Una grata celebración por el nacimiento del Héroe Mayor de Jujuy y uno de los más importante de nuestra nacionalidad. Nació el 3 de junio de 1770, en una familia, cuyo padre comerciante de origen italiano, y de holgada posición económica, determinaba una acomodada situación social. Aún con su origen de extranjero, Don Domingo Belgrano y Piri, (nacido en Oneglia, pueblo de Liguria - Italia) pudo formar parte de la clase principal de Bs As y ocupar el cargo de regidor del Cabildo y ser nombrado Alférez Real de la Ciudad. Contrajo enlace con la nativa María Josefa González Islas y Casero, el 4 de noviembre de 1757. Formaron una gran familia, Manuel Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, era el cuarto de once hijos, y fue registrado en los libros de la Iglesia Catedral, en el momento de su bautismo con los nombres mencionados.
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Una grata celebración por el nacimiento del Héroe Mayor de Jujuy y uno de los más importante de nuestra nacionalidad. Nació el 3 de junio de 1770, en una familia, cuyo padre comerciante de origen italiano, y de holgada posición económica, determinaba una acomodada situación social. Aún con su origen de extranjero, Don Domingo Belgrano y Piri, (nacido en Oneglia, pueblo de Liguria - Italia) pudo formar parte de la clase principal de Bs As y ocupar el cargo de regidor del Cabildo y ser nombrado Alférez Real de la Ciudad. Contrajo enlace con la nativa María Josefa González Islas y Casero, el 4 de noviembre de 1757. Formaron una gran familia, Manuel Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, era el cuarto de once hijos, y fue registrado en los libros de la Iglesia Catedral, en el momento de su bautismo con los nombres mencionados.
Sobre su educación se sabe que las primeras letras fueron impartidas por su padre. Dice Mitre: “A la edad competente estudió en la misma ciudad el latín y la filosofía, siendo su maestro en el Colegio de San Carlos el Dr. Luis Chorroarin, y recibió lecciones... de lógica, física, metafísica, ética y literatura, según el orden de entonces. No tenía aún dieciséis años y ya había aprendido cuanto podía enseñarse en las aulas”. Sus padres deciden enviar a Manuel a España, para continuar estudios en la carrera de leyes. Se matricula en la Universidad de Salamanca el 4 de noviembre de 1786. Dice en su autobiografía: “Me gradué en Valladolid, continué en Madrid y me recibí de abogado en la Cancillería de Valladolid”.
De su carrera dice que estudió con mucho interés, idiomas vivos, economía política y derecho público, y sobre el desarrollo de su vacación, que “desde los primeros momentos en que tuve la suerte de encontrar hombres amantes al bien público que manifestaron sus útiles ideas, se apodero de mi el deseo de propender cuanto pudiese al provecho general, y adquirir renombre con mi trabajo hacia tan importante objeto, dirigiéndolo particularmente a favor de la patria”. Por eso, la idea de una “Patria inmensa”, que antes era todo el Imperio Español, ahora con la incorporación de muchos conocimientos y valores, los límites de esa patria nueva se particularizan y definen en una porción colonial: América.
También sucesos históricos de gran importancia tuvieron influencias, como la Revolución Francesa, y Belgrano reconoce y acepta cuando dice: “Como en la época de 1789 me hallaba en España y la revolución de Francia hiciese también la variación de ideas, ...se apoderaron de mi las ideas de libertad, igualdad, seguridad, propiedad, y sólo veía tiranos en los que se oponían a que el hombre fuese donde fuese, no disfrutase de nuevos derechos que Dios y la naturaleza le habían concedido, y aún las mismas sociedades habían acordado en su establecimiento, directa o indirectamente...”. Esas ideas serán conocidas y aplicadas, después que la Revolución de Francia derrota a la Monarquía y establece la Republica, cuestionando el poder del rey, y cediendo ante un nuevo soberano “el Pueblo”, bajo las premisas de: Libertad - Igualdad y Fraternidad.
En nuestro país al inicio del siglo XIX y debido a un hecho de singulares características, el Pueblo de Bs As se vio sometido a una invasión colonial, por parte de Gran Bretaña, durante los años 1806 y 1807. Las fuerzas navales invasoras eran superiores en todo sentido, pero el pueblo armado de Buenos Aires demostró una valentía sin precedentes, una entrega y una lucha sin denuedos, donde ofrendaron sus vidas cientos de habitantes, perdieron bienes y patrimonios y demostraron un amor por la tierra, por la ciudad puerto, que desde su primera fundación a esta época ya tenía una fuerte identidad. Debemos considerar que, en esta lucha, para enfrentar a un invasor muy superior en armamentos y fuerza profesional para la guerra, se tuvo que apelar a todos los recursos posibles, en primer lugar, la unión espontánea de criollos y españoles, y cada estamento social y armados de todos los elementos de choque, se usó contra el invasor extranjero y se lo terminó venciendo.
Este importante triunfo del “pueblo de Bs As”, también sirvió para replantear al poder español de su propia autoridad, cuando se terminó destituyendo al Virrey Sobremonte y colocando a Don Santiago de Liniers en su lugar y luego se lo destituye, cuando desde España se nombra al último Virrey colonial Baltasar H. de Cisneros, que será depuesto totalmente por la Junta de Mayo, que asumirá como Primer Gobierno Patrio y tendrá entre sus integrantes al Dr. Manuel Belgrano, el creador de nuestra Enseña Nacional.
Después de los triunfos de Tucumán y Salta, Manuel Belgrano será también el Creador de la Bandera de la Libertad Civil, quien entregó al Pueblo de Jujuy el 25 de mayo de 1813, por el sacrificio durante el Éxodo del 23 de agosto de 1812 y su lucha por la Independencia Argentina. Esta bandera lleva de fondo el color blanco y el escudo de la Asamblea del Año XIII. Permanece guardada en el “Salón de la Bandera”, de Casa de Gobierno de la Provincia. Dice el Historiador Horacio Carrillo en “Jujuy y su Bandera”: ...”Belgrano eligió al pueblo de los más cruentos martirios para guardián y a la ciudad más alta de la república para urna. Buscó con la altura geográfica la latitud del sacrificio: quería, sin duda, que, desde esta elevada ciudad, almenada por rocas milenarias, en las horas de prueba se desplegase, como su cielo lleno de luz, ¡la Bandera de la Nación!”.