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13 de Julio,  Jujuy, Argentina
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De vacas a laureles: el viaje del punto cero

Miércoles, 14 de mayo de 2025 01:02

¿Has sentido sed de cosas nuevas? ¿El deseo de estar y ser desde otros lugares?

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¿Has sentido sed de cosas nuevas? ¿El deseo de estar y ser desde otros lugares?

¿Pensaste que para lograrlo, necesitás mucho dinero, que alguien te descubra, te valore o te valide?

¿Te pasó de hablar y sentir que no pudiste decir lo esencial? ¿De demostrar y quedarte con la sensación de que no alcanza?

Bienvenidos al mundo llamado Humanidad y sus programaciones: inconscientes, familiares, ancestrales y colectivas.

Bienvenidos a estos días de luna gibosa menguante, luna floral en el hemisferio norte, y aquí, en nuestro otoño sur, una luna de vientos y cosechas internas.

El otoño nos invita a la desnudez. A soltar. A mirar hacia adentro. A dejar de creer que el afuera es el verdadero obstáculo. El afuera solo encuadra. Pero el juego lo jugamos nosotros.

¿Qué estás resistiéndote a soltar? ¿A qué cambios te confrontó este mayo?

Llamé a esta columna "De vacas a laureles" porque alguna vez creí que la única verdad estaba en la religión. Después, en la ciencia. Hasta que una crisis personal abrió mi mundo: comencé a sentir las estaciones, las lunas, la sabiduría ancestral. Hoy vivo en un lugar llamado integración.

Rapunzel y la falsa madre: La mente que nos encierra como Rapunzel -cuyo nombre alude a una planta comestible y medicinal-hemos quedado atrapados en una torre mental. Nos alejamos de la intuición, del cuerpo, del sentir. Tomamos decisiones escindidas de nuestra esencia. Escucho a diario historias de parejas que no logran separarse, no por amor, sino por estructuras mentales. Personas que encienden fósforos como la vendedora de cerillas, agotando su fuego interno en intentos que no encienden la vida.

Y no se trata de negar la mente. Es maravillosa. Como lo es la energía masculina. Pero ambas -mente e intuición, masculino y femenino- requieren integración y armonía.

De la rumiación mental a la libertad interna. La mente rumiante, como la vaca, mastica una y otra vez. Procesa, repite, rumia ideas y miedos. Los laureles, en cambio, fueron símbolo de libertad y renacimiento en culturas antiguas.

La verdadera libertad es estar en el punto cero.

El punto cero gestáltico. Desde la Terapia Gestalt, el "punto cero" representa el momento de neutralidad entre una experiencia que termina y otra que aún no comienza. Un instante fértil de vaciamiento, descanso y renovación. Es donde no hay figura ni fondo, solo la presencia pura del ahora. Allí no hacemos desde la urgencia, sino desde la conciencia. Como diría Fritz Perls: "La verdadera transformación ocurre cuando uno se permite estar exactamente donde está".

Cuando nos desconectamos del amor, nos materna la mente. Cuando el amor no está presente, nos cría la mente. Pero la mente no tiene brazos, tiene razonamientos. Nos organiza, pero no nos abraza. Nos resuelve, pero no nos repara.

Este maternaje mental es eficaz, pero frío. Nos hace adultos funcionales, pero no plenos. El alma no quiere solo sobrevivir: quiere florecer.

Nombres para nuestra luna interior. Te invito a vivir tu propia luna, a escuchar tu alma estacional. A conectar con lo sagrado, sin importar si sos hombre o mujer.

En este otoño, rebauticemos la luna con nombres que nos devuelvan sentido:

Luna del Sol Interior: donde el femenino (luna) y el masculino (sol) se abrazan en introspección.

Luna de Memoria Viva: que honra lo que fue, agradece lo que es, y suelta lo que ya no sirve.

Luna de Crisol Dorado: como hojas que caen con belleza, para fundir la experiencia en sabiduría.

Luna del Viento Sabio: que limpia lo estancado y trae susurros del alma.

Luna de Recolección Interna: para cosechar lo invisible: decisiones, emociones, intuiciones.

Luna de Otoño Consciente: para detenernos, discernir y preparar el nuevo terreno vital.

Sí, merecemos los laureles. Pero gracias a las vacas que nos trajeron hasta aquí.

Porque sin lo que fuimos, no seríamos quienes somos.

Para cerrar el alma y abrir la conciencia: "El alma no envejece. Lo que envejece es la forma. La conciencia, si se cultiva, florece hasta el final"- Pamela Arraya.

"El corazón tiene razones que la razón ignora" - Blaise Pascal.

"No hay nada más creativo que el vacío fértil del alma en silencio" - Fritz Perls.

"La medicina del futuro será la medicina del alma" – Plató.

"Donde termina la ciencia, empieza el arte. Donde se une el arte al alma, nace la sabiduría" - Leonardo da Vinci (reinterpretado).

Referencias

Corominas, J. (1973). Diccionario crítico etimológico de la lengua castellana. Editorial Gredos.

Estés, C. P. (1992). Mujeres que corren con los lobos. Editorial B.

Perls, F., Hefferline, R., & Goodman, P. (1951). Terapia Gestalt: Excitación y crecimiento de la personalidad humana. Editorial Cuatro Vientos.

Naranjo, C. (1990). Gestalt sin fronteras. Cuatro Vientos.

(*) Psicóloga, Coach Ontológica, Facilitadora en Procesos Conscientes.

 

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