Con veintitrés años de docencia, y muchos más de estudios de un instrumento tan noble como el violín, Dina Cordero dicta todos los lunes en el salón Belgrano del Cabildo (calle Belgrano al 500) el Taller de Violín en dos turnos: a las 16.30 para niños hasta 14 años y, desde las 17.30, para jóvenes desde los 15 y sin límites de edad, con la posibilidad de abrir un turno más.
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Con veintitrés años de docencia, y muchos más de estudios de un instrumento tan noble como el violín, Dina Cordero dicta todos los lunes en el salón Belgrano del Cabildo (calle Belgrano al 500) el Taller de Violín en dos turnos: a las 16.30 para niños hasta 14 años y, desde las 17.30, para jóvenes desde los 15 y sin límites de edad, con la posibilidad de abrir un turno más.
"Hasta ahora, hemos tenido mucha respuesta y repercusión en base a consultas y tuvimos que aclarar que es un taller rentado", aclaró la docente quien tiene vasta experiencia como ejecutante de violín, no sólo por su rol docente, sino también por haber integrado orquestas sinfónicas en Tucumán, y prestigiosas orquestas en nuestra provincia.
Explicó que "el taller surge a demanda de las personas. Llevo casi veintitrés años en la Escuela de Música como profesora de violín y en distintas agrupaciones de orquestas, formales y no formales, y esto hace que con los años la gente pida, les guste y quiera, pero lo quieren hacer a modo de recreación, de aprender una habilidad para ellos mismos, para reuniones familiares" y ese interés es lo que llevó a la docente a pensar un espacio de enseñanza con la modalidad de taller libre, donde quienes asistan "van a aprender a leer y tocar música con el violín", un instrumento que no es tan sencillo y que por lo tanto requiere del compromiso del docente a la hora de enseñar. Es así, que el cupo por turno será de ocho alumnos "no tanto por el espacio, porque es amplio y hermoso para la enseñanza, sino por la calidad de enseñanza que se pretende" impartir.
Aprender y divertirse
Dina Cordero, subraya que el dictado del taller "más que nada, viene también a cubrir un espacio para muchos niños que entran con el entusiasmo de aprender un instrumento a la escuela de música, pero se encuentran con una carrera que lleva mucha más carga horaria de otras materias y ahí es donde muchos abandonan, como muchos con gran habilidad para el instrumento. Este taller viene a atender una demanda de distintos espacios, así como los adultos que en la mayoría de las ocasiones me dicen yo siempre quise aprender, o me regalaron un violín y no pude aprender, o me estoy jubilando".
También destacó que "este formato de taller, les da la posibilidad de aprender y desarrollar esta habilidad como una recreación donde pueden compartir con pares. A futuro pensamos hacer una exposición de dúos, tríos y tocar en ensamble", una forma casi de "aprender jugando", pero con la responsabilidad que conlleva aprender un instrumento, algo que se tenga la edad que se tenga, siempre es un viaje cuando el niño o adulto se apasiona por aprender.
"En la provincia ha ido creciendo muchísimo el interés por aprender violín. Yo tengo la suerte de ser la primera promoción de educación en violín en la provincia y lo he visto con los años. Si bien los espacios de orquestas han hecho lo propio en hacerlo florecer", subrayó la docente que afirma que en todo esto tiene mucho que ver también el avance de la tecnología porque "el estar conectados al mundo nos hace ver música y otras artes como más cercanas, entonces esto hace que haya más personas interesadas y mucha más demanda, pero una demanda de un grupo de personas que no desea hacer de esto carrera" y es a ese grupo "que no estamos atendiendo", es la que va dirigido el taller "sin la estructura formal de una carrera o de una orquesta escuela".
Variedad de estilos
En cuanto a la variedad de estilos musicales que se abordarán durante el taller que tuvo sus dos clases iniciales en abril, la docente Dina Cordero indicó que “los talleres libres tienen la facilidad o la factibilidad de poder elegir el repertorio. Como no tenemos que cumplir un programa o llegar a ninguna meta de estructura, tenemos la libertad de elección en el repertorio”.
Es por eso que al momento de armar el proyecto, la docente pensó en todos los estilos musicales, para todos los gustos. “Así como en jóvenes tenemos desde pop, y música nacional e internacional, vamos a tener para las personas más grandes estilos diferentes, ya que por ahí vienen buscando folclore y nos asomaremos al tango; para los niños, vamos a abordar la música que va dentro de la estructura más infantil, pero con mucha variedad de ritmos y sonidos para que ellos encuentren algo que los atraiga”. El pensamiento es poder atrapar a todas las edades y satisfacer las necesidades, haciendo que el taller se transforme en un momento placentero.
Al resaltar las bondades del aprendizaje de este instrumento “tenemos que hablar que es un instrumento que tiene un poquito más de complejidad y que la práctica va a disciplinar un hábito sobre todo saludable y de conocimiento desde otro lugar del arte. Estamos con mucho entusiasmo porque en realidad, los talleres vienen a retroalimentar no solamente al alumno, sino también a los docentes”.
