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Laberintos Humanos: Hacer algo

Viernes, 31 de julio de 2020 01:01

El hombre le decía al comisario Pierro que le preocupaba ese pastorcito triste al que su maestro corregía porque entendía que hablaba mal. El niño estaba triste porque, si el maestro le decía que hablaba mal, lo decía también de su abuelito. Desde pequeño se había esforzado por actuar y hablar como su abuelo, a quien respetaba por lo tanto que sabía. Podría hablar con ese maestro, dijo Pierro pensando que, de todos modos, era algo por lo que podía hacer algo.

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El hombre le decía al comisario Pierro que le preocupaba ese pastorcito triste al que su maestro corregía porque entendía que hablaba mal. El niño estaba triste porque, si el maestro le decía que hablaba mal, lo decía también de su abuelito. Desde pequeño se había esforzado por actuar y hablar como su abuelo, a quien respetaba por lo tanto que sabía. Podría hablar con ese maestro, dijo Pierro pensando que, de todos modos, era algo por lo que podía hacer algo.

Pero no creo que el maestro le haga caso a un policía. ¿Con qué argumento lo puedo convencer que el niño habla bien?, le dijo con el sincero deseo de que le diera una respuesta, y el hombre lo hizo. Vea, le dijo a Pierro. Hay un argumento que no podrá rebatir, porque yo soy el que le puso nombres a las cosas. ¿Usted es Dios?, quiso saber el comisario. No, dijo el hombre con un evidente gesto de modestia, pero estaba a su lado cuando lo hicimos.

Fue hace mucho, pude haberlo olvidado, pero le juro que es así. Adán fue el único que estaba con Dios cuando le puso nombres a todas las cosas, dijo el padrecito recordándole al comisario algo que no había olvidado. Lo sé, dijo Pierro. También sé que es más que improbable que aquel, frente a mi escritorio en mi despacho de la seccional, pudiera ser el primero de los hombres. Lo peor, dijo Pierro, era que no quería resignarme a aceptar que pudiera estar loco alguien que cree que la tristeza de un niño demuestra que el mundo anda mal. ¿Me comprenden?, nos preguntó con la misma angustia que habrá sentido entonces.

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