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27 de Julio,  Jujuy, Argentina
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El grupo "Sisa Suyay" contiene a mujeres víctimas de abuso

Superan el centenar y la mayoría sufrió el delito en el seno familiar. Pocas lograron llegar a juicio. Se ayudan entre todas.
Viernes, 20 de noviembre de 2020 01:00

Ayer se recordó el Día Mundial para la prevención del abuso infantil. La problemática en la infancia impacta con mayor frecuencia de la que es visible y genera muchas secuelas. Un grupo de mujeres víctimas de abuso en su niñez y adolescencia, llamado "Sisa Suyay", busca contenerse entre sí para salir adelante con sus vidas. Sus integrantes coinciden en que gran parte es intrafamiliar, un porcentaje mínimo lo denuncia y menos llega a juicio y condena del abusador.

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Ayer se recordó el Día Mundial para la prevención del abuso infantil. La problemática en la infancia impacta con mayor frecuencia de la que es visible y genera muchas secuelas. Un grupo de mujeres víctimas de abuso en su niñez y adolescencia, llamado "Sisa Suyay", busca contenerse entre sí para salir adelante con sus vidas. Sus integrantes coinciden en que gran parte es intrafamiliar, un porcentaje mínimo lo denuncia y menos llega a juicio y condena del abusador.

 

Los niños y adolescentes en Jujuy pueden llamar a la línea 102 para notificar situaciones de vulneración de derechos de niños, las 24 horas.

 

"Sisa Suyay" significa flor de esperanza y renacer, y por ello se nombró así al grupo que se formó hace un par de años por iniciativa de Daniela Delgado, a quien se fueron uniendo muchas luego de ver su testimonio en televisión; actualmente supera un centenar de integrantes.

"La mayoría sufrió abuso infantil por parte de familiares, uno que otro caso fueron de personas conocidas pero de afuera", explicó Ángeles Flores Ayala, integrante.

En el grupo hay una parte que tiene denuncias realizadas y está a la espera de algún resultado para llegar a juicio, viven pendientes de Fiscalìa en la búsqueda de justicia. "Son contados los casos que llegaron a juicio y tuvieron condena. Y hay chicas mayores con familias que nunca realizaron la denuncia por miedo, por vergüenza, miedo a perder el trabajo o por no querer volver a remover todo", explicó.

"De diez denuncias, cuatro apenas llegaron a juicio y a buen puerto, son muy pocas", agregó y explicó que necesitan ayuda legal, ya que cuentan sólo con la orientación de una integrante que es estudiante.

Es que aseguró que cada una tiene su tiempo, no todas denuncian y algunas no llegan a contárselo a alguien de la familia o profesional porque encuentran prejuicios.

"Todos los días tenemos ingresos al grupo", dijo Ángela. La idea es más que nada estar y escuchar porque se trata de una lucha diaria por la transformación, una mejor vida, libertad, y una mirada más allá de lo que les pasó para superarlo.

Explicó que las reuniones en pandemia se volvieron virtuales, y una vez por semana por videollamada inteactuaban y ahora volvieron a activar la presencialidad. "Cada una planteaba la problemática de la semana, algunas por el perdón, otras por el recuerdo, otras por lo que no tienen ayuda familiar, están solas, las dejaron de lado. Se va hablando y de acuerdo a eso se va hablando, se está constantemente levantando el ánimo".

Es clave la identificación como víctimas de abuso, porque a muchas las limitaron no solo la vergüenza y el temor, sino que no pudieron expresarlo en su entorno ni pedir ayuda. Es que muchas veces se encuentran con prejuicios y son cuestionad

"Me tocó ir a una psicóloga y lo único que me supo decir es por qué aguanté tanto tiempo. La realidad es que yo no necesitaba esa pregunta de una psicóloga, sino que me escuche y que después me guíe a otro rumbo", expresó su experiencia.

Por eso destacó la labor del grupo que consciente de esto escucha, se despoja de prejuicios y se apoya. "Ponemos el hombro, estamos ahí, las escuchamos, lloramos y nos levantamos entre todas. Nos alentamos día a día para tener una buena vida, ser felices, libres, salir adelante. Es inspirarnos, construir y transformar nuestra vida", afirmó.

Las secuelas no son pocas. Por eso una forma de accionar es desarrollar capacidades de autoprotección a edad temprana y es clave el Programa Nacional de Educación Sexual Integral (ESI) aprobado por ley pero que aún no se aplica en todo el país.

“El sufrimiento de la mujer abusada es muy fuerte”

ÁNGELES AYALA, DEL GRUPO “SISA SUYAY”

Como víctima e integrante del grupo explicó que el abuso genera mucho daño y en la sociedad en la actualidad, a veces, se relativiza el tema, desconociendo el dolor a pesar del tiempo transcurrido. “En realidad el sufrimiento de la mujer abusada es muy fuerte, muy doloroso. Casi el cien por ciento del grupo en algún momento llega al punto de querer suicidarse”, explicó Ángeles Ayala.

Por ello contó su dolorosa experiencia buscando visibilizar el impacto que significa para las víctimas de abuso, que a muchas de ellas marca desde la niñez y por mucho tiempo. “Yo he sufrido abuso psicológico desde los siete años hasta los once, y desde los once años hasta los treinta tuve violaciones con acceso carnal. Ahora me preguntan ¿por qué tanto tiempo? Pero en toda mi niñez me manejó, me manipuló”, dijo. Explicó que los agresores se valen del miedo y la manipulación para silenciarlas desde la infancia, que es más fuerte cuando el abuso se da en el ámbito intrafamiliar. 

Ponderó que el grupo logró para muchas que pudieran dar ese paso, vivir sin culpa, una tarea en la que también se encuentra avanzando. Sostuvo que es clave entender que las víctimas no tuvieron culpa, y también lograr justicia y que el abusador llegue a juicio para poder superarlo, pero que a veces no se da porque se trata de un caso intrafamiliar. Sin embargo, insistió en que es más imperioso lograr reconstruirse y salir adelante. Instó a las víctimas a contactarse por Facebook e Instagram, Sisa Suyay, o al 3885 73-5047.

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