¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

°
14 de Julio,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

La importancia de la “atención” constante

Lunes, 14 de julio de 2025 01:04

Pon más "atención" y "buenas intenciones". Destacados atributos que mediando cuidadosamente su uso nos facilitaría enfocar con mayor criterio y mejores resultados las cuestiones que a diario enfrentamos. Más aun cuando animan buenas intenciones que hacen de la vida un camino más agradable y seguro. Aunque redunde, lo reafirmamos, "quién pone atención y buenas intenciones" tiene asegurado gran parte del éxito. Entonces, presencia y opinión serán valoradas simplemente porque partieron de conocidas sólidas bases personales: "su" actitud y coherencia.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Pon más "atención" y "buenas intenciones". Destacados atributos que mediando cuidadosamente su uso nos facilitaría enfocar con mayor criterio y mejores resultados las cuestiones que a diario enfrentamos. Más aun cuando animan buenas intenciones que hacen de la vida un camino más agradable y seguro. Aunque redunde, lo reafirmamos, "quién pone atención y buenas intenciones" tiene asegurado gran parte del éxito. Entonces, presencia y opinión serán valoradas simplemente porque partieron de conocidas sólidas bases personales: "su" actitud y coherencia.

Cuando la atención circunstancial, sostenida o prolongada está dividida, existe mayor posibilidad de equivocar la respuesta o resultado esperado. Claro, al enfocar situaciones diferentes, entran a jugar factores no tenidos en cuenta, como el agotamiento. En la "atención" están presentes el tiempo, objetivos e intensidad. También se debe considerar cuando se hace consciente, inconsciente, o es explícita. De todas formas es un fenómeno complejo y multifacético de la "conciencia" que puede variar según las necesidades.

Pero es indiscutible que nos ubica en espacio, tiempo y circunstancia, todas fundamentales a la hora de emitir una opinión, elaborar un juicio, alguna conclusión o actuar. Luego de estas primerísimas consideraciones, veamos qué puede ocurrir cuando obviamos detalles tan importantes.

De entrada digamos que al no prestar "atención", la información no será clara, ni sabremos de qué se habla, mucho menos su contenido. Con lo que careceremos de las bases para continuar la línea convocante. Y esto en épocas actuales es sinónimo de desubique, fracaso, o mínimamente un mal comienzo. Es por eso que a poco andar debemos tener en cuenta y valorar a la "atención" en cuestiones pequeñas o grandes. Porque su asistencia surge como luz poderosa que aclara las tinieblas facilitando el conocimiento de lo que se debe hacer, decir o callar. Es de enorme ayuda, prolijamente alinear los pensamientos en la forma más criteriosa, permitiendo valorar positiva y adecuadamente no solo la opinión, también nuestra presencia.

Cuando prescindimos de ella, dejamos mayor margen a la equivocación en el enfoque. Veamos.

Cuando el tema interesa por más simple o intrascendente que sea, orientamos los sentidos en esa dirección y el resultado está a la vista; todo se entiende, salen bien las cosas. Más aun cuando mínimamente estuvo presente la buena "intención" de hacerlo. También es cierto que no siempre se hacen las cosas por gusto, con frecuencia la necesidad u obligación exigen y esto acentúa el riesgo de disminuir la atención equivocando los pasos previstos. Sobreestimar el conocimiento y pensar que está todo claro cierra de alguna manera la posibilidad de profundizar o ampliar el tema que convoca. Y no es que se cierren las iniciativas, todo lo contrario, crecerán sobre el sólido terreno que proporciona el conocimiento cosechado durante el tiempo de la "atención". En lo práctico percibo a la atención como un regalo que podemos llamar receptor, que reconoce el valor ofrecido generosamente por quién "sabe" y comparte sus conocimientos.

En definitiva, está en cada uno aprovechar todo saber emanado de una fuente confiable (tema de gran valía). Por lo pronto, al menos escuchemos o pongamos "atención" a nuestra almohada (que es el Yo inconsciente) en íntimas confesiones sobre nuestro pensar y obrar cotidiano. A lo mejor tiene algo importante para decirnos.

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD