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21 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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¿Qué querías ser de chico cuando fueras grande?

Domingo, 10 de agosto de 2014 00:00
<p>ANA MARÍA BOLOGNA DE CUEVAS/ DE NIÑA QUERÍA SER DETECTIVE Y PARACAIDISTA.</p>

Hoy es el Día del Niño y en nuestra Redacción surgió la pregunta que alguna vez nos hicieron cuando chicos: ¿Qué querés ser cuando seas grande?.

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Hoy es el Día del Niño y en nuestra Redacción surgió la pregunta que alguna vez nos hicieron cuando chicos: ¿Qué querés ser cuando seas grande?.

Y de ella, además de hacernos sondear en lo profundo de nuestros recuerdos, surgió otra que sustancia esta nota: ¿Qué querías ser de chico cuando fueras grande?.

Y fuimos a buscar algunas pocas respuestas de esa primera gran pregunta en nuestra esquina preferida ubicada en Belgrano y Sarmiento, la que consideramos pasa algunos cientos de nuestra población jujeña, ya que incluso los que llegan desde el interior de la provincia, cruzan en diagonal nuestra hermosa plaza Belgrano para ingresar al centro de la ciudad.

Allí miramos muchos rostros y como hacemos en nuestras encuestas, al azar elegimos algunos ciudadanos para distraerlos de su cotidiana realidad y proponerles volver a aquel pasado en que soñábamos con ser alguien o hacer algo que nos gustaba y nos llamaba la atención mucho más que otras.

El querer ser cuando uno es niño, es lo que a la mayoría nos impulsa a tener un rumbo y buscar un destino, aunque queramos ser el super héroe de moda o la mejor niña del mundo, al crecer, nos vamos dando cuenta de la realidad y suplimos esas por otras cosas y ejemplos a imitar, como el policía, el bombero, el médico, la artista o lo que está más a nuestro alcance.

Cuando uno es niño, el querer ser, es todo posible.

Nuestra imaginación mezclada con la realidad y muchas veces con el ánimo de nuestros seres queridos, nos hace creer que el mundo es un infinito de posibilidades, y que muchos, con mucha tozudez, entusiasmo, fuerza de voluntad y esa gran ilusión que a veces con los años perdura, nos va llevando a cristalizar ese sueño.

La primera entrevistada

La primera persona elegida para contarnos ese sueño de niña, es Ana María Bologna de Cuevas, que caminaba pausadamente la plaza junto a su hija con quien conversaba luminosa y afable; y de la misma manera y muy segura nos respondió con inmediatez "yo quería ser detective y paracaidista. Y su explicación del porqué detective fue que leía unas revistas "Rip Kirvy" (del autor Alex Raymond) entre otros detectives de los comics que la apasionaban de tal modo que todo lo aprendido de esas lecturas le sirvieron de mucho, porque todo tenía un análisis y una solución, y lo importante era eso.

También leía D"Artagnan, El Tony y esas revistas que le encantaban.

Y de ser paracaidista le parecía que era fantástico tirarse desde el cielo y llegar abajo sano y salvo, pero de eso, dice que todo quedó en la infancia, como una cosa imaginaria que le parecía fantástica.

Aunque al reflexionar brevemente reconoce que ahora su profesión es psicóloga de adultos, así que algo de detective tiene. Salvando las distancias, consideró que de alguna manera llegó a lograr esa ilusión de la niñez de alguna manera, porque cada persona que traspasa el umbral de su consultorio, es una investigación, es un ahondar y tratar de buscar solución, "así que algo del espíritu detectivesco quedó" dijo y que "me siento satisfecha con mi carrera y considero que elegí muy bien, muy contenta y feliz de trabajar en lo que hago".

Agregó que también tuvo el sueño de ser escritora, alguna vez escribió poesías, pequeños relatos pero quedó atrás, pero si tuviera que escribir ahora tendría muchísimo material que cuando era adolescente.

Y arriesga otro sueño, "tal vez en el futuro cuando sienta que me puedo quedar sentada, más quieta escriba, por el momento no. Viajo, hago natación que es lo que me fascina y me siento bien, y creo que las faltas que tengo son todas posibles. Te has encontrado con una persona rica en saberes y conoceres de la vida". Luego de 35 años de profesión consideró que está realizada.

Al testimonio de Ana María Bologna de Cuevas, sumamos en esta página los de Cecilia Benitez, la joven mamá que retomó sus estudios; Lucio Marcelino Alfaro, el trabajador municipal que soñaba con ser mecánico de autos; Emanuel Ibáñez, el bombero que siempre quiso formar parte de una fuerza de seguridad; y Enrique Berrafato, el ingeniero químico dedicado a su profesión y la docencia que se siente totalmente realizado.

Las que siguen son historias de vida de adultos que por un momento se permitieron volver a ser niños.


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