que tienen en la gente y pudieron abastecerse de los conocimientos necesarios para que "Sí" pueda abrir sus puertas en Jujuy.
En diálogo con El Tribuno de Jujuy, uno de sus coordinadores, Facundo Lucas, comentó que "invitamos primero mediante los medios a todos los que quieran sumarse, de a poco se fueron agregando chicos de diferentes localidades de Jujuy. Lo primero que se les comenta es sobre las actividades que tenemos y siempre se tiene en cuenta la disponibilidad horaria de cada uno y así se fueron incorporando a nuestro trabajo".
En un principio el accionar de la institución se acentuó en recorridas nocturnas destinadas a personas en situación de calle y en el programa "Sí pueden" dirigido a niños de comedores y merenderos, pero una vez ocurrido el temporal que afectó principalmente a Volcán, el equipo de la fundación no dudó en hacerse presente con su ayuda.
Primera intervención
El trampolín fue el protocolo de intervención ante esta catástrofe natural. Lucas se refirió al respecto y sostuvo lo siguiente: "Nos tomó de sorpresa a todos, empezamos con una pequeña colecta en Jujuy que no tuvo mucho éxito pero luego, después de comunicarnos con las otras sedes, se hizo un llamado a la solidaridad a nivel nacional y ahí sí hubo mucho impacto. Recibimos ayuda de mucha gente y empresas grandes de Argentina.
El trabajo del voluntario en situaciones como éstas, en el caso de Jujuy, es especial y diferente porque aparte de hacer un relevamiento, conocer a las familias más afectadas y ayudarlas con insumos, también se hace un trabajo en las casas con pala y pico para poder limpiarlas con el fin de que esa persona pueda volver a vivir en su hogar lo antes posible".
En ese sentido, Romina Rodríguez, otra de las coordinadoras de la institución, se refirió a ese contexto y dijo que "nuestro trabajo además de ir a palear y llevar donaciones, se concentró en la contención a las familias más afectadas.
La gente de allá necesitaba desahogarse y ser escuchada, esto movilizó mucho a todo el pueblo ya que es algo que pasó hace mucho tiempo y la mayoría de los habitantes no sabía qué hacer.
Nos encontramos con personas muy agradecidas que nos recibieron muy bien. Necesitaban contención y se la dimos, fue ese reconocimiento que nos impulsó y dio fuerzas para seguir haciendo estas actividades".
Ayuda en Volcán
Antes de llegar a la zona más afectada por el temporal, hubo una previa interiorización en lo que es una catástrofe, los voluntarios se informaron sobre lo que es un alud y las consecuencias que puede tener dicho fenómeno. Al arribar a Volcán lo primero que hicieron fue un relevamiento de los sectores más afectados. De ahí se dividió al grupo en dos equipos, uno que se encargó de realizar el trabajo con palas en las casas, sacar el barro que había entrado en gran cantidad. Y el otro grupo llevó a cabo una tarea más emocional y contenedora en los niños, jóvenes y adultos que estaban desorientados y sin esperanzas.
En paralelo a esto se iban entregando las donaciones que llegaban desde distintos puntos del país. "mediante los relevamientos que hicimos en un principio pudimos detectar lo que necesitaba precisamente cada familia y nos centramos en los que sufrieron pérdidas mayores. Entregamos más de mil bolsones de mercadería, de artículos de limpieza, colchones, zapatillas, ropa para personas de todas las edades y hasta electrodomésticos como ser heladeras, cocinas y televisores. Hubo colaboración de pequeñas empresas y hasta otras de marcas multinacionales", comentó Lucas.
Al respecto, Rodríguez dijo que "al principio íbamos tres veces a la semana y luego empezamos a mermar la asistencia. La ayuda que nos dieron fue increíble, con las otras sedes del país tuvimos un acercamiento bastante fructífero, hasta vinieron voluntarios de Salta y Buenos Aires que se sumaron a nuestro trabajo".
Una vez efectuada la ayuda inmediata, los miembros de la fundación centralizaron su accionar en la instalación eléctrica en aquellas casas que se quedaron sin luz. En coordinación con un ingeniero que llegó desde Salta pudieron abastecer de luz a 10 casas del pueblo.
Seguido a esto, las intensas lluvias volvieron a golpear al norte, en esa ocasión la localidad afectada fue Tilcara. "Hicimos un trabajo similar al anterior en Tilcara, llevando donaciones a los hogares más afectados sumándole la entrega de útiles escolares y guardapolvos ya que las inundaciones ocurrieron cerca del inicio de las clases. Ahora con el último temporal, estamos organizándonos para ayudar a la gente del Ramal, esperamos ir pronto hacia ese lugar y trabajar como lo hicimos en los pueblos del norte".
"Algo que se lleva por dentro"
Una acción solidaria implica tiempo, dedicación, trabajo y sacrificio, y más cuando el que recibe esa ayuda, la requiere de forma urgente como ocurrió en el caso de las personas que padecieron las inundaciones en enero. "Hacer esto es algo con lo que uno nace, nacimos con esto de querer dar una mano, querer ayudar.
Es una sensación que se lleva muy dentro y que en cada voluntario de la fundación surge de forma natural y es más intenso cuando pasan cosas como las que pasaron en Volcán", comentó Facundo Lucas.
Por su parte, Romina Rodríguez, resaltó lo siguiente: "Evidentemente para hacer un trabajo comunitario es algo personal lo que te moviliza, cada persona llega a esto por una causa en especial y toma el mismo camino que es siempre mirar lo que le pasa al otro, mirar al que va caminando al lado tuyo y necesita de vos.
Pero no es solo mirar, sino poner en práctica una acción para ayudar a esa persona. Y cuando se efectúa un acto solidario no solo el que está desamparado recibe un beneficio, sino que es algo recíproco. El acto de dar vuelve siempre".
Convocatoria
Todas aquellas personas que deseen incorporarse a las actividades de la fundación "Sí" pueden hacerlo comunicándose con ellos a través de la página de Facebook: Fundación Sí Jujuy o por el email jujuy@fundacionsi.org.ar.
Facundo Lucas, sobre la incorporación de nuevos miembros dijo que "les damos una charla antes de que se incorporen, les comentamos nuestra metodología de trabajo y todo aquello que aprendemos cuando nos capacitamos en Buenos Aires.
La idea es que ellos sepan manejarse de forma correcta en cada ámbito. De eso también tratan nuestras capacitaciones, nos enseñan cómo proceder ante ciertas situaciones.
Una vez comunicados con la fundación cada persona elige cual tarea pueden efectuar según sus tiempo e intereses.
También pueden incorporarse voluntarios que presten servicios como ser el transporte para el traslado de las donaciones, o colaborar con la difusión u otros que puedan brindar un espacio físico para que se lleven a cabo las reuniones del grupo.
El programa “Si pueden”
Apunta a los más pequeños que sufren carencias económicas y afectivas. Se lleva a cabo una tarea emocional en niños que concurren a merenderos o comedores, en donde se realizan actividades lúdicas con el fin de que los chicos se olviden de los problemas que tienen en sus casas y se diviertan como todo niño.
El objetivo es generar un espacio de contención estableciendo un vínculo de confianza con ellos y sus padres para poder abordar las carencias que manifiesta cada familia.
Esta actividad se pone en práctica todos los días sábados en un comedor del barrio Campo Verde, "por medio de juegos trabajamos en las emociones de los niños, es un momento que ellos se encuentran e intentamos crear un ambiente para que ellos se sientan cómodos y se alejen de las preocupaciones que tienen. Los dejamos participar en ellos en los que son las elecciones de los juegos y a partir de esa elección trabajamos sus emociones. En su mayoría son chicos de escasos recursos y también colaboramos con sus familias con mercadería, zapatillas y útiles escolares", contó una de las voluntarias de la fundación.
Por las noches
Todos los miércoles desde las 21 un grupo de voluntarios transita diferentes arterias capitalinas llevando un plato de comida para compartirlo con personas que viven en situación de calle. Llevarles comida no es el objetivo primordial, sino brindarles contención manteniendo con ellos charlas amistosas. Esta tarea requiere establecer un vínculo de confianza con esa persona para luego de a poco poder animarlo a salir de ese contexto. "Tratamos de establecer un vínculo con ellos y tratar sus problemáticas ayudándolos a hacer tramites importantes o acompañarlo al hospital. Actualmente estamos colaborando con un señor que está haciendo un tratamiento ambulatorio y con otro que le estamos gestionando el documento para que pueda hacer un trámite por discapacidad. También cuando les falta ropa o zapatillas se las llevamos”, dijeron.