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16 de Julio,  Jujuy, Argentina
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Beber poca agua puede provocar mal humor

Sabado, 09 de enero de 2016 01:30
HÁBITO / LA RECOMENDACIÓN ES EN ESPECIAL PARA NIÑOS Y ADULTOS MAYORES PARA EVITAR EFECTOS NEGATIVOS POR DESHIDRATACIÓN
En épocas de mucho calor es común sentir síntomas como desconcentración, desgano o mal humor. Estos podrían no tener que ver con el cansancio de fin de año, sino con la baja ingesta de agua en días de elevadas temperaturas. Desde la Asociación Argentina de Nutricionistas (Aadynd) recuerdan que las nuevas Guías Alimentarias para la Población Argentina recomiendan beber 8 vasos de agua por día, y que el calor y la realización de actividad física incrementan ese requerimiento.
La ciencia ya había demostrado que quien bebe menos agua de la que necesita puede ver alteradas sus facultades cognitivas como memoria a corto plazo, concentración, capacidad de atención y estado de alerta. Ahora, un nuevo estudio, liderado por la investigadora Nathalie Pross y publicado en la revista especializada Plos One, comprobó que la deshidratación leve repercute específicamente en el estado de ánimo: beber más agua mejora el humor, reduce la tensión, aumenta la calma y las 'sensaciones positivas' de felicidad.
Tal como explicó la licenciada Silvia Jereb, miembro de la Asociación Argentina de Nutricionistas y Coordinadora allí del Grupo de Estudio de Nutrición y Neurociencias, "siempre se ha hecho hincapié en el rol del agua a nivel celular, renal o digestivo, su participación para regular la temperatura corporal y eliminar toxinas, pero la gente en líneas generales ignora los beneficios que el agua aporta sobre las funciones cognitivas como concentración, memoria o estado de ánimo".
Un estudio previo demostró que en adultos el consumo de agua tenía un efecto positivo inmediato en el estado de ánimo.
La comunidad científica reconoce que niveles de deshidratación del orden del 2% de la masa muscular, aun en un período de tiempo relativamente corto, impactan sobre los niveles cognitivos. 'Hoy sabemos que tensión, dificultad para la concentración, fatiga y el mal humor pueden ser síntomas de deshidratación, pero son sencillamente prevenibles o reversibles bebiendo más agua', agregó Mirta Antonini, licenciada en Nutrición e integrante de la Aadynd.
Sobre los requerimientos de ingesta, Jereb refirió que 'las nuevas Guías Alimentarias para la Población Argentina recomiendan 8 vasos de agua diarios. Sin embargo, es importante considerar que en estos días de elevadas temperaturas la pérdida de líquido a través de la sudoración es mayor a la del resto del año y la realización de actividad física también acelera el principio de deshidratación. Por lo tanto, es recomendable incrementar la ingesta de líquido en estas situaciones para compensar las pérdidas adicionales'.
Los tres grupos con mayor riesgo de deshidratación son 'los bebés, ante cuadros de vómitos y diarreas; los niños, que tienen menor percepción de la sed cuando están activos; y los adultos mayores, que presentan alteraciones en el mecanismo de la sed y dificultad en la deglución. Un cuarto grupo que requiere mayor aporte de agua son las embarazadas y madres en periodo de lactancia.
El sabor juega un rol a la hora de la ingesta de bebidas, porque se asocia con la elección de una experiencia placentera. Para aquellos momentos en que se elige una bebida con sabor, es oportuno priorizar las opciones con menor aporte calórico.
Pero la investigación más reciente, liderada por Nathalie Pross, evaluó el efecto en el estado de ánimo y las sensaciones fisiológicas como resultado de un cambio en el consumo de agua en dos grupos de individuos con diferentes hábitos de hidratación de baja y de elevada ingesta de agua. Otro análisis arrojó que la ingesta de hasta 500 ml de agua tenía efectos beneficiosos sobre escalas de la felicidad, en comparación con un grupo control.
Hidratación diaria
La hidratación diaria es fundamental. Para un adulto sano una deshidratación del 2,8% del peso corporal por exposición al calor o tras un ejercicio fuerte, conlleva una disminución de la concentración, del rendimiento físico, de la memoria a corto plazo, un aumento del cansancio, cefaleas, así como reducción del tiempo de respuesta.
En España hay más de cien variedades, de mineralización débil, fuerte, ricas en calcio, fluoradas.... Así lo explica el Instituto de Investigación Agua y Salud, que recuerda que debido a que la deshidratación aumenta también el esfuerzo cardiovascular, cuando se superan una deshidratación del 10% del peso corporal total, es imprescindible recibir asistencia médica para permitir la recuperación.
Las aguas minerales naturales, puras y ricas en minerales y oligoelementos, son muy recomendables para una correcta hidratación. Todas son puras en origen tanto de elementos químicos como de microbios. Pero su composición mineral varía en función del tipo de roca por donde se filtra y del tiempo.

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En épocas de mucho calor es común sentir síntomas como desconcentración, desgano o mal humor. Estos podrían no tener que ver con el cansancio de fin de año, sino con la baja ingesta de agua en días de elevadas temperaturas. Desde la Asociación Argentina de Nutricionistas (Aadynd) recuerdan que las nuevas Guías Alimentarias para la Población Argentina recomiendan beber 8 vasos de agua por día, y que el calor y la realización de actividad física incrementan ese requerimiento.
La ciencia ya había demostrado que quien bebe menos agua de la que necesita puede ver alteradas sus facultades cognitivas como memoria a corto plazo, concentración, capacidad de atención y estado de alerta. Ahora, un nuevo estudio, liderado por la investigadora Nathalie Pross y publicado en la revista especializada Plos One, comprobó que la deshidratación leve repercute específicamente en el estado de ánimo: beber más agua mejora el humor, reduce la tensión, aumenta la calma y las 'sensaciones positivas' de felicidad.
Tal como explicó la licenciada Silvia Jereb, miembro de la Asociación Argentina de Nutricionistas y Coordinadora allí del Grupo de Estudio de Nutrición y Neurociencias, "siempre se ha hecho hincapié en el rol del agua a nivel celular, renal o digestivo, su participación para regular la temperatura corporal y eliminar toxinas, pero la gente en líneas generales ignora los beneficios que el agua aporta sobre las funciones cognitivas como concentración, memoria o estado de ánimo".
Un estudio previo demostró que en adultos el consumo de agua tenía un efecto positivo inmediato en el estado de ánimo.
La comunidad científica reconoce que niveles de deshidratación del orden del 2% de la masa muscular, aun en un período de tiempo relativamente corto, impactan sobre los niveles cognitivos. 'Hoy sabemos que tensión, dificultad para la concentración, fatiga y el mal humor pueden ser síntomas de deshidratación, pero son sencillamente prevenibles o reversibles bebiendo más agua', agregó Mirta Antonini, licenciada en Nutrición e integrante de la Aadynd.
Sobre los requerimientos de ingesta, Jereb refirió que 'las nuevas Guías Alimentarias para la Población Argentina recomiendan 8 vasos de agua diarios. Sin embargo, es importante considerar que en estos días de elevadas temperaturas la pérdida de líquido a través de la sudoración es mayor a la del resto del año y la realización de actividad física también acelera el principio de deshidratación. Por lo tanto, es recomendable incrementar la ingesta de líquido en estas situaciones para compensar las pérdidas adicionales'.
Los tres grupos con mayor riesgo de deshidratación son 'los bebés, ante cuadros de vómitos y diarreas; los niños, que tienen menor percepción de la sed cuando están activos; y los adultos mayores, que presentan alteraciones en el mecanismo de la sed y dificultad en la deglución. Un cuarto grupo que requiere mayor aporte de agua son las embarazadas y madres en periodo de lactancia.
El sabor juega un rol a la hora de la ingesta de bebidas, porque se asocia con la elección de una experiencia placentera. Para aquellos momentos en que se elige una bebida con sabor, es oportuno priorizar las opciones con menor aporte calórico.
Pero la investigación más reciente, liderada por Nathalie Pross, evaluó el efecto en el estado de ánimo y las sensaciones fisiológicas como resultado de un cambio en el consumo de agua en dos grupos de individuos con diferentes hábitos de hidratación de baja y de elevada ingesta de agua. Otro análisis arrojó que la ingesta de hasta 500 ml de agua tenía efectos beneficiosos sobre escalas de la felicidad, en comparación con un grupo control.
Hidratación diaria
La hidratación diaria es fundamental. Para un adulto sano una deshidratación del 2,8% del peso corporal por exposición al calor o tras un ejercicio fuerte, conlleva una disminución de la concentración, del rendimiento físico, de la memoria a corto plazo, un aumento del cansancio, cefaleas, así como reducción del tiempo de respuesta.
En España hay más de cien variedades, de mineralización débil, fuerte, ricas en calcio, fluoradas.... Así lo explica el Instituto de Investigación Agua y Salud, que recuerda que debido a que la deshidratación aumenta también el esfuerzo cardiovascular, cuando se superan una deshidratación del 10% del peso corporal total, es imprescindible recibir asistencia médica para permitir la recuperación.
Las aguas minerales naturales, puras y ricas en minerales y oligoelementos, son muy recomendables para una correcta hidratación. Todas son puras en origen tanto de elementos químicos como de microbios. Pero su composición mineral varía en función del tipo de roca por donde se filtra y del tiempo.

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