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5 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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Pacaá

Miércoles, 18 de enero de 2017 01:31

Pacaá

Paca

¡Buen día! ¿Pacaá? Excepto para algunos de nuestro norte litoraleño, la palabra suena rara. Llamado también ipacaá, su nombre tiene que ver con el estridente sonido que emite, sobre todo al salir el sol y en el ocaso.
Yo tampoco lo conocía, hasta que alguien me acercó "Los años del pacaá", un librito del conocido profesor Omar H. Zenoff, hombre de Las Breñas, Chaco.
Según leo en la solapa, su nombre científico es Aramides Ypecaha y vive próximo a los esteros. Pertenece ornitológicamente al orden de los rálidos o raliformes, familia de aves zancudas, patas más o menos largas, alas relativamente cortas y poco funcionales. Su cuerpo es ligeramente comprimido. Sus patas tienen tres dedos bien desarrollados y un pulgar corto y más alto que aquellos. Puede alcanzar hasta cuarenta centímetros de altura. Su plumaje en la cabeza y elpecho e de color grisáceo azulado, sus alas y parte superior del cuerpo, marrón, y la cola negra. Sus patas son rojas, al igual que sus ojos y el pico amarillo limón o también anaranjado en algunos casos.
La hembra, leo también, pone huevos cuya cáscara es de color marrón con puntas blancas. Se alimenta de bactracios y tiene predilección por los huevos que consigue en sus largsa recorridas bordeando los esteros, donde busca nidos y pichones de otras especies. Agreguemos, para aproximarnos a su imagen, que tiene un cierto parecido a la cigüeña, aunque de menor tamaño y con mucho más color. Algo especialmente destacable en este animalito es su capacidad de imitar los sonidos de otros animales. Una página de Zenoff lo alcara: "Con el correr de los años comrpbaríamos que este animal tenía la facilidad de imitar distintos sonidos: mugir como las vacas, lo aprendió debido a que frente a casa existía una carnicería y a veces traían la hacienda en camiones jaula y los estacionaban por varias horas en el lugar; así captó los murigos y los imitaba con una fidelidad increíble. También hacía como el golpeteo de una puerta, como las gallinas, como las guineas y, por circusntancias muy especiales, aprendió a imitar el arrullo de las palomas..."
¡Hasta mañana!

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¡Buen día! ¿Pacaá? Excepto para algunos de nuestro norte litoraleño, la palabra suena rara. Llamado también ipacaá, su nombre tiene que ver con el estridente sonido que emite, sobre todo al salir el sol y en el ocaso.
Yo tampoco lo conocía, hasta que alguien me acercó "Los años del pacaá", un librito del conocido profesor Omar H. Zenoff, hombre de Las Breñas, Chaco.
Según leo en la solapa, su nombre científico es Aramides Ypecaha y vive próximo a los esteros. Pertenece ornitológicamente al orden de los rálidos o raliformes, familia de aves zancudas, patas más o menos largas, alas relativamente cortas y poco funcionales. Su cuerpo es ligeramente comprimido. Sus patas tienen tres dedos bien desarrollados y un pulgar corto y más alto que aquellos. Puede alcanzar hasta cuarenta centímetros de altura. Su plumaje en la cabeza y elpecho e de color grisáceo azulado, sus alas y parte superior del cuerpo, marrón, y la cola negra. Sus patas son rojas, al igual que sus ojos y el pico amarillo limón o también anaranjado en algunos casos.
La hembra, leo también, pone huevos cuya cáscara es de color marrón con puntas blancas. Se alimenta de bactracios y tiene predilección por los huevos que consigue en sus largsa recorridas bordeando los esteros, donde busca nidos y pichones de otras especies. Agreguemos, para aproximarnos a su imagen, que tiene un cierto parecido a la cigüeña, aunque de menor tamaño y con mucho más color. Algo especialmente destacable en este animalito es su capacidad de imitar los sonidos de otros animales. Una página de Zenoff lo alcara: "Con el correr de los años comrpbaríamos que este animal tenía la facilidad de imitar distintos sonidos: mugir como las vacas, lo aprendió debido a que frente a casa existía una carnicería y a veces traían la hacienda en camiones jaula y los estacionaban por varias horas en el lugar; así captó los murigos y los imitaba con una fidelidad increíble. También hacía como el golpeteo de una puerta, como las gallinas, como las guineas y, por circusntancias muy especiales, aprendió a imitar el arrullo de las palomas..."
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