Cansados de tener que vivir encerrados en sus casas, un grupo de vecinos del barrio Güemes de la ciudad de San Pedro denunció la falta de control, los disturbios y el "libertinaje" que se vive en la zona norte de la ciudad, los días domingo, a raíz de la realización de los bailes de fin de año y Carnaval en el Club Atlético Providencia.
inicia sesión o regístrate.
Cansados de tener que vivir encerrados en sus casas, un grupo de vecinos del barrio Güemes de la ciudad de San Pedro denunció la falta de control, los disturbios y el "libertinaje" que se vive en la zona norte de la ciudad, los días domingo, a raíz de la realización de los bailes de fin de año y Carnaval en el Club Atlético Providencia.
Como todos los años, la alegría y el festejo para algunos se convierte en la pesadilla y el sufrimiento para las familias que viven alrededor de "Provi". Un baile dominguero que arranca antes de las fiestas de fin de año y que se extiende por todo el mes de enero y febrero hasta pasado el carnaval.
Los domingos de "Provi" son como una tradición para todos aquellos amantes de las festividades carnestolendas en la "Perla del Ramal". Sin embargo, muchas familias y vecinos, mayores de edad, no pueden acreditar que a pesar de sus reclamos por este baile, que ya viene desde hace más de dos décadas, todavía nadie los haya escuchado.
Peligro para todos
SUCIEDAD. LOS ASISTENTES TOMAN ANTES Y DESPUÉS DEL BAILE EN LOS ALREDEDORES DEL TINGLADO DEL CLUB SAMPEDREÑO.
En un principio, recordaron, el pedido era por los ruidos molestos por el alto volumen de la música. Pero con el tiempo eso quedó en un segundo plano, ya que ahora, lo que más molesta y en algunos casos atemoriza a las mujeres que viven en las calles aledañas al club, es la presencia permanente de jóvenes en las calles y veredas consumiendo bebidas alcohólicas. Muchos de ellos en total estado de ebriedad, agresivos, haciendo sus necesidades en la vía publica, sin ningún tipo de pudor ni respeto por las personas que allí viven.
Después de tener que aguantar todo el domingo a la tarde el ruido y la masa de jóvenes ávidos de fiesta, se produce los que los propios vecinos han denominado "éxodo de borrachos": cientos de personas, en su mayoría jóvenes, tanto hombres como mujeres, se retiran del baile, ocupando totalmente la avenida 9 de Julio, en sus dos carriles, con el peligro que esto acarrea.
Otros tantos, bajo los efectos del alcohol, se suben a sus autos y motos, sin medidas de seguridad y se desplazan a alta velocidad por una avenida que es la más concurrida del acceso norte a San Pedro.
Todo esto parece ser una película repetida para los vecinos de barrio Güemes, que no se resignan a reclamar por esta cuestión.
Frecuentes disturbios
"No es justo que el día de descanso, tengamos que vivir encerrados en nuestras casas, por un baile", dijeron, agregando que no están en contra de que los jóvenes se diviertan, pero que lo hagan sin perjudicar a nadie.
Piden mayor presencia policial y control, ya que cuando se desarrolla el baile, hay más gente afuera que adentro.
Finalmente, los vecinos comentaron a este matutino que son reiterados los disturbios al final del baile. Este último domingo se produjo un enfrentamiento entre dos grupos que se agredían con piedras y golpes de puño, generando temor en todos los vecinos de este sector.