Tuvieron su merecido reconocimiento en el estadio "23 de Agosto", donde brillaron con luz propia. En el entretiempo del "clásico del Norte", dirigentes, cuerpo técnico y jugadores que defendieron los colores de Gimnasia en la temporada 93/94 ingresaron a la cancha y fueron aplaudidos como pocas veces se escuchó.
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Tuvieron su merecido reconocimiento en el estadio "23 de Agosto", donde brillaron con luz propia. En el entretiempo del "clásico del Norte", dirigentes, cuerpo técnico y jugadores que defendieron los colores de Gimnasia en la temporada 93/94 ingresaron a la cancha y fueron aplaudidos como pocas veces se escuchó.
Y los más emocionados no fueron los mayores, sino los más jóvenes. A diferencia de nosotros -en el caso puntual haciendo las coberturas- que vimos en acción aquel maravilloso equipo en su andar ganador del viejo Nacional B, los chicos observaron algunos videos con escasa definición y conocieron la historia por sus padres o parientes que solían cantar "todos los domingos vengo a ver al Matador".
El presidente Raúl Ulloa y su comisión directiva, después que el "lobo" lograra al certamen de ascenso, decidieron que Francisco Ferraro fuese el encargado de comandar el barco. "Pancho", un sobrio marcador central, estaba trabajando en Deportivo Español. Aceptó el desafío y comenzó a escribirse la historia dorada de los "albicelestes", que incluyen tres décadas en el fútbol afista.
El plantel se conformó con la base que obtuvo el Confraternidad y sumaron refuerzos que se acoplaron de la mejor forma, ganando de punta a punta el torneo. Quilmes siempre corrió de atrás y, más allá de la preferencia palpable de la prensa de Buenos Aires, fue este equipo humilde del Norte quien dio el golpe.
Y en la última fecha, en Jujuy, enfrentaba a Central Córdoba de Rosario. Con un estadio repleto, Gimnasia goleó tres a cero y cerró una campaña inolvidable.
La formación inicial aquel día estuvo conformada por Fabio Moreyra; Luis Lobo, Héctor Arzubialde, Alfredo Riggio, Darío Dómene; Miguel Ibáñez, Sergio Priseajniuc, Alejandro González; Manuel Guerrero, Carlos Rosas y Mario Lobo. El "Chato" Rosas marcó dos goles y Mario, el restante.
Ulloa, en charla con El Tribuno de Jujuy, se mostró feliz por el reencuentro con los integrantes del cuerpo técnico, jugadores y dirigentes.
"Fue el premio al esfuerzo colectivo. Todos aportamos para aquel logro, con la gente siempre alentando. Un año maravilloso, inolvidable", resaltó el histórico presidente del club.
Recordó también que fue el inicio de una época dorada, ya que se mantuvo en Primera División por seis temporadas seguidas. "Hubo un línea de conducta, de trabajo, de dedicación y esfuerzo permanente", cerró el ingeniero.