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11 de Septiembre,  Jujuy, Argentina
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Nunca tuvo tiempo

Domingo, 21 de abril de 2013 19:12

Como era de sacrificada la gente de esos tiempos, dijo el curita. Mi abuelo era tan sacrificado que ni se daba tiempo para ver la televisión, dijo Juan Bautista de los Montes. ¿Pero había televisión en los tiempos de su abuelo?, quiso saber Isidoro Ducase. Nunca tuvo tiempo para saberlo, dijo el nieto de su abuelo.

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Como era de sacrificada la gente de esos tiempos, dijo el curita. Mi abuelo era tan sacrificado que ni se daba tiempo para ver la televisión, dijo Juan Bautista de los Montes. ¿Pero había televisión en los tiempos de su abuelo?, quiso saber Isidoro Ducase. Nunca tuvo tiempo para saberlo, dijo el nieto de su abuelo.

Imagínese usted, dijo. En sus años mozos ni la rueda se había inventado todavía, y había que andar en camioneta por estas punas sin ruedas debajo, dijo. Tan sacrificada fue su vida que, para carnaval, bailaban sin música porque todavía no se había inventado.

No exagere, dijo Juan José Ferreira Miranda, que la música nació con la misma humanidad. ¿Usted cree?, dijo el gaucho. Entonces quiere decir que mi abuelo me mentía, dijo. Si me contaba que de chango encendía la radio y sólo había noticieros. Y no hay nada más aburrido que bailar con las noticias, agregó.

Dicen que los cubanos bailan con los discursos de Fidel Castro, dijo el curita. Es que los negros llevan el ritmo en la sangre, dijo Juan Bautista de los Montes, pero mi abuelo era alemán. ¿Alemán?, preguntamos a coro, ¿pero usted no dijo que era gaucho?  Y no les he mentido, dijo Juan Bautista de los Montes, pero es que mi abuelo era un alemán de los de antes. ¿Y de dónde sacó que los alemanes de antes eran gauchos?, preguntó el peluquero a lo que de los Montes se quedó mudo y dijo: ¿por eso será que hacía asado con salchichas? Ya no se puede creer en nada, agregó antes de hacernos jurar que no le revelaríamos a nadie estos secretos.
 

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