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18 de Julio,  Jujuy, Argentina
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Laberintos humanos. Hermana menor

Martes, 07 de noviembre de 2017 00:00

 

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Aurelio de la Cruz Benítez estaba encerrado en la casa vecina diciéndonos que tenía rehenes, pero cuando quisimos negociar Armando empezó a sospechar que acaso ese hombre no sabría lo que quería. Un hombre, que se sorprendió al vernos parapetados tras el molle, se agachó con nosotros y nos preguntó qué era lo que estaba pasando.

Le explicamos que un loco se había encerrado en esa casa con rehenes, y para nuestra sorpresa el hombre levantó los hombros exclamando: ¡otra vez! Ya es la cuarta vez en esta semana que hace lo mismo, para mí lo que busca es fama, dijo. Pero no se preocupen por mi hermana menor, que vive en esa casa, porque todo el barrio sabe que ella está más loca que su vecino.

Las veces anteriores, cuando Aurelio de la Cruz Benítez entró anunciando que tenía rehenes, y ella gritaba a su vez que hagan algo, que llamen a la policía y a los noticieros pero que no la dejen en manos de ese demente, nadie les creyó porque todos los conocen. Deben haber terminado por cenar juntos, o habrán visto una película porque el Aurelio se fue a su casa a las dos horas.

Cuando al otro día sucedió lo mismo, la misma fue la reacción de los vecinos, y siempre termina el tipo saliendo de la casa de mi hermana como a las dos horas, camina tranquilo por la calle y entra a la suya sin haber logrado nada, ni fama en los medios de comunicación, ni rescate alguno, así que les recomiendo que sigan su camino y no se preocupen, dijo cuando vimos que por la ventana Aurelio de la Cruz Benítez sacaba una bandera blanca.

 

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