La situación procesal del enfermero del hospital de Niños de la capital jujeña, que le suministró leche a través de las venas a un bebé de seis meses, se complicó y la Justicia jujeña sigue pistas firmes, sobre que el hecho no fue una negligencia.
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La situación procesal del enfermero del hospital de Niños de la capital jujeña, que le suministró leche a través de las venas a un bebé de seis meses, se complicó y la Justicia jujeña sigue pistas firmes, sobre que el hecho no fue una negligencia.
Se trata de Fabián Solano (47), un instrumentador quirúrgico y enfermero profesional que tiene más de trece años de antigüedad en el nosocomio Materno Infantil "Héctor Quintana", quien quedó a disposición de la Justicia, luego de ser acusado formalmente de suministrarle leche mediante un procedimiento endovenoso al pequeño, dejarlo tapado para que nadie se diera cuenta y una vez que se activó la alerta, hizo abandono de trabajo.
Solano está acusado de ser el presunto autor de "lesiones graves con dolo eventual agravado por alevosía" y la Unidad Fiscal que está a cargo de la investigación penal preparatoria, comandada por Aldo Hernán Lozano, no encuentra una explicación lógica que pueda hacerlos suponer que el enfermero haya tenido un descuido y provocarle las serias lesiones al bebé.
El enfermero fue indagado ayer por la mañana, donde el fiscal solicitó al juez de Control y Garantías Javier Salvatierra su inmediata detención, luego de la exposición del caso, donde relató detalladamente el pedido prisión preventiva y el pedido de allanamiento y secuestro preventivo de su dispositivo móvil, computadoras y pen drives. Se abstuvo de prestar declaración por recomendación de sus abogados.
En la audiencia que se celebró a través de videollamada, se lo vio a Solano en primera instancia con una actitud altanera y más de una vez respondió con socarronerías al juez de Control, pero a medida que iba escuchando las graves acusaciones que pesan en su contra, se iba dando cuenta que iba a permanecer detenido, haciendo que su postura corporal empezara a caerse.
Una fuente cercana a la investigación, le confió a El Tribuno de Jujuy que Solano fue sancionado administrativamente en 2022, por el departamento de personal del nosocomio Materno Infantil, luego de ser denunciado por un médico de ponerle una máscara facial a un pequeño paciente que dormía en la sala de cirugías, que afortunadamente no sufrió ningún tipo de lesiones.
La sanción solo correspondió a trámites administrativos internos y el hecho nunca fue denunciado penalmente, pero el fiscal Lozano requirió una serie de medidas para avanzar en este hecho.
Por su parte, la Unidad Fiscal investigadora solicitó que el gabinete de psicología y psiquiatría del Ministerio Público de la Acusación entrevisten a Solano, para tener determinar sus patrones de conductas.
Momentos de terror y abandono de trabajo
La declaración de la madre del bebé de seis meses y de otras personas que estaban en la sala, abrieron un inquietante hilo investigativo. Asegurando que notaron un comportamiento muy extraño de Solano. En primer lugar, todas las personas coincidieron en que era la primera vez que el enfermero ingresaba a esa sala. De allí se desconoce hasta el momento si recibió órdenes o ingresó por su propia cuenta. Además se supo que apenas examinó al bebé, trató mal a la progenitora y la invitó a retirarse a una clínica privada si no le gustaba la atención. Tomó un biberón y vació la leche al recipiente que contenía suero y medicamentos, para luego salir presuroso de la sala, dejando tapado entero al bebé.
De las primeras declaraciones de los médicos que asistieron al bebé, se desprendió que esta terrible situación duró poco más de treinta minutos, hasta que la progenitora del bebé, se dio cuenta y pidió auxilio a los enfermeros, que intentaron estabilizar al pequeño, lo trasladaron a la sala de Terapia Intensiva y desde ese entonces continúa internado. La mujer increpó al enfermero, que al pasar la insultó entre dientes y no solo se retiró de ese pasillo, sino que abandonó su puesto y minutos más tarde, mandó un mensaje por Whatsapp a su grupo de trabajo, manifestando que se sentía mal y se retiraba a su casa. Los efectivos que inspeccionaron el lugar, no lograron encontrar los restos del sachet de leche y los otros insumos que habría utilizado Solano para examinar al bebé y sospechan que se los llevó para borrar evidencias.
Su estado sigue siendo crítico
Recientemente Alejandra Argota, madre de un bebé, dialogó con los medios locales y dijo que su bebé había ingresado al nosocomio materno infantil por un cuadro en sus pulmones y ya había sido estabilizado. La mujer manifestó que el bebé estaba bien e iba a recibir el alta. “Tenía una sonda nasogástrica porque no podía alimentarse por boca. Ayer entró un enfermero que no conocía, lo vio un ratito nomás y después se acercó para alimentarlo. Cuando volví, ya estaba todo conectado. El bebé estaba molesto, incómodo”, dijo la mujer. “Lo destapé para acomodarlo y vi que la manguera del suero tenía leche mezclada con sangre. La sonda nasogástrica estaba liberada.
Las otras mamás salieron corriendo a buscar médicos. Ahí lo asistieron de urgencia”, continuó. “Cuando vi lo que hizo no lo podía creer. Lo encaré y le dije que confié en él y se fue. No lo vi más”, dijo Alejandra. “Los partes médicos fueron muy preocupantes. El de hoy (por ayer) dice que sigue grave, pero tiene una pequeña mejoría. Muy pequeña, pero para nosotros es mucho. Él la está peleando”, agregó.