El Alien Day, o Día de Alien, se celebra el 26 de abril. Esta fecha conmemora el planeta LV-426, donde se desarrolla la película "Alien: el octavo pasajero". La designación LV-426, en formato de fecha estadounidense (mes-día), resulta en 4-26, o sea, 26 de abril.
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El Alien Day, o Día de Alien, se celebra el 26 de abril. Esta fecha conmemora el planeta LV-426, donde se desarrolla la película "Alien: el octavo pasajero". La designación LV-426, en formato de fecha estadounidense (mes-día), resulta en 4-26, o sea, 26 de abril.
A 46 años del estreno de Alien: el octavo pasajero, la película de ciencia ficción y terror dirigida por Ridley Scott, protagonizada por Sigourney Weaver y estrenada en cines en 1979, introdujo a las audiencias a un universo desconocido hasta ese momento, fusionando dos géneros en una historia atrapante que fue seguida por varias secuelas y derivó en productos exitosos incluyendo cómics, videojuegos, novelas, productos de consumo y un fandom creciente en redes sociales.
Hoy los seguidores de la saga de Alien se encuentran física y virtualmente en todo el mundo para celebrar una nueva edición del “Alien Day”, la fecha que rinde tributo a la franquicia. Este año, además, las conmemoraciones conviven con la espera de la llegada a los cines de una nueva entrega que expande el universo de la saga. El 15 de agosto estrenó Alien: Romulus, un nuevo thriller de ciencia ficción y terror que vuelve a las raíces de la franquicia con una historia que se ubica justo después de los acontecimientos de la primera película.
26 de abril: solo para entendidos
Conmemorado por primera vez en 2016, el “Alien Day” se celebra cada 26 de abril debido a un dato clave dentro de la saga. En la historia de Alien: el octavo pasajero, la tripulación liderada por la teniente Ripley (Weaver) llega al planeta Acheron, conocido por su designación planetaria como LV-426, donde habitan las temidas criaturas llamadas Xenomorfos. El 26 de abril, entonces, hace alusión al número 426, entendido con el formato de fecha utilizado en Estados Unidos.
En 2016, la comunidad global de fans de la franquicia comenzó a rendirle tributo con pequeños eventos que poco a poco fueron cobrando popularidad y repercusión. A lo largo de los años, 20th Century Studios y los talentos detrás de los films se han sumado a las conmemoraciones, celebrando junto a los fans las historias, los queridos personajes y el legado único de la saga.
Alien: un antes y después en el cine de ciencia ficción
Considerada uno de los films de ciencia ficción y terror más influyentes de todos los tiempos, Alien: el octavo pasajero es la aterradora historia de una tripulación a bordo de una nave espacial comercial que aterriza en un planeta alienígena para investigar una misteriosa transmisión de origen desconocido y se encuentra con la forma de vida más mortífera del universo. Junto a Weaver, lideran el elenco Tom Skerritt, Verónica Cartwright, Harry Dean Stanton, John Hurt, Ian Holm y Yaphet Kotto.
Por su singular abordaje del género de ciencia ficción, y del subgénero de historias espaciales, así como por su impronta visual moderna y su elenco estelar, Alien: el octavo pasajero se convirtió en un éxito rotundo de taquilla, al tiempo que fue elogiada por la crítica y en la industria por sus innovadores efectos visuales. Obtuvo un premio Oscar en la categoría de Mejores efectos visuales. Con el tiempo, Alien: el octavo pasajero devino en ícono de la cultura pop, con ciertas imágenes de la película grabadas en la retina colectiva para siempre.
La historia, a su vez, se convirtió en franquicia con el estreno de sucesivos títulos: Aliens en 1986; Alien 3 en 1992; Alien: la resurrección en 1997; Alien vs. Depredador en 2004; Alien vs. Depredador 2 en 2007; la precuela de 2012 Prometeo y, por último, su secuela de 2017 Alien: Covenant.
Alien: Romulus, el futuro de la saga
Tras la deriva filosófica y existencialista de Ridley Scott en su dupla de precuelas tardías, 'Alien: Romulus' parecía el regreso de la franquicia a sus orígenes primitivos, enmarcada entre sus dos mejores ejemplos: el terror claustrofóbico y pringoso de 'Alien, el octavo pasajero' y la acción con esteroides de 'Aliens: El regreso'. Y lo cierto es que el nuevo trabajo del uruguayo Fede Álvarez consigue equilibrarse como un capítulo suelto dentro de la saga, aportando su sello autoral en los vuelos de cámara heredados del Sam Raimi de 'Posesión infernal' y en el suspense basado en el silencio de 'No respires', sin renunciar al pasado pero mirando también hacia el futuro del universo Xenomorfo.
Álvarez, apoyado por su inseparable compañero en la escritura Rodrigo Sayagues, recupera la esencia 'obrera' de la original, devolviendo el protagonismo a unos trabajadores oprimidos por el sistema que tienen que luchar contra una máquina incansable e indestructible que exprime tu cuerpo hasta que ya no queda nada de provecho para producir lo que le interesa, y después se deshace de ti. Pero, además de enfrentarse al capitalismo, los jóvenes recolectores liderados por Cailee Spaeny, 'la nueva Ripley' que cumple (salvando las siderales distancias con Sigourney Weaver) con solvencia, también se topan con el 'Alien' más letal de la galaxia. El Xenomorfo creado por HR Giger ha vuelto más en forma que nunca, con un diseño que aprovecha lo mejor del CGI y de los efectos prácticos (hasta el estudio de Phil Tippett ha aportado su granito de arena) en la mejor representación que ha tenido en la gran pantalla desde la Reina Alien de James Cameron y Stan Winston. No podemos decir lo mismo del personaje que conecta con la nave Nostromo, un deep fake poco conseguido (y bastante gratuito), ni del abuso digital que desprende su final boss a lo 'Niña Medeiros'.
'Alien: Romulus' es lo que muchos esperaban ver en 'Prometheus', lo que Ridley Scott comenzó a conceder con 'Alien: Covenant' y el mejor ejemplo de lo que hizo triunfar al videojuego 'Alien: Isolation'. Ampliar el lore de la franquicia y dar una explicación a sus muchos misterios no tiene por qué ser un galimatías repleto de agujeros y acertijos, ni está reñido con ofrecer un producto de entretenimiento e intriga con sus buenas dosis de body horror. Al final y al cabo, eso es lo que hizo grande a la original en primer lugar: el miedo a lo desconocido, a lo distinto, a lo que no podemos comprender.