Calles y avenidas de Caracas y otras ciudades del país lucían con menos movimiento que lo usual, pero el transporte y algunos comercios y escuelas están funcionando, universidades importantes cerraron pero los bancos están abiertos.
La huelga, que comenzó a las 10 y concluyo a las 22, es parte de la ofensiva que lanzó el miércoles la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para forzar la salida de Maduro del poder, tras la suspensión hace una semana del referendo revocatorio contra el mandatario.
El gobierno había prometido intervenir con militares las empresas que cesen sus actividades y entregárselas a los trabajadores. Pero algunos desafiaron la amenaza. "Cerrado por ausencia del personal", rezaba un letrero en una ferretería del este de Caracas.
Dirigentes de la MUD destacaron que muchos empleados atendieron el llamado a la huelga. "La soledad de las calles en sintonía con la soledad de la cúpula corrupta del gobierno", afirmó el excandidato presidencial Henrique Capriles.
"Se observa como una jornada de sábado, no a pleno funcionamiento pero tampoco totalmente paralizado", afirmó el vicepresidente de la patronal Fedecámaras, Carlos Larrazábal.
En Caracas, Maracaibo -segunda ciudad del país-, San Cristóbal y otras capitales de estados del país se registró también una huelga de alcance parcial.
"Si no trabajo no como y tengo tres chamos (niños)", afirmó Yadira Manosalvas, de 37 años, empleada de una tasca en el este de Caracas.
"Ha fracasado el paro"
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dio ayer por "fracasada" a la huelga general de doce horas declarada por la oposición política.
"Hoy ha triunfado la paz, ha fracasado el paro de la oligarquía. Victoria Popular!", gritó Maduro delante de una concentración de seguidores en el Palacio Miraflores, la sede del gobierno.
Incluso, en tono irónico, afirmó que los líderes de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) "necesitan un poquito de Viagra para ver si para algo en este país", informó la agencia italiana Ansa.
"Estoy muy contento que ustedes se hayan movilizando y hayan venido a darme el respaldo para derrotar el golpe de estado en marcha en Venezuela, gracias", completó.
Los medios de prensa venezolanos coincidieron en informar que el paro se cumplió a medias y con distintos niveles de adhesión.
Un día antes del paro, Maduro anunció un aumento del 40 por ciento en los salarios mínimos a partir del 1 de noviembre y amenazó con tomar con las Fuerzas Armadas y los obreros a las empresas que se sumaran a las protestas.