Ambas llegaron caminando. Y vale recordar que una de ellas cumplió 91 y la otra tiene 96 años. Hablamos de María Carolina Guerrero y Genoveva Daniela Maizares, las protagonistas del segundo encuentro del Programa "Maestros y Discípulos", que lleva adelante la Secretaría de Cultura de Jujuy.
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Ambas llegaron caminando. Y vale recordar que una de ellas cumplió 91 y la otra tiene 96 años. Hablamos de María Carolina Guerrero y Genoveva Daniela Maizares, las protagonistas del segundo encuentro del Programa "Maestros y Discípulos", que lleva adelante la Secretaría de Cultura de Jujuy.
El programa propone el encuentro y la charla, además del homenaje que esto representa, con personalidades de la cultura que han dejado su huella en la sociedad y que son un patrimonio viviente en cada lugar.
En este caso, el encuentro fue en San Antonio, donde ambas mujeres se destacaron a lo largo de toda su vida, gestando, educando, propiciando. Dedicaron gran parte de su camino a servir a los demás desde distintos lugares y funciones que asumieron.
Para llevar adelante esta riquísima charla, Cultura de la Provincia, contó con la colaboración y predisposición de la Casa de la Cultura de San Antonio, que cálidamente abrió sus puertas, recibió a las homenajeadas, al público y organizadores.
A pocos metros de la esquina donde se ubica la Casa de la Cultura, se encuentra cerrada y poniéndose linda, la Biblioteca Popular Hilarión de la Quintana que el próximo año cumple sus cien años. El encuentro debía haber sido ahí, porque una de las grandes motivaciones de Carolina y Genoveva, fueron sus trabajos en esta institución. Pero como ya dijimos se encuentra en refacciones para recuperar este edificio emblemático en la cultura de la región, con el apoyo del Gobierno de la Provincia de Jujuy.
Primero llegó Daniela, despacio, a su ritmo, y ya en la puerta, las personas que trabajan en la Biblioteca y en la Casa de la Cultura, la recibieron cantando "Feliz cumpleaños". Es que justo ese día, el viernes pasado, ella cumplía sus bien utilizados 91 años.
Con las palabras de bienvenida de Luis Canciani, coordinador de Gestión Cultural de la Secretaría de Cultura de la Provincia, se inició la programación, y la proyección de un video, que resumía la vida de cada una.
Luego fueron las palabras del secretario de Cultura de la Provincia, quien llegó acompañado de la Directora de Cultura, Gisela Arias, para dar detalles del propósito de "Maestros y Discípulos" y agradeciendo el recibimiento de las instituciones locales y de la presencia de Daniela y Genoveva.
El inicio fue con música en vivo, de la mano de la talentosa música jujeña Fabiana Barraza, quien tocó tres piezas con su flauta traversa.
Con lujo de detalles cada una contó su paso por la docencia, por la iglesia, por el coro, por la organización del Festival del Quesillo y el Folclore (tradicional en San Antonio), en la Biblioteca, Centro de Jubilados, etc.
Genoveva contó que hasta fue intendente en un momento. Muy histriónica habló de sus experiencias y motivaciones, a la hora de comprometerse en cada una de las actividades de su sociedad, a pesar de tener cuatro hijos.
Carolina, por su parte contó de sus años como docente en Cangrejillos, Yavi, Maimará, El Carmen, hasta que finalmente pudo volver a su San Antonio. Ella quedó muy encantada con la música de Fabiana, y se lo hizo saber antes de comenzar a hablar.
Con mucha gracia, cada una sorprendió con la memoria desplegada en sus anécdotas, ante la consulta y la moderación de la periodista María Eugenia Montero.
Recibieron de obsequios, dos fotografías retrato de ellas, enmarcadas, y realizadas por Walter Reynaga. Una obra que quedará en sus carpetas de recuerdos.
En el público hubo asistentes de todas las edades, destacándose un gran número de adolescentes, que escucharon atentamente a estas dos maestras. Ya solo con esta presencia, el encuentro valió la pena, sobre todo a partir del objetivo de escuchar y aprender de los grandes que ya han hecho su aporte.
Para despedirlas, llegó la torta de Carolina, el canto del Feliz Cumpleaños y sopló las velitas, seguramente pidiendo en sus deseos seguir al servicio de los demás.
