La oposición venezolana convocó a un paro cívico nacional de 24 horas el próximo jueves como parte de una "ofensiva final" para obligar al presidente Nicolás Maduro a dar marcha atrás en la elección, el 30 de julio, de una Asamblea Constituyente.
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La oposición venezolana convocó a un paro cívico nacional de 24 horas el próximo jueves como parte de una "ofensiva final" para obligar al presidente Nicolás Maduro a dar marcha atrás en la elección, el 30 de julio, de una Asamblea Constituyente.
Animada por 7,2 millones de votos de un plebiscito simbólico que hizo el domingo contra Maduro, la oposición anunció el inicio de la "hora cero", estrategia con que espera presionar un desenlace del conflicto tras casi cuatro meses de protestas que dejan 96 muertos.
El paro cívico -paralización de actividades formales e informales- será un "mecanismo de presión y preparación para la escalada definitiva que será la próxima semana", dijo el diputado Freddy Guevara en rueda de prensa de la oposición.
"Vamos a enfrentar el fraude constituyente y lograr la restitución del orden constitucional" en Venezuela, agregó, al proclamar la votación como un "triunfo extraordinario".
Como parte del plan, el Parlamento, de mayoría opositora, nombrará el viernes a nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), al que acusa de dar un "golpe de Estado" con fallos que socavaron las facultades del Legislativo.
Además, la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) firmará mañana un compromiso para un futuro "gobierno de unión nacional".
"Son medidas necesarias, pero no suficientes para hacerle sentir a Maduro que debe retirar la Constituyente. ¿Qué le puede hacer entender eso? Una declaración institucional de la Fuerza Armada", dijo el analista Luis Salamanca.
El gobierno de Maduro, para cuyo sostén son claves la Fuerza Armada y el TSJ, desconoce los resultados del plebiscito, señalando que no es vinculante y que fue "ilegal" por no tener aval del poder electoral, acusado también de oficialista.
Disposición al diálogo
Pese al anuncio de la ofensiva, a 13 días de la elección de los asambleístas, la MUD se dijo dispuesta a dialogar si Maduro retira su proyecto, con el que según ella pretende consolidar "una dictadura".
"Si el régimen acata la decisión soberana del pueblo, retira su propuesta constituyente, los venezolanos y su dirigencia estamos dispuestos (...) a discutir de manera abierta y transparente, sin manipulaciones ni engaños, de frente al país con propuestas serias", subrayó.
A fines del año pasado y tras fuertes tensiones, el gobierno y la oposición abrieron un diálogo, con el auspicio del Vaticano, pero la negociación duró apenas un mes, pues ambos se acusaron de incumplir pactos acordados.
Siete millones de venezolanos
Más de 7 millones de venezolanos votaron en contra de la Asamblea Constituyente impulsada por el presidente Nicolás Maduro para reformar la Carta Magna, en una consulta popular organizada por la oposición.
La comisión de rectores universitarios informó que tras computar el 95 por ciento de las actas se contabilizó una participación de 7.186.170 de electores que rechazaron la Constituyente en la consulta llevada a cabo al margen del sistema electoral formal.
La rectora de la Universidad Central de Venezuela, Cecilia García Arocha, entregó las cifras de la participación, que deberán ser sometidas a una auditoría posterior para descartar cualquier voto doble.
Los venezolanos que participaron en el plebiscito respondieron a tres preguntas. Una apuntaba al rechazo a la Constituyente convocada por Maduro; otra, preguntaba si se le demandaba a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana "obedecer y defender la Constitución"; y la última, consultaba si se aprobaba la renovación de los poderes públicos y la formación de un gobierno de unidad nacional.
Ataque del oficialismo
Dirigentes oficialistas anunciaron que presentarán pruebas de supuestas votaciones fraudulentas y criticaron que la oposición decidiera quemar los registros de la consulta con el argumento de evitar represalias contra los votantes.
“¿Qué van a auditar?, ¿cenizas? No puede el país seguir sometido a la burla permanente por parte de la oposición”, declaró la excanciller Delcy Rodríguez.
En un pulso con la oposición, el oficialismo también movilizó masivamente a sus seguidores el domingo en un simulacro de la elección, prevista el 30 de julio, de los 545 asambleístas de la Constituyente. El gobierno lo calificó de “histórico” por su participación.
El reto de la oposición es servirse del plebiscito para masificar la protesta y “fracturar al adversario” para “presionar una negociación que lleve a una oportunidad pacífica de cambio”, según Luis Vicente León, analista.
A su vez, el desafío del gobierno es evitar una baja participación en la elección de la Constituyente, porque de lo contrario nacería sin “legitimidad”.
Apoyo internacional
La consulta opositora contó con apoyo de Naciones Unidas, de la Organización de Estados Americanos (OEA), de Estados Unidos y de gobiernos de América Latina y Europa.
Estados Unidos expresó satisfacción por la “enorme participación” que tuvo y que consideró un mensaje “inconfundible” en contra de Maduro.
La Unión Europea (UE), así como los gobiernos de España, Alemania, Canadá, México y Brasil, pidieron a Maduro suspender o reconsiderar la convocatoria a la Constituyente.
El tema será tratado “seguramente” por el presidente colombiano Juan Manuel Santos con su colega cubano Raúl Castro, según Bogotá.
Los expresidentes Jorge Quiroga (Bolivia), Vicente Fox (México), Andrés Pastrana (Colombia), Laura Chinchilla y Miguel Ángel Rodríguez (Costa Rica), observadores del proceso, pidieron a la comunidad internacional avalar el plebiscito para evitar la violencia en Venezuela y ponerle fin a la crisis que atraviesan hace más de ocho meses.