La producción agrícola, ganadera, cítrica, las artesanías, la vitivinicultura, el folclore, los lácteos, la gastronomía y pastelería regional y mucho más de las cuatro regiones provinciales, se promueven en la Feria Viaje entre Saberes y Sabores, que hoy cierra sus puertas en el predio ubicado al lado de la Estación del Tren Solar de la Quebrada en Tilcara.
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La producción agrícola, ganadera, cítrica, las artesanías, la vitivinicultura, el folclore, los lácteos, la gastronomía y pastelería regional y mucho más de las cuatro regiones provinciales, se promueven en la Feria Viaje entre Saberes y Sabores, que hoy cierra sus puertas en el predio ubicado al lado de la Estación del Tren Solar de la Quebrada en Tilcara.
Es sin dudas la muestra productiva, gastronómica y cultural más representativa de todo el territorio generada en el corazón de la Quebrada, que permanece colmada de visitantes de diferentes partes del país, quienes ayer la visitaron como los lugareños.
En ella además de apreciar y adquirir productos y trabajos obtenidos con excelente calidad y a buen precio, se potencian microemprendimientos y se refuerza el valor del trabajo de familias emprendedoras y comunidades que afrontan la crisis con esfuerzo y trabajo.
Estas dos últimas jornadas (el pasado fin de semana la feria se realizó en la Estación del Tren Solar de la Quebrada en Purmamarca), fueron más convocantes en expositores y público, generando un espacio que benefició a todos los sectores de la economía regional intervinientes y aportando a la actividad turística.
Analía Ruíz, secretaria de Gestión de la Gobernación; Félix Pérez, secretario de Coordinación de Agencias de Desarrollo (del Ministerio de Desarrollo Económico y Producción); el secretario de Turismo, Diego Valdecantos; el presidente del Ente Autárquico Tren Solar de la Quebrada, Juan Cabrera, y la intendente de Tilcara, Sonia Pérez, habilitaron la exposición.
En 1.200 m2 se ubicaron más de 70 expositores formando un paseo de gran interés para recorrerlo detenidamente y apreciar lo producido con sello netamente jujeño, que fue el objetivo de Ruíz en impulsar la propuesta sumando a los gobiernos locales y al sector privado.
De los Valles de El Carmen hubo buñuelos con miel de caña, alfajores (de vainilla, rogel, api, vino, frutilla, coca y chocolate), también pastelería artesanal; de Valle Grande se destacó el almíbar y la mermelada de yacón, el kétchup de chilto, y la salsa picante de ají locoto; La Mendieta estuvo con su miel de caña, y Santa Clara con los quesos de vaca, nueces, y quesillos.
Perico, Tres Cruces, con sus licores de muña muña y de rica rica; los dulces de mango, mermelada de papaya, jalea de membrillo fueron de Monterrico, y la Codepo ofreció una degustación con embutidos de llama y cordero.
Participan los bodegas Viñas Yañez, Mis Primeros Frutos, El Molle, Santa Rosa de Lima, La Magdalena, Las Pircas, Finca Machuca, Viñas de Perchel, y la coctelería tilcareña El norteñito. Ledesma llegó con tejedoras; Palma Sola con sus cítricos; Barrios demostró sus papas andinas; Volcán los tejidos; Molulo las cerámicas, y Tilcara a su artesanado femenino.
Maimará también intervino como Tumbaya, Huacalera y Uquía, Caspalá llevó sus bordados; Hipólito Yrigoyen mostró talabartería; Humahuaca la alfarería; Palca de Aparzo, tejidos y hierbas medicinales, y Arrayanal y Calilegua las tallas en yuchán y palo borracho.
Artesanía, gastronomía, folclore, coctelería y mucho más de lo que hay en el territorio