No le interesa que sus trabajos se expongan, y cuando le hablan de dinero por sus obras, siente que lo limitan. Pero vive del arte, y todo lo que hace, lo hace con placer, aunque a veces reniegue de ciertas realidades. Lo positivo es que lo expresa en sus obras, y eso es sanador.
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No le interesa que sus trabajos se expongan, y cuando le hablan de dinero por sus obras, siente que lo limitan. Pero vive del arte, y todo lo que hace, lo hace con placer, aunque a veces reniegue de ciertas realidades. Lo positivo es que lo expresa en sus obras, y eso es sanador.
Sergio Villagra es artista integral, con dones innatos. Siempre dibujó y pintó, pero asegura que recién a los 16 años, fue consciente de lo que hacía desde la plástica.
No conforme con eso, sabe de música, de murales, de body paint, de escenografías, baila, etc., etc., etc. Sin embargo, se especializa en dibujo, pintura e ilustración.
Hoy es el director artístico de FM La Voz del Cerro, donde además se encarga de la ambientación, con sus dibujos; trabaja en el Espacio Joven, en Casa Joven La Salle; y está a cargo del centro cultural "El Cerro" ubicado en el B° Cerro las Rosas, en el cual pronto comenzarán a desarrollarse las actividades artísticas por el ciclo 2023. En el centro cultural trabaja junto a Daniel Chauqui, Guillermo Núñez, Gabriel Valdéz, Diego Abán, Luis Tito, Roberto Iriarte, René Caiconte y Carlos Olmos.
Conversamos con Sergio acerca de las viñetas que está publicando desde hace mucho tiempo en sus redes, Facebook e Instagram, de tenor político, social, ambiental, cultural, etc. Son muy llamativas y tienen mucha profundidad, y él dice que su único objetivo es que se vean.
"Empecé a los 16 años consciente de los que hacía en mi trabajo en la plástica, porque antes era a modo de hobbie", dice cuando comienza a contarnos su historia y su concepto del arte. Dice que siempre contó con el apoyo de sus padres, profesores y amigos, al punto que fue su abuela la que lo inscribió en el Centro Polivalente de Artes, porque "garabateaba bonito", cuenta.
A los 15 años ya hacía trabajos a pedido como copista; y a los 17 entró a trabajar a un taller de letreros donde aprendió a manejar el pincel de letras.
Un año más tarde, cuando tenía 18, "comienzo en una agencia de publicidad, porque buscaban dibujante. Era una agencia de Buenos Aires. Hice una larga cola hasta que vieron mi trabajo", recuerda, "entré como dibujante publicitario y trabajé cerca de tres años para esta empresa".
En el Espacio Joven del Colegio La Salle, que ahora se hace también en otras escuelas, "estoy trabajando con alumnos. Es un espacio especial creado para adolescentes y jóvenes, con problemas de distinta índole, y trabajamos con ellos desde las artes. Los ayudamos a formarse en actividades que a ellos les guste", explica.
Las viñetas
"Casi todos los días hago humor gráfico y/o reflexivo, por lo general en una sola viñeta, cuyas temáticas las tomo de la realidad o la realidad de gente que veo en las calles o que platica conmigo; historietas e ilustraciones alegóricas, y las que publico generalmente por Facebook e Instagram", cuenta Sergio, quien recientemente sorprendió con una viñeta alusiva a los héroes de Malvinas, y otra con la devoción de los jujeños a la Mamita del Cerro (Virgen de Punta Corral). Son de las últimas obras que va publicando, siempre con un contenido muy profundo.
Es muy crítico también de la realidad, y entonces sus viñetas también tienen este mensaje, a veces tan crudo que alguna vez alguien le pidió que lo levante de las redes.
Sergio es genuino, honesto, y a pesar de no empeñarse en "cobrar" por sus trabajos, porque considera que también sirven para aprender, logra hoy vivir dibujando, y mantenerse con esta actividad.
La Voz del Cerro está decorada con varias pinturas de distintos artistas, y muchos de sus dibujos, en grandes tamaños.
Es como que su arte lo lleva adonde está, adonde puede, y sobre todo a los adolescentes, a los que les inculca libertad.
Educación
"En el secundario llegué hasta quinto, pero no terminé porque me enojé con un profesor, soy muy crítico de la forma de enseñar incluso hoy", dice marcando su posición de entrada, al hablar de su formación.
"Hay una falencia terrible en el sistema educativo argentino, y pienso que los mismos docentes son responsables de la deserción escolar. Los mandan a rendir dibujo, música, educación física, cuando esos son espacios que ayudan a los chicos a salir de la rutina", dice.
Pero el no haber terminado el secundario no le impidió seguir estudiando. Desde hace algunos años está cursando el Profesorado de Arte, porque se anotó en el plan "25 años", para personas que quieran hacer estudios terciarios, que tengan esa edad y no hubieran concluido el nivel medio.
Dice que cuando sea profesor pondrá en práctica algo que él ya está aplicando en el Espacio Joven, y también cuando fue ayudante de cátedra en el Bachillerato 6, donde iba a la noche. Su idea es "tener afinidad con los alumnos, ser más humano, menos chapero, me ponía a la par de los chicos, los entendía, los escuchaba, y juego con ellos. Mi enseñanza parte desde el juego mismo", dice. "Jugamos mientras hacemos murales, mientras diseñamos viñetas, conversamos de música, etc.".
Cabe mencionar que esta Espacio Joven es una asociación civil, que cuenta con un equipo de profesionales, entre ellos psicólogos, ecologistas, artistas, etc.
Fiesta de los Estudiantes
Un año antes que falleciera en licencia Manuel Solá, quien fuera presidente del Ente Autárquico Permanente de la Fiesta de los Estudiantes, él lo había convocado porque tenía en mente un proyecto que les diera más protagonismo a los carroceros. “Él tenía un proyecto que a mí me gustaba y a él le gustaban mis trabajos”, expresa Sergio.
“Hablamos de los criterios que tenía que tener un jurado de carrozas. Él me había invitado a formar parte del Ente para encargarme de lo artístico, pero finalmente no se dio”, cuenta. “No me gusta la fiesta, pero sí las oportunidades artísticas que se les da a los chicos. Tenemos mucho talento en las escuelas, y no se les está dando oportunidad, porque los adultos acaparan ambiciosamente estos espacios, y los chicos quedan en segundo plano”, opina. Cabe mencionar que Sergio fue el primero en hacer las banderas napolitanas pintadas en su totalidad del “Bachi” 6, que en su momento fueron muy populares y ganaban los primeros premios. Recuerda que “me propusieron hacerla, dije que sí, me animé, y descubrí que era capaz de hacer trabajos en grandes formatos”, cuenta orgulloso. “Yo pinté sólo la primera, y los años posteriores armé equipo de chicos artistas que yo coordinaba para que las hagan”, concluyó.