Hasta el 10 de este mes estará disponible en el Centro Cultural "Héctor Tizón"(Hipólito Yrigoyen esquina Junín) la muestra fotográfica "Tejiendo historias del Gran Chaco" (Mujeres artesanas del Gran Chaco Americano), de Nicolás Heredia, quien visitó Jujuy por unos días para presentar también su libro fotográfico "Raíz y Cielo" en este mismo espacio.
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Hasta el 10 de este mes estará disponible en el Centro Cultural "Héctor Tizón"(Hipólito Yrigoyen esquina Junín) la muestra fotográfica "Tejiendo historias del Gran Chaco" (Mujeres artesanas del Gran Chaco Americano), de Nicolás Heredia, quien visitó Jujuy por unos días para presentar también su libro fotográfico "Raíz y Cielo" en este mismo espacio.
La muestra refleja a mujeres artesanas, abuelas, madres e hijas de una cultura milenaria que transmite de manera oral y práctica su arte. Al comienzo, más allá de lo que la memoria puede recordar, esas artesanías eran parte de los elementos cotidianos creados para su uso en las necesidades de la comunidad, hoy se ha transformado en arte decorativo que no siempre es usado o valorado en la cotidianeidad de la comunidad.
Esta muestra le pone una cara y contexto a eso que estamos consumiendo y colgando en nuestros hogares, saber cómo son las manos que las realizan, los ojos que la ven nacer y lo curtido de sus pieles por el abrasador calor de los veranos en la vasta zona del Gran Chaco Americano.
"Raíz y Cielo", el libro de Heredia, muestra cómo los habitantes del monte chaqueño están a merced del tiempo, como las semillas de sus árboles nativos. La vida no es fácil: falta el agua y el viento cálido baña todo en polvo, reseca la piel y envejece prematuramente al ser humano. Indígenas y criollos comparten no solo el suelo en el que viven, sino también toda una existencia sin cronología; fue recién con la llegada del "hombre blanco" cuando comenzaron a preguntarse por sus edades y a celebrar sus cumpleaños. Son hijos del monte. Todavía se puede ver a infancias jugando dentro de él, se oyen sus risas desde la copa de los árboles o detrás de los arbustos... la risa, algo tan universal, que trasciende idiomas, religiones y etnias. "Él nos da lo que necesitamos", una frase que repiten tanto indígenas como criollos. Él es generoso, a veces es severo; a veces, complaciente y cálido; con días abrasadores y noches extremadamente frías; cubierto por una cúpula azul llena de miles y miles de estrellas. Él el majestuoso, Thañy -así se denomina al Impenetrable en lengua wichí- es más que una madre o un padre, lo es todo: vida y muerte. Dignidad, cultura, humanidad, costumbres y tradición es lo que nos dejan milenios de vivencia indígena dentro del monte y unos siglos de convivencia con los criollos. Tierra de vida, inhóspita y llena de magia y de rincones por descubrir; así es el Impenetrable Chaqueño. Durante doce meses recorrí sus comunidades y poco a poco fui sensibilizándome con su gente, sus miradas y su cultura. Seres sin tiempo, llenos de historias que nos miran y nos hacen reflexionar sobre cuánto sabemos de ellos y de nosotros mismos.
Sobre el artista
Nicolás Heredia estudió en el Iset 18. Trabajó como diseñador y reportero gráfico en el diario El Ciudadano. Su libro "Peregrino" (2016), sobre la Semana Santa en Tilcara, fue reconocido y expuesto internacionalmente. En 2017, tras visitar el campo de refugiados La Jungla de Calais, creó el documental "Las marcas del éxodo" y la muestra "El reflejo social", presentados en 2021.