El Gobierno de Mauricio Macri dio a conocer ayer nuevas medidas para reforzar la seguridad en torno a la Casa Rosada, luego de que días atrás un auto irrumpiera en el ingreso principal del edificio y dejara al descubierto las fallas en la custodia.
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El Gobierno de Mauricio Macri dio a conocer ayer nuevas medidas para reforzar la seguridad en torno a la Casa Rosada, luego de que días atrás un auto irrumpiera en el ingreso principal del edificio y dejara al descubierto las fallas en la custodia.
Fuentes oficiales confirmaron a NA que habrá un recambio de personal policial y mayor presencia de efectivos de seguridad en los alrededores, mientras que ya están en marcha las licitaciones para modernizar el sistema de cámaras de seguridad de todo el perímetro del palacio gubernamental, el ingreso con controles biométricos y un nuevo centro de monitoreo de la Casa Militar, las que se espera estén resueltas antes de fin de año.
Las medidas responden al episodio que tuvo lugar el pasado miércoles 21 de junio a la madrugada, cuando un automóvil atravesó el portón de acceso de la calle Balcarce 50 e ingresó hasta la Casa de Gobierno, lo cual fue registrado por las cámaras de seguridad en un video que se difundió este jueves.
El encargado de la seguridad presidencial es el secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis, de quien depende la Casa Militar, a cargo del general José Luis Yofre: con el aval de ambos se dispuso remover a los dos efectivos de la Policía Federal que estaban de custodia esa noche "por mal desempeño de sus funciones", ya que habrían reaccionado con lentitud.
Por su parte, el juez federal Sergio Torres requirió ayer a Yofre que le presente un plan de medidas "en el corto, mediano y largo plazo en torno a la seguridad de la Casa Rosada y de los funcionarios y empleados que allí cumplen funciones laborales".
Según indicó Torres, el pedido fue elevado ante la "magnitud de lo acontecido en la sede del Poder Ejecutivo".
Sobre el conductor del auto
Mientras tanto, el conductor del automóvil Renault 19 que protagonizó el hecho permanece alojado en la cárcel de Ezeiza en el marco del programa "Prisma" de salud mental: es que, al realizar averiguaciones, se comprobó que estuvo tres años bajo tratamiento psiquiátrico y había dejado de tomar su medicación al momento del hecho. Se encontraba en tratamiento ambulatorio y habría consumido drogas.
En tanto, por orden del juez se realizó un allanamiento a su vivienda en el que se encontró que tiene certificado de discapacidad.