De entrada, entre Vila y el juvenil Serrano casi abrieron el marcador ante una falla grosera de la defensa visitante. Fue un aviso. Por eso no sorprendió que tras la mano de Paulucci en el área -penal enorme-, el propio Vila definiera con calidad al fondo de las mallas.
El uno a cero estaba bien por las intenciones de cada uno. El local salió a buscar el trámite y el "gato" a especular.
El problema fue después, ya que el dueño de casa no tuvo ideas para ampliar el marcador ante un rival que daba todo tipo de ventajas en mitad de cancha.
Y el movedizo Vila pudo liquidar el pleito, pero no pudo en el "mano a mano" con el arquero Bonnin.
No pasaba nada hasta que un centro pasado por derecha encontró solo a Cardinazzi, quien le ganó a los marcadores "albicelestes" y de cabeza venció a Cavalloti. Primer avance y gol. Un cachetazo que se potenció con la infantil expulsión de Vila que golpeó a Paulucci frente al referí.
Maldonado reventó el travesaño a la salida de una jugada preparada y pareció un mal indicio de cara al complemento.
Sciacqua metió cambio y mandó a Noriega y Salces a la cancha. El hábil volante respondió con un golazo. Frezzotti -la figura del encuentro por su incansable trajín en todos los sectores- recuperó el balón, cedió para Salces, quien sacó un zapatazo de fuera del área. Nada pudo hacer el seguro Bonnin cuando la pelota picó justo y se metió abajo. Atlético Paraná nunca sacó provecho del hombre de más, al contrario cada avance de Gimnasia pareció medio gol. El goleador de los jujeños, Agustín Sufi, tuvo dos oportunidades netas, pero Bonnin impidió el "grito sagrado". Al final, la agresión de Noir a Ojeda y la posterior expulsión del delantero visitante junto a Olmedo -reaccionó ante el golpe a su compañero- sólo quedarán para las estadísticas. Gimnasia ganó bien, poniendo más que corazón que fútbol.
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De entrada, entre Vila y el juvenil Serrano casi abrieron el marcador ante una falla grosera de la defensa visitante. Fue un aviso. Por eso no sorprendió que tras la mano de Paulucci en el área -penal enorme-, el propio Vila definiera con calidad al fondo de las mallas.
El uno a cero estaba bien por las intenciones de cada uno. El local salió a buscar el trámite y el "gato" a especular.
El problema fue después, ya que el dueño de casa no tuvo ideas para ampliar el marcador ante un rival que daba todo tipo de ventajas en mitad de cancha.
Y el movedizo Vila pudo liquidar el pleito, pero no pudo en el "mano a mano" con el arquero Bonnin.
No pasaba nada hasta que un centro pasado por derecha encontró solo a Cardinazzi, quien le ganó a los marcadores "albicelestes" y de cabeza venció a Cavalloti. Primer avance y gol. Un cachetazo que se potenció con la infantil expulsión de Vila que golpeó a Paulucci frente al referí.
Maldonado reventó el travesaño a la salida de una jugada preparada y pareció un mal indicio de cara al complemento.
Sciacqua metió cambio y mandó a Noriega y Salces a la cancha. El hábil volante respondió con un golazo. Frezzotti -la figura del encuentro por su incansable trajín en todos los sectores- recuperó el balón, cedió para Salces, quien sacó un zapatazo de fuera del área. Nada pudo hacer el seguro Bonnin cuando la pelota picó justo y se metió abajo. Atlético Paraná nunca sacó provecho del hombre de más, al contrario cada avance de Gimnasia pareció medio gol. El goleador de los jujeños, Agustín Sufi, tuvo dos oportunidades netas, pero Bonnin impidió el "grito sagrado". Al final, la agresión de Noir a Ojeda y la posterior expulsión del delantero visitante junto a Olmedo -reaccionó ante el golpe a su compañero- sólo quedarán para las estadísticas. Gimnasia ganó bien, poniendo más que corazón que fútbol.