A contramano de un trámite general paupérrimo,
Independiente y
Racing Club jugaron cinco minutos finales para el infarto igualando 1 a 1 al término de un pobre encuentro disputado en el estadio "Libertadores de América", por el partido Interzonal del torneo de
Primera División.
Leandro Fernández colocó en ventaja al dueño de casa a los 40 minutos del complemento mientras que Lisandro López, a sesenta segundos del final del tiempo reglamentario, estableció la paridad mediante una espectacular chilena.
Un desarrollo por demás mediocre encontró en los últimos cinco minutos un vértigo que estuvo lejos de hallarse en armonía con los ochenta y cinco que le precedieron. El empate puede considerarse justo ya que ninguno de los dos equipos mereció alzarse con el triunfo.
El multitudinario marco que tuvo el encuentro no ofició como disparador para ninguno de los dos equipos. Un primer tiempo chato, carente de nivel y sin ninguna aproximación de riesgo concreta en toda la etapa por parte de ninguna de las dos formaciones, no hacen más que certificar la pobreza apuntada.
El complemento no cambió demasiado de tónica en cuanto a la falta de pulcritud de ambos al momento de llegar al área rival.
Los cambios implementados por sendos entrenadores intentaron mejorar la pálida imagen esgrimida en la etapa inicial procurando maquillar tan franciscana mediocridad con meros cambios de nombres.
Cuando el partido se moría inexorablemente en un cero que no hacía más que calificarlos a ambos, una intercepción de Rigoni derivó en una habilitación a Fernández que definió con exactitud ante un Saja.
La ventaja conseguida por el anfitrión era a todas luces inmerecida debido a su escasa profundidad.
Pero una descontextualizada y maravillosa pirueta del ingresado López ante un centro de Romero le colocó el resultado más acorde a un cotejo que despertó demasiadas expectativas en la previa.
A contramano de un trámite general paupérrimo,
Independiente y
Racing Club jugaron cinco minutos finales para el infarto igualando 1 a 1 al término de un pobre encuentro disputado en el estadio "Libertadores de América", por el partido Interzonal del torneo de
Primera División.
Leandro Fernández colocó en ventaja al dueño de casa a los 40 minutos del complemento mientras que Lisandro López, a sesenta segundos del final del tiempo reglamentario, estableció la paridad mediante una espectacular chilena.
Un desarrollo por demás mediocre encontró en los últimos cinco minutos un vértigo que estuvo lejos de hallarse en armonía con los ochenta y cinco que le precedieron. El empate puede considerarse justo ya que ninguno de los dos equipos mereció alzarse con el triunfo.
El multitudinario marco que tuvo el encuentro no ofició como disparador para ninguno de los dos equipos. Un primer tiempo chato, carente de nivel y sin ninguna aproximación de riesgo concreta en toda la etapa por parte de ninguna de las dos formaciones, no hacen más que certificar la pobreza apuntada.
El complemento no cambió demasiado de tónica en cuanto a la falta de pulcritud de ambos al momento de llegar al área rival.
Los cambios implementados por sendos entrenadores intentaron mejorar la pálida imagen esgrimida en la etapa inicial procurando maquillar tan franciscana mediocridad con meros cambios de nombres.
Cuando el partido se moría inexorablemente en un cero que no hacía más que calificarlos a ambos, una intercepción de Rigoni derivó en una habilitación a Fernández que definió con exactitud ante un Saja.
La ventaja conseguida por el anfitrión era a todas luces inmerecida debido a su escasa profundidad.
Pero una descontextualizada y maravillosa pirueta del ingresado López ante un centro de Romero le colocó el resultado más acorde a un cotejo que despertó demasiadas expectativas en la previa.