Innovación y habilidad son las sensaciones que causa a primera vista la herrería artística para los amantes del arte vanguardista que combina diseño, talento y originalidad.
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Innovación y habilidad son las sensaciones que causa a primera vista la herrería artística para los amantes del arte vanguardista que combina diseño, talento y originalidad.
Históricamente, el trabajo del herrero siempre fue valorado dentro de la sociedad.
Es que el metal es la materia prima ideal con la que se puede trabajar y, luego, apreciar bellas obras con la inventiva como protagonista. La esencia de esta técnica consiste en la creación de un diseño a modo de boceto que luego se traslada al hierro en crudo y allí la imagen en 2D emerge a la realidad de la manera más minuciosa, logrando un resultado único. La paciencia está en juego para alcanzar esta técnica tan vistosa como funcional.
De encontrar el estilo adecuado se encarga Cristian Galeano, un herrero de alma que realiza esta labor con una pasión pocas veces vista. "Cuando era chico, me gustaba dibujar y calcar. Todo el tiempo estaba con la carpeta y el lápiz. Al analizar qué quería de mi futuro, decidí dibujar en papel y trasladarlo al hierro", explicó el joven teniendo como base los conocimientos metalúrgicos otorgados por la Escuela de Educación Técnica de Palpalá.
Es así que a medida que fue pasando el tiempo, la mano del artista elaboró piezas a través de líneas multiformes pero precisas y detalles que consiguieron crear distintas figuras. La originalidad comenzó a establecer un juego entre el hierro caliente y frío, que tomó el centro de la escena en este universo donde habitan portones, muebles, rejas, mesas y portamaceteros.
"Primero trabajé en talleres, luego empecé a ver de comprar lo que necesitaba para mejorar", aseguró Galeano que disfruta de darle vida al metal. Y es que a través de este material, se pueden crear elementos con diversos fines, bien sea desde productos decorativos hasta resguardar objetos industriales. La labor consiste en llevarlo a altas temperaturas para forjarlo, es decir, darle sentido para conseguir un efecto.
"Soldador puede ser cualquiera pero ser herrero artístico va un poco más allá", aseguró sobre diferenciar su tarea de la de los demás. El trabajo de los herreros artistas es una tarea más delicada y que requiere gran atención en el detalle.
"Todos los diseños son personalizados. Nunca salen dos trabajos iguales", comentó el autor de una gran cantidad de obras, luego de su primera que fue la reja para el frente de una casa. Parrillas, muebles, verduleros y organizadores con madera incluida nacieron de su taller donde lo artesanal se ajusta a las expectativas desde la materia en estado primitivo hasta el resultado final que sorprende a su autor.
"Todo lo que es forja en caliente es con la máquina, pero la forja en frío la hago con las manos, con matrices y herramientas de trabajo más pequeñas", explicó haciendo hincapié a la infaltable protección personal que utilizan como guantes, delantales y anteojos para cubrir sus ojos antes de iniciar el proceso desde el hierro en "crudo" hasta verlo pintado con todos los detalles. "Ver que de un hierro sale esa forma es el trabajo que se descubre", indicó el joven que le agrega un rulito o terminación para darle un toque de distinción.
"Hay que pensar en el espacio donde estará, por ejemplo; si es un lugar húmedo, la pieza tiene que tener un laqueado antihumedad para proteger más el hierro o si es para el jardín, se prepara la pintura para que esté bien ante las altas temperaturas o lluvias", precisó este trabajador que planifica todo desde cero hasta la ejecución; así, el ensamble de las piezas se efectúa sin imperfecciones. "Una cruz de hierro fue lo más curioso que hice en toda una noche. Se puede hacer de todo y lo que no está hecho, lo invento", afirmó más que orgulloso de su oficio.
