Un departamento de planta baja del barrio porteño de Villa del Parque, fue escenario de un caso que comenzó como una violenta pelea entre dos jóvenes (sobrino y tío) y que terminó con el macabro hallazgo de los cuerpos de dos mujeres asesinadas: la mamá y la abuela del primero de ellos; y la madre del segundo.
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Un departamento de planta baja del barrio porteño de Villa del Parque, fue escenario de un caso que comenzó como una violenta pelea entre dos jóvenes (sobrino y tío) y que terminó con el macabro hallazgo de los cuerpos de dos mujeres asesinadas: la mamá y la abuela del primero de ellos; y la madre del segundo.
El hecho ocurrió la noche del jueves, después que personal de la Comisaría Vecinal 15-C acudió a la calle Pedro Morán al 3100, tras recibir un llamado por una pelea con cuchillos en la vía pública entre dos jóvenes. Al llegar, encontraron a un joven de 18 años y a su tío de 26, con heridas de arma blanca.
El menor de los protagonistas de la riña le dijo a los agentes que su tío lo había atacado dentro de su domicilio, ubicado en la misma calle. Al allanar el lugar, los efectivos encontraron un cuchillo ensangrentado y, en el fondo de la vivienda, 45 plantas de marihuana, cuatro teléfonos celulares y una balanza digital.
El sobrino, además, mencionó que su tío vivía solo en esa vivienda y que se había peleado "porque su abuela había fallecido".
Luego brindó otro detalle algo confuso que hasta ese momento no llamó la atención: reveló que su abuela y su madre habían "fallecido hace rato" en otra casa.
Los dos heridos fueron trasladados por el Same, uno al hospital "Tornú" y el otro al hospital "Zubizarreta", bajo custodia policial. Hasta ese momento, era una pelea familiar. Sin embargo, todo estaría por cambiar.
Un llamado cambió todo
Mientras los efectivos realizaban el procedimiento en la casa del joven de 26 años, apareció en escena un hombre de 70 años que dijo ser pareja de una mujer de 59, abuela del joven de 18 y madre del otro.
Le aseguró a la Policía que hacía 17 horas que había perdido contacto con su pareja y estaba preocupado. En ese momento, se le ocurrió llamar nuevamente a su novia sin imaginar que sonaría uno de los celulares que los oficiales habían incautado.
Esto despertó una sospecha sobre el paradero de la mujer, por lo que sin esperar casi ni un minuto, la policía decidió dirigirse al domicilio que el chico de 18 había mencionado previamente. El de la calle en Pedro Lozano al 3200.
Allí se encontraron con el horror. Al llegar a la vivienda, los agentes observaron una ventana abierta. Desde allí, lograron observar un gran desorden, muebles tirados y manchas de sangre y fluidos en distintos puntos de la casa.
Al ver el interior, el hombre identificó un zapato dentro del domicilio como propiedad de su novia, lo que reforzó la hipótesis de que algo grave había sucedido en el lugar.
La primera en ser vista fue la mujer de 59 años, identificada como María Claudia Fernández, quien fue hallada en otra habitación, envuelta en sábanas y con signos de haber sido golpeada.
Su hija, Johana Antonella Lazcano, de 37 años, fue hallada en posición fetal, envuelta en sábanas y tapada con bolsas de residuos. Presentaba múltiples golpes y heridas en la cabeza y el cuerpo.
Durante el operativo, la policía incautó un cuchillo con mango de madera y funda de cuero, un cinturón de cuero marrón que podría haber sido empleado en la agresión; cuatro teléfonos celulares, pertenecientes a las víctimas y los imputados; 45 plantas de marihuana, un sistema indoor de cultivo, y dos envoltorios con sustancia vegetal similar a la marihuana.
Ambos, tío y sobrino, quedaron detenidos, acusados de los delitos de homicidio doblemente agravado por el vínculo, lesiones en infracción a la Ley de Drogas.