Un hombre de 45 años que caminaba por las calles de
Orán le pareció conocido a los integrantes de la
Brigada de Investigaciones de
Salta que al demorarlo comprobaron que era un peligroso delincuente fugado de la cárcel. Se trataba de José Zurita, quien había recibido una condena de 28 años de prisión y un día recibió el beneficio de "salidas temporarias" de la cárcel, pero nunca más volvió.
En su largo prontuario de delitos hay abusos sexuales, robos con arma de fuego y un homicidio. Zurita caminaba tranquilo, con las manos en el bolsillo y un "cigarrillo" en la boca como un habitante más. Nadie veía en él a una persona peligrosa hasta que se cruzó en el camino de la Brigada de Investigaciones.
Su cara les pareció conocida, de alguien involucrado en el ambiente delictivo y no se equivocaron. El hombre, de 45 años, oriundo de Tartagal, de esta manera volverá a la cárcel a cumplir la totalidad de su condena, según informó Radio Güemes de Orán.
Un hombre de 45 años que caminaba por las calles de
Orán le pareció conocido a los integrantes de la
Brigada de Investigaciones de
Salta que al demorarlo comprobaron que era un peligroso delincuente fugado de la cárcel. Se trataba de José Zurita, quien había recibido una condena de 28 años de prisión y un día recibió el beneficio de "salidas temporarias" de la cárcel, pero nunca más volvió.
En su largo prontuario de delitos hay abusos sexuales, robos con arma de fuego y un homicidio. Zurita caminaba tranquilo, con las manos en el bolsillo y un "cigarrillo" en la boca como un habitante más. Nadie veía en él a una persona peligrosa hasta que se cruzó en el camino de la Brigada de Investigaciones.
Su cara les pareció conocida, de alguien involucrado en el ambiente delictivo y no se equivocaron. El hombre, de 45 años, oriundo de Tartagal, de esta manera volverá a la cárcel a cumplir la totalidad de su condena, según informó Radio Güemes de Orán.