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12 de Julio,  Jujuy, Argentina
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Caminante no hay camino....

Lunes, 14 de abril de 2025 01:00

Admiro mucho la originalidad, imaginación y buen gusto de algunos autores, indistintamente sean nuevos o antiguos. Sobre todo, cuando deletrean paisajes o historias increíbles prendadas de amor y generosos comparten su riqueza con el lector.

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Admiro mucho la originalidad, imaginación y buen gusto de algunos autores, indistintamente sean nuevos o antiguos. Sobre todo, cuando deletrean paisajes o historias increíbles prendadas de amor y generosos comparten su riqueza con el lector.

Las ideas pintadas de mil colores y perfumes dan a los mensajes bien elaborados fuerzas indisimuladas que proyectan al tiempo y espacio. Y allí van, cargadas de sentimientos y enseñanzas que en el curso de la distancia descubren sueños que escondían o aún permanecen sin cumplir.

Las letras siempre fueron una bella forma de contar al mundo un momento personal, o peculiaridades de la comunidad permitiendo viajar a lugares donde nunca habíamos estado. Y allí, como en casa, disfrutar nuestra cómoda presencia. Así somos los románticos amantes de tan apasionante arte o profesión. Pasan los años, nunca dejamos de hacerlo, a veces muy bien y otras no tanto. Pero igualmente perseveramos ilusionados invirtiendo imaginación o ilusión en tan esperanzadora siembra.

La frase del autor con que titulo, es de Antonio Machado, escritor español nacido en 1875 en Sevilla. Y confieso es una de mis debilidades; no la única, si favorita. Dice así: "Caminante, no hay camino, se hace camino al andar, al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino, sino estelas en la mar".

¿Qué dice Machado en este poema? El camino se crea al avanzar, que no hay un destino fijo, sino que se va construyendo en el proceso de caminar o andar.

Por eso continua así: "Caminante son tus huellas el camino y nada más. Caminante no hay camino, sino estelas en la mar".

Valiéndose de tan rica, bella y filosófica expresión, es posible penetrar un poco más en el transcurrir de la vida, no específica de alguien en particular, no, íen la vida misma!

Recordemos lo que dice el Evangelio de Lucas cap 9, versículo 62; "Nadie que ponga la mano en el arado y mire atrás es apto para el reino de Dios". Es decir, compromiso y dedicación en la vida, sin sentir nostalgia por las cosas del pasado. Lo menciono reforzando lo que con anterioridad; varios siglos atrás, decía Jesús, que no es poco.

Entonces, fijando cada detalle del poema, en primer lugar, surge con inefable representación la independencia o libertad expuesta en todos los tramos. Luego lo que no regresa, o no se repite nunca más: las circunstancias, el momento o tiempo, y las palabras proferidas. Nada de ellas vuelve al contexto original de "aquella vez". Podrán parecerse, pero nunca serán iguales. Es como el agua de un río o arroyo que cruza frente al observador, "esa agua que de entrada vio, no es la misma un segundo después".

Todo expone una dinámica particular que la hace diferente y amerita atención. Por eso mencioné el evangelio de Lucas. En este caso el autor lo hace refiriéndose al camino que se hace al andar; es un nuevo camino mirado bajo la óptica de lo antes narrado. Apasiona la manera en que califica "y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar".

El concepto es tan fuerte, que se asegura y reafirma en cada palabra su objetivación; volverán situaciones parecidas, pero no iguales exactamente; íaquello ya es historia!

Vivir el presente y su realidad, íes hoy! Realidad igualmente cuestionada. Como lo hace el filósofo griego Georgias de Leontini, representante del escepticismo del siglo V aC Afirma que la "realidad no existe"; más aún, "nada existe" (en su escrito "sobre el no ser").

Como vemos, la inexistencia no se da por terminado o definitivo en el campo filosófico. Cuando Antonio Machado habla de "estelas en la mar", pinta la fugacidad o de qué manera los hechos se van desvaneciendo con el tiempo. íVa perdiendo fuerza la nostalgia!

Muchos o la mayoría olvidamos. Luego afirma, "caminante son tus huellas el camino y nada más". Esto definitivamente crea una figura que motiva intensas y largas diferencias, unos piensan que así es la vida, otros pensadores no olvidan citar la circunstancia que rodea, es decir, no estamos solos, ni todo es igual. "Caminante no hay caminos, sino estelas en la mar". Termina esta estrofa diciendo o reafirmando la efímera realidad de un tiempo vencido.

Para el final: "Al andar se hace el camino, y siempre hay que andar, caminante no hay camino, sino estelas en la mar". Como suele ser natural en estos discernimientos, deja mucho para pensar y volar al mismo universo de las posibilidades, lugar donde cada cual se sienta más cómodo o encuentre razones que mejor lo ubiquen en la compleja tarea de existir y decir presente. Lo que no invalida tener en cuenta y siempre recordar que no vivimos solos, y que nos realizamos en presencia del "otro". Más allá de construir nuestro propio e invalorable camino al andar.

 

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