Después de dos años, nuevamente las sagradas imágenes católicas de las comunidades pertenecientes a la jurisdicción pastoral de la parroquia de Tumbaya, se reencontraron ayer para acompañar a su patrona Nuestra Señora de los Dolores en las honras.
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Después de dos años, nuevamente las sagradas imágenes católicas de las comunidades pertenecientes a la jurisdicción pastoral de la parroquia de Tumbaya, se reencontraron ayer para acompañar a su patrona Nuestra Señora de los Dolores en las honras.
Este fue el XII° Encuentro de imágenes, que en un principio se efectuaba anualmente pero con el tiempo se extendió cada dos años, ya que muchas de ellas deben transitar un largo y agotador camino desde la Puna o de los Valles hasta el pintoresco poblado quebradeño.
Para la festividad del domingo la mayoría de ellas llegó durante el rezo de la novena traídas por sus feligreses, quedando en custodia en la histórica iglesia donde la patrona fue entronizada para estar cerca de sus devotos y recibir las gracias.
Cuando comenzaba a amanecer la comunidad tumbayeña se congregó en la iglesia para el rezo del santo Rosario, la jornada soleada fue el marco ideal para las celebraciones centrales, aunque un persistente viento algo fresco obligó a los presentes mantenerse abrigados.
Alrededor de las 9.30 en la plaza central, el comisionado municipal Martín Paz junto al párroco Abraham Pereira, encabezaron el acto protocolar al cual se sumaron los visitantes y los emprendedores que ofrecían api con tortilla, empanadas, pan bollo y exquisiteces de la pastelería regional.
Asistieron también las diputadas provinciales Malena Amerise y Agustina Guzmán; el intendente de Purmamarca, Humberto López; el comisionado municipal de Huacalera, Enzo Paz; Julio Alarcón, secretario de Políticas socio educativas de la Provincia, Cristian Pérez, coordinador de la Agencia de Desarrollo Quebrada y Puna; y otras autoridades.
Desde allí se cruzaron al atrio de la iglesia, donde el párroco junto al vicario parroquial Leoncio Mamaní ofició la solemne misa, y a sus costados las imágenes de las comunidades.
Entre ellas la Virgen del Valle (Volcán), Sagrado Corazón de Jesús (Bárcena), Virgen del Rosario (León), Santa Rosa de Lima (Purmamarca), Virgen del Rosario (La Ciénaga), Virgen de Copacabana (Puerta de Lipán), Virgen de Luján (Chalala), San Miguel Arcángel (Los Colorados y Tesorero), Virgen de Fátima (Cerro Bayo), Nuestra Señora de las Nieves (El Moreno), Virgen de La Merced (El Angosto), Justo Juez (Despensa, El Chañi), Virgen del Carmen (Tiraxi), San Santiago Apóstol (Tumbaya Grande), San José (Carrizal) entre otras.
La Virgen María "nos da la centralidad de nuestra fe en el peregrinar de la vida", expresó Pereira en su meditación sobre las honras a la Dolorosa. Y agregó que su fe "es la fuente de toda la fuerza y fecundidad de la Iglesia".
Más adelante apuntó: "Como la madre estuvo junto al hijo crucificado, María fuente de fe y madre de la fe está junto a los crucificados de hoy", luego preguntó a la feligresía: "¿Quiénes son los crucificados de hoy?", respondiendo los pobres, ancianos, los que menos tienen o el compañero de trabajo.
Y concluyó: María "con su vida nos enseña a caminar los senderos de la esperanza, del amor y de la fe; con su actitud nos dice sí, a Dios y a nosotros todos los días".
Al finalizar la eucaristía, autorizó el inicio de la procesión con la patrona parroquial y las imágenes visitantes, el recorrido se extendió mayormente por los sectores barriales al norte del pueblo, posteriormente regresó bordeando la ruta nacional 9 hasta el predio Miguel Ramos, y desde allí nuevamente al templo.
Bandas de sikuris y cuarteros antecedieron la columna, a lo largo del trayecto el párroco acompañó bajo el calor, compartiendo la alegría del encuentro que cada dos años convoca mayor cantidad de personas manifestando su fe y devoción.
Después del almuerzo comunitario en el Salón parroquial, la feligresía regresó a sus casas y también las sagradas imágenes.