En la Clínica "Nuestra Señora de Fátima" de Palpalá se llevó a cabo una compleja cirugía de colgajo microquirúrgico para reconstruir la pierna de una joven de 29 años, que sufrió un grave accidente de tránsito, con importantes pérdidas de huesos y tejidos. Este procedimiento, que contó con la participación de especialistas de Buenos Aires, fue la segunda intervención de este tipo realizada en dicha clínica y podría evitar la amputación de la extremidad, ofreciendo la posibilidad de que el paciente recupere la movilidad en la misma.
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En la Clínica "Nuestra Señora de Fátima" de Palpalá se llevó a cabo una compleja cirugía de colgajo microquirúrgico para reconstruir la pierna de una joven de 29 años, que sufrió un grave accidente de tránsito, con importantes pérdidas de huesos y tejidos. Este procedimiento, que contó con la participación de especialistas de Buenos Aires, fue la segunda intervención de este tipo realizada en dicha clínica y podría evitar la amputación de la extremidad, ofreciendo la posibilidad de que el paciente recupere la movilidad en la misma.
Alejandro Alberto Quispe, cirujano plástico de la clínica palpaleña y jefe del Servicio de Quemados y Reconstrucción del hospital "Pablo Soria", explicó los detalles del procedimiento: "La paciente presentaba fracturas expuestas con pérdida significativa de la tibia y el peroné, como así también de piel, y tuvimos que realizar un colgajo microquirúrgico, un tipo de reconstrucción que requiere unir vasos sanguíneos a otro territorio sanguíneo", indicó.
Para la reconstrucción se utilizó un colgajo libre, es decir, un músculo extraído de la espalda de la paciente que fue trasplantado a la pierna afectada. "Este tipo de cirugía no es común y requiere un equipo especializado debido a la complejidad del trauma", comentó Quispe. "No se trata solo de curar localmente, ya que la pérdida de tejido era muy grande; fue necesario utilizar tejido de otra parte del cuerpo, distante a la pierna", detalló
El equipo médico estuvo compuesto por los doctores Marcelo Mackfarlane y Joaquín Pefaure, quienes viajaron desde Buenos Aires para colaborar en la intervención. "Este es el quinto colgajo microquirúrgico que se realiza en Jujuy, pero solo el segundo de esta complejidad en la Clínica Fátima", destacó el cirujano plástico local.
El éxito de la cirugía inicial abre la puerta a una recuperación prometedora para la joven. Explicó que si la paciente tiene los resultados esperados en las próximas 48 horas, podría posteriormente someterse a una cirugía ortopédica adicional, donde se colocaría una prótesis a medida dentro de la tibia para reemplazar la porción faltante de hueso, ya sea con injerto óseo propio, del tejido cadavérico o una prótesis, midiendo lo que falta con tomografía y haciéndola a medida, algo con lo cual -aseguró- tiene buenos resultados. Esto le permitirá evitar una amputación y quizá volver a caminar.
El procedimiento, que duró varias horas, consistió en unir vasos sanguíneos a la pierna y esperar que hagan lo propio lo que tiene de músculo que se sacó de la espalda y se colocó en la pierna, de modo que el colgajo trasplantado se mantenga vital durante las primeras 48 horas. "Este es un paso crucial", comentó el especialista. "Si los vasos permanecen funcionales, podremos proceder con la siguiente etapa de la recuperación" , explicó el cirujano jujeño.
A pesar de que los médicos jujeños cuentan con entrenamiento en este tipo de cirugías, la participación de los especialistas de Buenos Aires fue fundamental, según destacó el médico, quien sostuvo que pide cuando se trata de algo complejo, cuando no tiene músculos ni con qué reconstruir un trauma grave que le falta mucho tejido, porque a veces también hay que hacer by pass. "Estos procedimientos requieren un equipo con práctica constante, debido a la complejidad y rareza de los traumas microquirúrgicos graves", concluyó Quispe.
El equipo quirúrgico también contó con la participación de los instrumentistas Macarena Leniz y Emilse Gerónimo, bajo la coordinación de Sandra Isasmendi. Ahora solo queda esperar el resultado de las primeras 48 horas postoperatorias para evaluar el éxito de la intervención y planificar los próximos pasos en la recuperación del paciente.
