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27 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Piden unirse contra Isis

Viernes, 04 de diciembre de 2015 01:30
VLADIMIR PUTIN / PRESIDENTE DE RUSIA.
Rusia clamó por la colaboración internacional y pidió superar las diferencias "al igual que se hizo con el nazismo" para luchar contra el grupo islamista radical Estado Islámico.
"De la misma forma que superamos nuestras diferencias y luchamos contra el nazismo, debemos hacerlo contra el yihadismo", reclamó el ministro de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, durante la sesión de apertura en Belgrado de una cumbre de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).
El jefe de la diplomacia rusa pidió además abandonar "peligrosos juegos" con grupos rebeldes para "tener una influencia regional", en una clara alusión a Turquía, un país con el que las relaciones bilaterales quedaron muy dañadas tras el derribo de un caza ruso por parte de aviones turcos la semana pasada.
El ministro pidió que no se "distinga entre buenos y malos a la hora de hablar de terrorismo" e insistió en que ningún grupo extremista puede sentarse a la mesa de negociación en un proceso de paz en Siria, informó la agencia de noticias EFE.
La tensión entre Ankara y Moscú escaló otro peldaño hoy cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, volvió a cargar contra el país euroasiático y sus líderes, a quienes acusó de "llenarse los bolsillos con el crudo robado" en Siria e Irak, en su tradicional alocución sobre el estado de la nación. "Sabemos quiénes en Turquía se llenan los bolsillos con el crudo robado", señaló Putin, en alusión al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su familia, a quienes Moscú acusa de beneficiarse del negocio del petróleo saqueado por el Estado Islámico. El mandatario ruso insistió en que su país no olvidará el derribo de su bombardero Su-24 por Turquía, que tildó de "crimen de guerra", aunque aseguró que Moscú no recurrirá a las armas para responder a Ankara.
"Que no esperen una reacción nerviosa e histérica, peligrosa para nosotros mismos y para el resto del mundo", dijo Putin.
La respuesta rusa al incidente con el bombardero, agregó no obstante, no se limitará a las sanciones económicas anunciadas esta semana contra Turquía, que incluyen el cierre del mercado ruso a productos alimenticios turcos.
"Si alguien piensa que cometer un crimen de guerra y asesinar a nuestra gente le costará unos tomates, se equivoca. Les volveremos a recordar lo que han hecho y aún lo lamentarán más de una vez. Sabemos lo que debemos hacer", recalcó Putin.

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Rusia clamó por la colaboración internacional y pidió superar las diferencias "al igual que se hizo con el nazismo" para luchar contra el grupo islamista radical Estado Islámico.
"De la misma forma que superamos nuestras diferencias y luchamos contra el nazismo, debemos hacerlo contra el yihadismo", reclamó el ministro de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, durante la sesión de apertura en Belgrado de una cumbre de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).
El jefe de la diplomacia rusa pidió además abandonar "peligrosos juegos" con grupos rebeldes para "tener una influencia regional", en una clara alusión a Turquía, un país con el que las relaciones bilaterales quedaron muy dañadas tras el derribo de un caza ruso por parte de aviones turcos la semana pasada.
El ministro pidió que no se "distinga entre buenos y malos a la hora de hablar de terrorismo" e insistió en que ningún grupo extremista puede sentarse a la mesa de negociación en un proceso de paz en Siria, informó la agencia de noticias EFE.
La tensión entre Ankara y Moscú escaló otro peldaño hoy cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, volvió a cargar contra el país euroasiático y sus líderes, a quienes acusó de "llenarse los bolsillos con el crudo robado" en Siria e Irak, en su tradicional alocución sobre el estado de la nación. "Sabemos quiénes en Turquía se llenan los bolsillos con el crudo robado", señaló Putin, en alusión al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su familia, a quienes Moscú acusa de beneficiarse del negocio del petróleo saqueado por el Estado Islámico. El mandatario ruso insistió en que su país no olvidará el derribo de su bombardero Su-24 por Turquía, que tildó de "crimen de guerra", aunque aseguró que Moscú no recurrirá a las armas para responder a Ankara.
"Que no esperen una reacción nerviosa e histérica, peligrosa para nosotros mismos y para el resto del mundo", dijo Putin.
La respuesta rusa al incidente con el bombardero, agregó no obstante, no se limitará a las sanciones económicas anunciadas esta semana contra Turquía, que incluyen el cierre del mercado ruso a productos alimenticios turcos.
"Si alguien piensa que cometer un crimen de guerra y asesinar a nuestra gente le costará unos tomates, se equivoca. Les volveremos a recordar lo que han hecho y aún lo lamentarán más de una vez. Sabemos lo que debemos hacer", recalcó Putin.

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