Un hombre denunció que fue golpeado y amenazado de muerte por una patota, cuando se encontraba con su pareja en su puesto de venta ubicado a la vera de la ruta nacional N° 34, a la altura del cruce con la ruta provincial N° 43 en cercanías de la localidad de Los Lapachos.
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Un hombre denunció que fue golpeado y amenazado de muerte por una patota, cuando se encontraba con su pareja en su puesto de venta ubicado a la vera de la ruta nacional N° 34, a la altura del cruce con la ruta provincial N° 43 en cercanías de la localidad de Los Lapachos.
Según fuentes consultadas por este diario, días pasados en horas de la mañana la víctima junto a su pareja llegaron hasta el mencionado lugar, donde tienen un puesto de venta de frutas y verduras.
Lo que parecía ser una jornada laboral más cambió rotundamente cuando alrededor de las 9.10 llegaron tres vehículos. Se trataban de dos camionetas, una Volkswagen Amarok y la otra Toyota Hilux, además de un auto Fiat Cronos.
De los rodados descendieron ocho hombres, de los cuales algunos eran conocidos por el denunciante. La escena escaló en tensión cuando uno de los sujetos extrajo una pistola y apuntó contra el vendedor, mientras le dijo "te quedas quieto y me pagás el vidrio. Sino me pagás te voy a matar".
Ante esta situación el damnificado retrocedió y levantó las manos, en claro signo de no resistirse. Sin embargo el sospechoso lo empujó, por lo que cayó al piso y otro de los hombres comenzó a propinarle golpes de puño.
La violencia aumentó aún más cuando otros hombres empezaron a golpear a la víctima que se encontraba en el suelo, mientras intentaba defenderse de la golpiza lanzando golpes de puño a los atacantes.
El ataque continuó hasta que en un momento el damnificado recibió un golpe en la cabeza y uno de los atacantes le dijo "¿me vas a pagar el vidrio?", a lo que contestó que ya lo había hablado con ellos.
Fue el momento en el cual la pareja del denunciante intentó interceder, aunque fue sujetada por dos mujeres que también descendieron de los vehículos.
Una vez que la agresión cesó y los sospechosos se retiraron en los tres rodados, la víctima se reincorporó y junto a su pareja se dirigieron a la Subcomisaría La Ovejería, a escasos kilómetros del lugar.
En el lugar ambos narraron lo sucedido, además de mencionar con nombre y apellido a algunos de los atacantes que conocen.
Desde la unidad se comunicaron con el ayudante fiscal del Ministerio Público de la Acusación, quien solicitó iniciar con la investigación.