"Y ahí estaba en la cabina de luces y sonido mirando a dos actores y una actriz hacer su trabajo con tanto amor que no pude evitar la sonrisa. Una vez más el teatro dándome la posta de disfrutarla... Gracias Martín y Gonzalo por el Espacio Tole Tole y GRACIAS al hermoso público que nos acompañó! Todo hermoso!", es lo que posteaba en Facebook, el artista teatral Charlee Espinosa tras el estreno de su sexta obra como director en Buenos Aires, donde se instaló hace varios años.
La obra es "Plagamante" y cuenta con las actuaciones de Blanimir Holsver, Peter Pank y Rosario Sabarrena. Se estrenó el sábado pasado en el espacio Tole Tole de Buenos Aires y continuará en temporada hasta fin de año.
En este marco conversamos virtualmente con nuestro artista, para conocer detalles de sus últimos trabajos y sus proyectos.
Antes que nada, ¿existe la posibilidad de que vengas a Jujuy con alguna de tus puestas, ya que hace un tiempo que te fuiste?
Por el momento no tengo planes de ir allá, siento que aún no es tiempo. Es una buena pregunta porque desde que me fui, mi trabajo ha mutado mucho, ha madurado en cuanto a procesos de producción y reafirmación de mi estética, y me gustaría mostrarlo allá, el tiempo dirá que sucede.
Contame sobre tu último estreno "Plagamante" ¿cuál es la estética de la obra y el tema que llevas a escena? ¿Es de tu autoría?
"Plagamante" es una obra que escribí hace 10 años, en el 2006, en ese momento tenía 20 años, y desde entonces estuvo encajonada. En 2010 presenté el texto al concurso de dramaturgia Estrella Federal y fue seleccionado para representar a Jujuy, y se montó con dirección y actores porteños, en aquella oportunidad pude viajar a ver el trabajo y me encantó como quedó en ese momento sentí que la obra para mí ya había cumplido su ciclo, pero a principios de este 2016, luego de replantearme como sería mi año y después de atravesar algunos momentos complejos de salud, relacionados a ataques de pánico, sentí la necesidad de conectarme con el Charlee de antes, entonces decidí que "Plagamante" debía ver la luz bajo mi dirección, para. Así fui armando el elenco, y a quien primero contacté fue a Peter, que es un referente de la cultura under, que es cantante, director de teatro y cine, escritor y hace diez años no actuaba en teatro, y que desde mi llegada a Buenos Aires ha sido una de las primeras personas con las que trabajé en varias ocasiones. Consideré que era la persona indicada para interpretar a la Madre de la obra. Luego fui por Branimir (que es editor de la editorial autogestiva Te Eché El Ojo que editó mi anterior obra "Raquel") y con quien compartimos el proyecto musical "Sho Y Un Par De Ameegas". Finalmente, llegó Rosario Sabarrena, con quien compartimos obra como actores el año pasado. Los tres son ahora la carne de la obra cada sábado en el Espacio Tole Tole. La obra es un melodrama trágico pop, que juega con la idea de un crimen pasional. Una madre travesti muerta regresa del más allá para descubrir la verdad sobre ese crimen, mientras el matrimonio de su hijo y su nuera atraviesan su crisis del séptimo año.
¿Qué esperas que suceda con esta obra, en el público sobre todo?
Espero una buena devolución del público, me refiero a convocatoria y mirada. Plagamante es una obra bien condimentada y con un elenco divino dispuesto a cautivar espectadores. Hacer teatro independiente es un ejercicio constante de resistencia, sobre todo ahora que nuestro país atraviesa una crisis económica y social tan fuerte. El teatro es nuestra manera de afrontar esta crisis, de poner el cuerpo y seguir diciendo.
¿Cuáles han sido tus pasos, logros y cambios –si los hubo- en tu arte, en estos últimos años?
Estos tres años han sido muy intensos, los diez años de experiencia en la movida cultural jujeña me han fogueado y son la base de mi formación, pero he tenido que desandar gran parte de ese recorrido, porque aquí los tiempos son completamente distintos a los que manejaba produciendo en Jujuy. Aquí me deshice del concepto de grupo, no trabajo más dirigiendo un grupo de actores con la lógica de tribu como sucede en Jujuy, si bien es una forma de trabajo que he transitado y que respeto porque es parte de mi matriz teatral, no está en mis planes volver a formar un grupo. Disfruto más el armar diferentes elencos para determinados proyectos, o que algún elenco ya conformado me convoque para dirigirles como me sucedió el año pasado con "La Casa de Bernarda Alba Trans" de la Cooperativa Arte Trans. Este montaje fue el corolario de mi trabajo con actrices trans, lo considero así porque fue una de las puestas que más me costó montar por la intensidad que necesitaba actoral y visualmente, que de por sí se potenciaba con los cuerpos travestis de las actrices.
Hice mucha perfo, continué con mis primeros pasos en la música (que ya habían arrancado en Jujuy con la primera banda que tuve), la música es un espacio al que me divierte mucho entrar por eso siempre será mi lugar de experimentación total, más relajada que la teatral, porque no vengo de ese palo, pero sí me encanta y lo uso escénicamente. Creo que el cambio más contundente es el camino hacia la profesionalización que comencé a transitar al instalarme acá. En Jujuy no había tomado conciencia de la dimensión de mi trabajo, y que hacer teatro es un trabajo, entender eso me ordenó bastante.
¿En qué estás trabajando? Me refiero a tus facetas artísticas ¿qué estás cultivando más en estos momentos, la dramaturgia, la actuación, la dirección o alguna otra?
Tengo la oportunidad de poder avocarme casi en tiempo completo al teatro. Actualmente tengo dos proyectos para dirigir a partir de agosto, y son dos proyectos muy distintos, con textos que no son míos. Uno es la adaptación teatral del libro "Microalmas" de Juan Solá, a quien agradezco que me haya convocado para dirigir su obra. El resultado confío que será un cruce muy interesante entre su dramaturgia y mi mirada, es un proyecto jugoso, contundente. El otro es un texto de una autora colombiana, este cruce entre directores y dramaturgos de distintos países latinoamericanos esta dentro del marco del Edie (Encuentro de Dramaturgia Estudiantil) organizado por el Corredor de Teatro Latinoamericano, para el cual hemos sido seleccionados tres directores argentinos, tres brasileros, tres chilenos y tres colombianos para montar uno de los 12 textos elegidos de cada uno de estos países. El texto que los jurados han decidido es de Colombia y se llama "Una Madre", que cruza lo metateatral con lo melodramático y una mirada sobre lo femenino y la maternidad muy comprometida con los tiempos que vivimos. Me refiero a la discusión sobre la legalización del aborto, la identidad sexual, entre otras temáticas que además son pilares en mis obras. Eso en cuanto a dirección.
Y la actuación se viene de la mano de mi unipersonal sobre Eva Perón, "Evita muere", que está inspirado en la obra de Copi, y es una mirada muy descarnada y shockeante sobre el mito de Eva. Este espectáculo es el resultado de años de trabajo y exploración sobre el mito, que antes lo hacía en formato performance, más breve y con un despliegue corporal muy marcado. Ahora es una obra de 45 minutos que coquetea con lo performático pero está mucho más estructurado. Tomar a un personaje como Eva para destrozarlo y volverlo a armar, siempre con la sensibilidad poética que una historia como la de ella se merece, implica una responsabilidad y un cuidado que el público agradece al verlo en escena. He tenido devoluciones muy buenas de este laburo y lo retomo en agosto con más funciones. Además continuaremos con el ciclo mensual "Kilombo Queer"que creamos junto a Martín Marcou para celebrar la diversidad afectivosexual en escena y que durante el 2015 nos dio muchísimas satisfacciones y generó un movimiento copado.
¿A qué te referís cuando decís que aún no es tiempo de volver a Jujuy? ¿Qué tiene que suceder? ¿Qué te une y qué te distancia de la provincia en estos momentos?
Es una pregunta que me toca muy hondo, en el sentido de que Jujuy siempre significará emocional y geográficamente el hogar de mis primeras obras, allí supe conquistar y generar mi lenguaje y un público siempre dispuesto a acompañarme, eso es hermoso. Allí están muchos actores y actrices que iniciaron su carrera bajo mi dirección, o que volvieron a actuar conmigo y hoy continúan produciendo. Hay momentos en que hago racontos ególatras de mi paso por allá y me digo que ha valido la pena pasar por todos los procesos que pasé, haber fundado dos grupos como ADN y luego ADN Shock! me llena de orgullo, porque fueron grupos que marcaron y dejaron huella en la cartelera local. Tocar temáticas tan polémicas con las obras que hice sin duda abrió un camino que no había sido explorado antes. Por eso mismo siento que regresar con alguna producción de las que hago ahora es todo un desafío que me gustaría afrontar, y para eso también necesito el apoyo de los organismos culturales que allá existen. Toda mi carrera la hice y hago de forma totalmente independiente y autogestiva, por eso creo que es hora de que quienes están detrás de los organismos oficiales se hagan eco de mi trabajo, puertas he tocado muchas y no siempre tuve respuestas, tal vez porque en su momento era mucho más joven y pasional y eso a veces juega en contra de la diplomacia necesaria para enfrentar esos espacios. Confío que no tardará en llegar el día de volver allá con mi obra. Es un deseo y los deseos con trabajo y pasión se concretan. No tengo dudas.