La violencia se reanudó ayer en el este separatista prorruso de
Ucrania después de una breve tregua al tiempo que el Consejo de seguridad de la
ONU pretende mantener una reunión de urgencia sobre el conflicto, que dejó ya 5.800 muertos en diez meses.
Este encuentro tiene lugar un año después de que un comando prorruso se hiciera con el control del parlamento de Crimea, etapa previa a la anexión de la península ucraniana por parte de Rusia, que precedió a una escalada de violencia en el este.
El Consejo de seguridad, que se reúne a petición de Francia y Alemania, estudiará los informes de los responsables de la Organización para la seguridad y la cooperación en Europa (Osce), que dispone de equipos de observadores en el este ucraniano, antes de mantener conversaciones a puerta cerrada.
El ejército ucraniano dio cuenta ayer de tres soldados muertos y siete heridos en las 24 horas sucesivas a dos días en los que no se había reportado ningún muerto.
Según el portavoz militar ucraniano, Andri Lyssenko, los combatientes rebeldes atacaron "con carros de combate y morteros" a las posiciones ucranianas cerca de las ruinas del aeropuerto de Donetsk.
Por su parte, el dirigente de la autoproclamada República popular de Donetsk, Alexandre Zajarchenko, afirmó el jueves que sus fuerzas ya habían "retirado el 90%" de sus armas pesadas.
La violencia se reanudó ayer en el este separatista prorruso de
Ucrania después de una breve tregua al tiempo que el Consejo de seguridad de la
ONU pretende mantener una reunión de urgencia sobre el conflicto, que dejó ya 5.800 muertos en diez meses.
Este encuentro tiene lugar un año después de que un comando prorruso se hiciera con el control del parlamento de Crimea, etapa previa a la anexión de la península ucraniana por parte de Rusia, que precedió a una escalada de violencia en el este.
El Consejo de seguridad, que se reúne a petición de Francia y Alemania, estudiará los informes de los responsables de la Organización para la seguridad y la cooperación en Europa (Osce), que dispone de equipos de observadores en el este ucraniano, antes de mantener conversaciones a puerta cerrada.
El ejército ucraniano dio cuenta ayer de tres soldados muertos y siete heridos en las 24 horas sucesivas a dos días en los que no se había reportado ningún muerto.
Según el portavoz militar ucraniano, Andri Lyssenko, los combatientes rebeldes atacaron "con carros de combate y morteros" a las posiciones ucranianas cerca de las ruinas del aeropuerto de Donetsk.
Por su parte, el dirigente de la autoproclamada República popular de Donetsk, Alexandre Zajarchenko, afirmó el jueves que sus fuerzas ya habían "retirado el 90%" de sus armas pesadas.