La marcha, que arrancó en la céntrica Plaza Italia de Santiago, tiene lugar un mes después de que Bachelet enviara al congreso la ley que establece la gratuidad para la educación superior, una década después de los primeros reclamos de estudiantes y tras cientos de marchas en las calles.
Pero la gradualidad del proyecto y los plazos difusos de implementación de la iniciativa -cuyo financiamiento se vinculó a elevadas proyecciones de crecimiento de la economía- no conformaron a nadie y llevaron a los estudiantes a volver a salir a las calles ayer, en una manifestación que de acuerdo a los organizadores reunió a unas 50 mil personas en Santiago.
Apenas comenzada la marcha se produjeron los primeros incidentes, cuando grupos de encapuchados atacaron con piedras a la Policía, que resguardaba en gran número el centro de Santiago.
El paso de la manifestación por la céntrica avenida Alameda provocó el cierre de locales comerciales y sucursales bancarias ante el temor de ataques y saqueos y colapsó la circulación vehicular, provocando congestiones en varias arterias.
Otro grupo de encapuchados descolgado de la protesta lanzó bombas incendiarias a una iglesia católica que ya había sido atacada en una marcha anterior, en un hecho que es investigado por la Fiscalía.
De esta manera, la Policía enfrentó a los manifestantes con gases lacrimógenos y carros lanza-agua entre otros ataques.
Mientras en un sector se desarrollaban los incidentes, por otro miles de estudiantes acompañados por padres y profesores marchaban en contra de una normativa que cierra el ciclo de reforma educativa iniciado por Bachelet desde que tomó el mando en marzo de 2014.
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La marcha, que arrancó en la céntrica Plaza Italia de Santiago, tiene lugar un mes después de que Bachelet enviara al congreso la ley que establece la gratuidad para la educación superior, una década después de los primeros reclamos de estudiantes y tras cientos de marchas en las calles.
Pero la gradualidad del proyecto y los plazos difusos de implementación de la iniciativa -cuyo financiamiento se vinculó a elevadas proyecciones de crecimiento de la economía- no conformaron a nadie y llevaron a los estudiantes a volver a salir a las calles ayer, en una manifestación que de acuerdo a los organizadores reunió a unas 50 mil personas en Santiago.
Apenas comenzada la marcha se produjeron los primeros incidentes, cuando grupos de encapuchados atacaron con piedras a la Policía, que resguardaba en gran número el centro de Santiago.
El paso de la manifestación por la céntrica avenida Alameda provocó el cierre de locales comerciales y sucursales bancarias ante el temor de ataques y saqueos y colapsó la circulación vehicular, provocando congestiones en varias arterias.
Otro grupo de encapuchados descolgado de la protesta lanzó bombas incendiarias a una iglesia católica que ya había sido atacada en una marcha anterior, en un hecho que es investigado por la Fiscalía.
De esta manera, la Policía enfrentó a los manifestantes con gases lacrimógenos y carros lanza-agua entre otros ataques.
Mientras en un sector se desarrollaban los incidentes, por otro miles de estudiantes acompañados por padres y profesores marchaban en contra de una normativa que cierra el ciclo de reforma educativa iniciado por Bachelet desde que tomó el mando en marzo de 2014.