Francia lanzó anoche un bombardeo masivo sobre posiciones del
Estado Islámico (EI) en las cercanías de su "capital" en
Al Raqqa, noreste de
Siria, y destruyó un campo de entrenamiento, un puesto de comando y un centro de reclutamiento, que también servía de depósito de armas y municiones.
La operación fue coordinada con las fuerzas de Estados Unidos, informó el Ministerio de Defensa en un comunicado, y la protagonizaron diez cazabombarderos que atacaron simultáneamente desde bases en los Emiratos Árabes Unidos y Jordania y arrojaron 20 bombas sobre los blancos.
El ataque destruyó "sitios identificados previamente por misiones de reconocimiento ejecutadas por Francia", aclaró el Ministerio de Defensa francés.
El Estado Islámico se atribuyó los atentados que produjeron la muerte de 132 personas el viernes en París. "Es un acto de guerra, cometido por un ejército terrorista", afirmó el presidente francés, François Hollande, tras los ataques en la capital.