PURMAMARCA (Corresponsal) La paz y la tranquilidad en el pueblo del cerro de los siete colores se vieron afectadas por una serie de hechos ocurridos en los últimos días y que no sólo preocupa a vecinos de la zona, sino también a aquellos que llegan a vacacionar y buscan descansar.
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PURMAMARCA (Corresponsal) La paz y la tranquilidad en el pueblo del cerro de los siete colores se vieron afectadas por una serie de hechos ocurridos en los últimos días y que no sólo preocupa a vecinos de la zona, sino también a aquellos que llegan a vacacionar y buscan descansar.
La pequeña localidad de Purmamarca se caracterizó en muchos años por ser un lugar donde los vecinos se sentían seguros, pues muchos no precisaban echar llave en las noches ni mucho menos de día. En este último tiempo sobrevinieron algunos cambios que afectan a la cotidianeidad de los lugareños.
Hechos de robos fueron denunciados días atrás en la Seccional Nº 57 donde dos familias de turistas denunciaron que sus vehículos estacionados en las calles del pueblo habían sido violentados y habrían sustraído varias pertenencias.
No obstante un causante de preocupación fue la denuncia de J. Adet, oriundo de la provincia de Salta, quién manifestó ante autoridades policiales que de su vehículo estacionado en la intersección de avenida San Martín y Gorriti habrían sustraído un arma de fuego, entre otros elementos.
Los vecinos piden mayor seguridad ante la presencia de “mochileros” que, según dijeron, se drogan a plena luz del día.El robo a autos y camionetas estacionadas es una modalidad que adoptaron en estos últimos años personas que claramente no son del pueblo, sino aquellos malhechores que llegan desde otros puntos aparentando ser turistas y que aprovechan la cantidad de gente que en la temporada suele llegar.
Muchos casos sucedieron en este sentido y algunos turistas decidieron denunciarlos, como es el caso de un hombre que hace aproximadamente dos años recorrió las calles del pueblo gritando a todos que tengan cuidado “porque en el pueblo robaban a los autos” y que a su familia lo habían despojado de todo.
Mientras que en otras ocasiones las denuncias no son efectuadas y quedan sólo en el comentario de los vecinos, como aquellos hechos en los que también son protagonistas los lugareños, como robos de dinero, prendas y artesanías en los puestos de venta y comercios de Purmamarca, por las conocidas “mecheras”.
Alcohol y transgresión
Por otro lado, los vecinos reclaman mayor seguridad y presencia de efectivos policiales, especialmente para el control de los llamados “mochileros” que en muchas ocasiones causan disturbios y malestar en la población.
Madres y padres no pueden quedarse tranquilos mientras sus hijos juegan en los juegos de la plaza, porque muchas veces jóvenes que no son del pueblo se encuentran bebiendo bebidas alcohólicas u otro tipo de sustancias. “Se drogan a la luz del día sin importarles nada, si hay niños u otras personas conversando o tomando mate”, expresó una vecina. Por las noches el tan ansiado descanso no puede ser posible porque los “mochileros” circulan por las calles o están en alguna esquina o cerca de las quintas realizando fogatas, con leña que roban a los propios vecinos, transgrediendo cualquier tipo de normas de convivencia.
Ante todo ello es que los vecinos solicitan que desde las autoridades correspondientes se gestione inmediatamente el envío de más efectivos para un pueblo que a diario recibe cientos de visitantes y que constituye un punto turístico central para la provincia.
En la Seccional 57 sólo quedan por guardia 4 efectivos que deben cubrir una zona y una jurisdicción muy amplia con un solo móvil. Por las noches realizan recorridos, pero no pueden controlar a los jóvenes que circulan en grupos grandes y que hacen caso omiso a las órdenes de la policía cuando les solicitan que se retiren. Los efectivos de la policía turística trabajan desde las 10 de la mañana hasta las 20 y son diez, pero los fines de semana no se los ve por las calles, porque muchas veces son afectados y enviados a cubrir el enero tilcareño, dejando desprotegidas las calles de Purmamarca.