Combatientes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) dispararon misiles con gases tóxicos contra fuerzas kurdas en Siria el mes pasado, según las Unidades de Protección Populares kurdas (YPG) y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (Osdh).
egún el YPG, los ataques tuvieron lugar el 28 de junio en el distrito de Salhiya de la ciudad de Hasakeh, controlado por los kurdos, y contra posiciones kurdas al sur de la localidad de Tel Brak, en la provincia nororiental de Hasakeh.
"Tras el impacto, los proyectiles liberaron un gas amarillo con un fuerte olor a cebolla podrida", dijeron en un comunicado, explicando que el terreno alrededor del lugar de los impactos estaba manchado de un líquido verde que se volvía amarillo al darle la luz del sol. "Los soldados que se expusieron al gas experimentaron ardor de garganta, ojos y nariz, combinado con fuertes dolores de cabeza, dolor muscular y disminución de la movilidad. La exposición prolongada a los químicos también provocó vómitos", agregaron.
El YPG, principal fuerza kurda de Siria, no dio cuenta de muertos en el ataque y dijo que las tropas se recuperaron de sus síntomas. El grupo también indicó que algunos de sus soldados habían incautado máscaras de gas al Estado Islámico, "confirmando que estaban preparados y equipados para una guerra química en este sector del frente".
El Osdh también dio cuenta de dos ataques. Citando fuentes médicas, dijo que al menos 12 soldados del YPG sufrieron síntomas como asfixia, ardor en los ojos y vómitos en el ataque cerca de Tel Brak.
Ni el YPG ni el Observatorio Sirio de Derechos Humanos pudieron identificar el tipo de agente químico.
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Combatientes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) dispararon misiles con gases tóxicos contra fuerzas kurdas en Siria el mes pasado, según las Unidades de Protección Populares kurdas (YPG) y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (Osdh).
egún el YPG, los ataques tuvieron lugar el 28 de junio en el distrito de Salhiya de la ciudad de Hasakeh, controlado por los kurdos, y contra posiciones kurdas al sur de la localidad de Tel Brak, en la provincia nororiental de Hasakeh.
"Tras el impacto, los proyectiles liberaron un gas amarillo con un fuerte olor a cebolla podrida", dijeron en un comunicado, explicando que el terreno alrededor del lugar de los impactos estaba manchado de un líquido verde que se volvía amarillo al darle la luz del sol. "Los soldados que se expusieron al gas experimentaron ardor de garganta, ojos y nariz, combinado con fuertes dolores de cabeza, dolor muscular y disminución de la movilidad. La exposición prolongada a los químicos también provocó vómitos", agregaron.
El YPG, principal fuerza kurda de Siria, no dio cuenta de muertos en el ataque y dijo que las tropas se recuperaron de sus síntomas. El grupo también indicó que algunos de sus soldados habían incautado máscaras de gas al Estado Islámico, "confirmando que estaban preparados y equipados para una guerra química en este sector del frente".
El Osdh también dio cuenta de dos ataques. Citando fuentes médicas, dijo que al menos 12 soldados del YPG sufrieron síntomas como asfixia, ardor en los ojos y vómitos en el ataque cerca de Tel Brak.
Ni el YPG ni el Observatorio Sirio de Derechos Humanos pudieron identificar el tipo de agente químico.
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