En medio del conflicto mediático y judicial que Mauro Icardi mantiene con Wanda Nara por su divorcio y la tenencia de sus hijas, el futbolista llegó este domingo a Estambul con la China Suárez. Pero esta vez no viajó la pareja sola sino que lo hizo acompañada por los tres hijos de la actriz: Rufina Cabré y Magnolia y Amancio Vicuña.
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En medio del conflicto mediático y judicial que Mauro Icardi mantiene con Wanda Nara por su divorcio y la tenencia de sus hijas, el futbolista llegó este domingo a Estambul con la China Suárez. Pero esta vez no viajó la pareja sola sino que lo hizo acompañada por los tres hijos de la actriz: Rufina Cabré y Magnolia y Amancio Vicuña.
En ese contexto, la familia ensamblada se dirigió directamente al estadio del Galatasaray, el equipo donde Icardi tiene contrato aunque actualmente se encuentra con licencia médica. Su presencia fue principalmente para disfrutar del último encuentro del club contra Kayserispor por la Superliga turca.
En esta oportunidad, como en otras, Mauro, la China y sus hijos viajaron en avión privado hasta la capital turca, desde donde compartieron varias imágenes arriba de la aeronave cantando junto a los niños y en actitudes divertidas. Mauro con Amancio sobre sus piernas, mientras Rufina y Magnolia entonaban “Buen día” con palabras en turco. La China registró la escena desde el cómodo sillón del receptáculo aéreo.
Al llegar, se pudo ver a la actriz bajar de una combi con sus niños, todos enfundados en camisetas del Galatasaray. Las nenas de la mano de su madre y Amancio a upa de un señor encargado de la seguridad del estadio, el grupo se dirigió hacia las tribunas, sin Mauro. Ya ubicados en el estadio, se lo pudo ver llegar a Icardi para sentarse junto a su novia, mientras el público lo saludaba efusivamente.
Antes de ubicarse, saludó a las personas cercanas a su butaca, y la China no perdió de vista las actitudes de su pareja en ningún momento. Cabe destacar que Icardi se encuentra con licencia médica por una lesión que tuvo hace seis meses en su rodilla derecha, cuando se le rompieron los ligamentos cruzados y debió ser operado.
A pesar de su ausencia en el campo de juego, su influencia y presencia simbólica siguen siendo fuertes dentro del club.