Tenaz, aventurero, visionario, fueron algunas de las fuertes características que tenía don Froilán "Pichi" Cabezas, quien falleció a los 97 años, que los cumplió paradójicamente el Día del Camino, el 5 de octubre, justo él, quien fue uno de los que descubrió e impulsó el Paso de Jama para conectar a Jujuy con el norte chileno y el océano Pacífico.
inicia sesión o regístrate.
Tenaz, aventurero, visionario, fueron algunas de las fuertes características que tenía don Froilán "Pichi" Cabezas, quien falleció a los 97 años, que los cumplió paradójicamente el Día del Camino, el 5 de octubre, justo él, quien fue uno de los que descubrió e impulsó el Paso de Jama para conectar a Jujuy con el norte chileno y el océano Pacífico.
Siempre de buen humor, don "Pichi", un hombre sencillo y humilde, guardaba cientos de anécdotas y cuando encontraba confianza las relataba hasta con el mínimo detalle.
En su casa del barrio 12 de Octubre archivaba todo lo que hizo para lograr la apertura y reconocimiento del Paso de Jama.
Su equipo de radioaficionado quedó intacto. Con él empezó su amistad con los chilenos, con quienes se comunicaba sin el obstáculo de la Cordillera de Los Andes.
Cabezas, nacido en Abra Pampa, en la Puna jujeña, quería conocer el mar. En unas de esas charlas, don Froilán contaba que veía el mapa y las distancias eran mínimas, y no dejaba de pensar la manera de pasar y conocer a esos amigos que tenían una frecuencia y el mar.
Por 1960 empezó esa inquietud de encontrar un camino para conocer e ingresar a Chile. Con los años conoció a Oscar d’Oliveira, Vicente Cicarelli, Walter Gronda y Luis Fado Zamar, entre otros, y con el tiempo a varios chilenos que reconocieron la labor y tenacidad del grupo de jujeños que proyectó el Paso de Jama, paso fronterizo que hoy es una realidad, y que don Froilán como D‘Oliveira y otros pudieron ver concretado y celebrar un sueño cumplido, luego que años y años anduvieron presentando su proyecto. Pasaron varios gobiernos, la obra de Jama era lenta, hasta que este paso fronterizo fue inaugurado oficialmente el 6 de diciembre de 1991 y pavimentado desde fines del 2005. Une la región de Antofagasta con la provincia de Jujuy a través de la ruta 27-CH de Chile y la ruta nacional 52 de Argentina.
Este paso fronterizo entre Chile y Argentina está ubicado a 4.200 metros sobre el nivel del mar y, con el tiempo se constituyó en un sector estratégico del Corredor Bioceánico, uniendo a puertos del Atlántico con los del Pacífico.
Don Froilán pudo ver cada paso concretado de su histórica aventura.
El sueño de un camino del futuro
Don Froilán Cabezas asistía donde lo invitaban, sea un acto, una distinción, siempre acompañado por su familia y sus nietos. Además, le gustaba viajar y también era invitado y muy reconocido en Chile y en Brasil.
En un acto años atrás junto a Oscar d"Oliveira, fueron homenajeados por ser impulsores del camino del futuro.
En una de esas charlas, antes del acto, conversó con este diario sobre si recordaba cuándo comenzó con la travesía de cruzar a Chile. “Soy el más antiguo, el paso a mula fue la hazaña. Salía de Pirquitas, era menor de edad y trabajaba de chofer. Fui primero apenas me enrolé, Pirquitas le daba un certificado a cualquier persona que iba con su documento y le entregaba un camión sin un peso. Entonces a mí me tocó un camión que sacó Florencio Viera, que era de Abra Pampa. Trabajé con ese hasta que compraron grandes camiones. Entonces yo resolví hacer a caballo el viaje que soñaba cumplir, cruzar al mar. Tenía dos caballos y una mula hermosa que parecía peruana y con otro muchacho Liquín, el que me conoció de chico, salimos a buscar el paso (a Chile). Hacíamos 30 kilómetros y se nos venía la tarde, la noche y no era posible. Pero lo mismo decíamos "anda vos, pero tráeme corderito’ decía el administrador de las minas. Una vez que salí de la mina, buscamos otros caminos por donde entrar. Encontramos un camino, una barranca entre dos cerros y corría viento, se levantaba la nieve hasta arriba y para pasar por ahí había que romper la nieve. Tengo muchas anécdotas, nunca dejé de soñar”, recordaba.