El atentado suicida que sufrió el lunes el sur de Turquía parece formar parte de la guerra del grupo Estado Islámico (EI) contra los kurdos y evidencia la creciente vulnerabilidad de Ankara ante el conflicto en la vecina Siria, dijeron analistas.
El ataque del lunes contra una reunión de activistas prokurdos en la localidad de Suruc, que dejó al menos 33 muertos lleva el sello de la organización yihadista sunita.
"Hasta el momento, incluso sin que haya una reivindicación de EI, el grupo parece el autor más probable", afirma Charles Lister, analista del instituto Brookings Doha Centre.
"El método del ataque, el objetivo específico y las implicaciones políticas del ataque apuntan hacia EI, por el momento", aseguró el experto.
El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, ha señalado a EI como responsable del atentado contra el centro cultural, que es la primera acción de este tipo en el país.
Las jóvenes víctimas se preparaban para una misión humanitaria para ayudar a la devastada ciudad de Kobane, que se convirtió en un símbolo de la resistencia contra los yihadistas, que fueron expulsados en enero por las fuerzas kurdas.
Sin embargo, los avances han dado lugar a una contraofensiva, en la que los yihadistas han golpeado en los últimos meses Kobane y las ciudades de Hasaké y Qamishli.
Para Aaron Stein, experto del centro de estudios The Atlantic Council, con sede en Washington, describió los ataques del lunes como "un efecto colateral de la lucha entre los kurdos y EI" en Siria. Sin embargo, el académico señala que el ataque, más que golpear a Turquía, apunta hacia el movimiento de "simpatizantes de la causa kurda".
Los expertos han señalado que el ataque también se produce después de que Turquía detuviera a una docena de personas acusadas de pertenecer a la EI en todo el país.
Estos arrestos se producen después de que Ankara fuera acusada de cerrar los ojos frente al creciente poder de EI en los últimos años, que ha operado en Turquía, utilizando al país como una ruta para ingresar a los combatientes extranjeros y armas.
Riesgos de más ataques
Pese a las tensas relaciones que mantiene con los kurdos, el Gobierno de Turquía describió el atentados como un ataque "contra la nación".
Ankara acusa a las fuerzas kurdas en Siria de tener vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), un grupo rebelde que se ha enfrentado al Gobierno desde hace 31 años y que estaba calificado como "organización terrorista" por el Gobierno. Para los analistas el ataque podría fortalecer la determinación de Turquía de combatir a EI en Siria, donde la coalición liderada por EEUU lleva a cabo bombardeos contra los yihadistas.
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El atentado suicida que sufrió el lunes el sur de Turquía parece formar parte de la guerra del grupo Estado Islámico (EI) contra los kurdos y evidencia la creciente vulnerabilidad de Ankara ante el conflicto en la vecina Siria, dijeron analistas.
El ataque del lunes contra una reunión de activistas prokurdos en la localidad de Suruc, que dejó al menos 33 muertos lleva el sello de la organización yihadista sunita.
"Hasta el momento, incluso sin que haya una reivindicación de EI, el grupo parece el autor más probable", afirma Charles Lister, analista del instituto Brookings Doha Centre.
"El método del ataque, el objetivo específico y las implicaciones políticas del ataque apuntan hacia EI, por el momento", aseguró el experto.
El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, ha señalado a EI como responsable del atentado contra el centro cultural, que es la primera acción de este tipo en el país.
Las jóvenes víctimas se preparaban para una misión humanitaria para ayudar a la devastada ciudad de Kobane, que se convirtió en un símbolo de la resistencia contra los yihadistas, que fueron expulsados en enero por las fuerzas kurdas.
Sin embargo, los avances han dado lugar a una contraofensiva, en la que los yihadistas han golpeado en los últimos meses Kobane y las ciudades de Hasaké y Qamishli.
Para Aaron Stein, experto del centro de estudios The Atlantic Council, con sede en Washington, describió los ataques del lunes como "un efecto colateral de la lucha entre los kurdos y EI" en Siria. Sin embargo, el académico señala que el ataque, más que golpear a Turquía, apunta hacia el movimiento de "simpatizantes de la causa kurda".
Los expertos han señalado que el ataque también se produce después de que Turquía detuviera a una docena de personas acusadas de pertenecer a la EI en todo el país.
Estos arrestos se producen después de que Ankara fuera acusada de cerrar los ojos frente al creciente poder de EI en los últimos años, que ha operado en Turquía, utilizando al país como una ruta para ingresar a los combatientes extranjeros y armas.
Riesgos de más ataques
Pese a las tensas relaciones que mantiene con los kurdos, el Gobierno de Turquía describió el atentados como un ataque "contra la nación".
Ankara acusa a las fuerzas kurdas en Siria de tener vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), un grupo rebelde que se ha enfrentado al Gobierno desde hace 31 años y que estaba calificado como "organización terrorista" por el Gobierno. Para los analistas el ataque podría fortalecer la determinación de Turquía de combatir a EI en Siria, donde la coalición liderada por EEUU lleva a cabo bombardeos contra los yihadistas.
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