¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

°
3 de Agosto,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Tres generaciones

Viernes, 02 de septiembre de 2016 01:30
EDGARDO BAUZA. 
La familia Requena es una más de las muchas que se acercaron el Estadio Malvinas Argentinas de Mendoza para ver el duelo de Argentina y Uruguay por las Eliminatorias Sudamericanas. Sin embargo, su historia es particular y es un fiel reflejo de la pasión futbolera del Río de La Plata.
Abuelo, padre e hijo, las tres generaciones de la familia, llegaron caminando juntos a las inmediaciones del escenario del muy bonito Parque General San Martín pero lo llamativo fueron sus vestimentas, una camiseta de cada país y la unión de ambos en el más pequeño.
Enrique, el mayor de la familia, nació en el interior entrerriano y probó suerte en el país vecino donde además de ser un reconocido profesional de la medicina conoció a Irene y tuvo a un hijo llamado Diego, uruguayo él.
El nombre de Diego lo eligió Enrique. Y como es común por estas tierras fue un futbolista, un tal "Maradona", quien motivó la elección.
Dieguito creció en el país oriental y las vueltas de la vida lo llevaron a cruzar el Río de La Plata, para probar suerte como su papá pero a la inversa.
Y aquí se quedó, porque también tuvo la fortuna de encontrar el amor y tener lo más preciado, un nene y una nena.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
La familia Requena es una más de las muchas que se acercaron el Estadio Malvinas Argentinas de Mendoza para ver el duelo de Argentina y Uruguay por las Eliminatorias Sudamericanas. Sin embargo, su historia es particular y es un fiel reflejo de la pasión futbolera del Río de La Plata.
Abuelo, padre e hijo, las tres generaciones de la familia, llegaron caminando juntos a las inmediaciones del escenario del muy bonito Parque General San Martín pero lo llamativo fueron sus vestimentas, una camiseta de cada país y la unión de ambos en el más pequeño.
Enrique, el mayor de la familia, nació en el interior entrerriano y probó suerte en el país vecino donde además de ser un reconocido profesional de la medicina conoció a Irene y tuvo a un hijo llamado Diego, uruguayo él.
El nombre de Diego lo eligió Enrique. Y como es común por estas tierras fue un futbolista, un tal "Maradona", quien motivó la elección.
Dieguito creció en el país oriental y las vueltas de la vida lo llevaron a cruzar el Río de La Plata, para probar suerte como su papá pero a la inversa.
Y aquí se quedó, porque también tuvo la fortuna de encontrar el amor y tener lo más preciado, un nene y una nena.

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD