Los periodistas españoles Antonio Pampliega, José Manuel López y Ángel Sastre volvieron ayer a España apenas horas después de ser liberados en Siria y de poner fin a un cautiverio de diez meses en algún lugar cerca de la ciudad de Alepo, uno de los frentes de batalla más calientes de la guerra en ese país.
Los tres españoles fueron liberados el sábado, llevados a Turquía y ayer, finalmente, se subieron a un avión oficial de su país que los llevó a la base aérea de Torrejón, en las afueras de Madrid, donde los esperaban algunos de sus familiares y la vicepresidente del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
Aún es muy temprano para conocer en profundidad qué les pasó, cómo fueron secuestrados, qué les sucedió en el último año y cómo fueron liberados; sin embargo, al llegar al aeropuerto español, los tres periodistas que trabajaban como freelance adelantaron algunos detalles de su cautiverio a la agencia de noticias nacional EFE. Contaron que el 90% del tiempo lo pasaron en habitáculos cerrados, y dijeron que los secuestradores los trataron bien y de manera correcta. Además, explicaron que no saben en qué parte del país estuvieron desde que los secuestraron en el norte, cerca de Alepo, en julio de 2015, pero sí pudieron precisar que estuvieron al menos en seis casas, aunque en ellas siempre permanecían encerrados en una habitación.
Alepo es uno de los frentes de batalla más complejos de la guerra siria ya que allí pelean casi todos los actores del conflicto: el Ejército y sus aliados -Rusia, Hezbollah, Irán-, la coalición internacional encabezada por Estados Unidos, Turquía, el Estado Islámico, la rama local de Al Qaeda y un amplio frente de grupos insurgentes laicos e islamistas.
Según López, sólo durante los primeros tres meses de cautiverio los tres permanecieron juntos. A los tres meses, Pampliega fue separado y trasladado a otro lugar, mientras que López y Sastre siguieron juntos.
Estos últimos dos volvieron a saber algo de su compañero el sábado, cuando los liberaron.
El Gobierno, la oposición y los medios celebraron la noticia. También lo hizo presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (Fape), Elsa González, pero aprovechó para denunciar la precaria situación de los periodistas freelance, que hoy representan la mayoría de los trabajadores de prensa que cubren este tipo de conflictos armados. "Son tres periodistas precarios, con una vocación de hierro y que mantienen los valores del periodismo (...) gracias a ellos muchos de los conflictos se conocen y no hay un apagón informativo en la ciudadanía de muchos países, donde es casi imposible penetrar", destacó.
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Los periodistas españoles Antonio Pampliega, José Manuel López y Ángel Sastre volvieron ayer a España apenas horas después de ser liberados en Siria y de poner fin a un cautiverio de diez meses en algún lugar cerca de la ciudad de Alepo, uno de los frentes de batalla más calientes de la guerra en ese país.
Los tres españoles fueron liberados el sábado, llevados a Turquía y ayer, finalmente, se subieron a un avión oficial de su país que los llevó a la base aérea de Torrejón, en las afueras de Madrid, donde los esperaban algunos de sus familiares y la vicepresidente del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
Aún es muy temprano para conocer en profundidad qué les pasó, cómo fueron secuestrados, qué les sucedió en el último año y cómo fueron liberados; sin embargo, al llegar al aeropuerto español, los tres periodistas que trabajaban como freelance adelantaron algunos detalles de su cautiverio a la agencia de noticias nacional EFE. Contaron que el 90% del tiempo lo pasaron en habitáculos cerrados, y dijeron que los secuestradores los trataron bien y de manera correcta. Además, explicaron que no saben en qué parte del país estuvieron desde que los secuestraron en el norte, cerca de Alepo, en julio de 2015, pero sí pudieron precisar que estuvieron al menos en seis casas, aunque en ellas siempre permanecían encerrados en una habitación.
Alepo es uno de los frentes de batalla más complejos de la guerra siria ya que allí pelean casi todos los actores del conflicto: el Ejército y sus aliados -Rusia, Hezbollah, Irán-, la coalición internacional encabezada por Estados Unidos, Turquía, el Estado Islámico, la rama local de Al Qaeda y un amplio frente de grupos insurgentes laicos e islamistas.
Según López, sólo durante los primeros tres meses de cautiverio los tres permanecieron juntos. A los tres meses, Pampliega fue separado y trasladado a otro lugar, mientras que López y Sastre siguieron juntos.
Estos últimos dos volvieron a saber algo de su compañero el sábado, cuando los liberaron.
El Gobierno, la oposición y los medios celebraron la noticia. También lo hizo presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (Fape), Elsa González, pero aprovechó para denunciar la precaria situación de los periodistas freelance, que hoy representan la mayoría de los trabajadores de prensa que cubren este tipo de conflictos armados. "Son tres periodistas precarios, con una vocación de hierro y que mantienen los valores del periodismo (...) gracias a ellos muchos de los conflictos se conocen y no hay un apagón informativo en la ciudadanía de muchos países, donde es casi imposible penetrar", destacó.
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