Por el crimen de un sereno de un local gastronómico del centro capitalino, condenaron a la pena de prisión perpetua a David Gastón Puccio, tras ser hallado autor material y penalmente responsable del delito de "homicidio criminis causa y robo en concurso real".
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Por el crimen de un sereno de un local gastronómico del centro capitalino, condenaron a la pena de prisión perpetua a David Gastón Puccio, tras ser hallado autor material y penalmente responsable del delito de "homicidio criminis causa y robo en concurso real".
El ilícito tuvo como víctima a Francisco Teodoro Cruz, de 67 años, quien fue hallado sin vida en el interior de un local gastronómico, en diciembre de 2019. Puccio fue llevado a juicio luego de permanecer prófugo de la Justicia hasta mediados de 2024, cuando fue detenido en la provincia de Santa Fe.
La sentencia fue dictaminada ayer, por el Tribunal con Función de Juicio integrado por los jueces Mario Ramón Puig (presidente de trámite), María Alejandra Tolaba y Luciano Yapura; secretaría a cargo de Héctor Mario Bernal.
Como fiscal se desempeñó Diego Funes, mientras que Federico Llermanos ejerció la defensa técnica del acusado David Puccio.
Sobre el hecho
Según la requisitoria de la Fiscalía, el hecho que llevó a juicio a David Gastón Puccio ocurrió entre las 0 y las 5 del 16 de diciembre de 2019, cuando Francisco Teodoro Cruz (67) se encontraba solo trabajando como sereno en el interior del local comercial del rubro gastronómico, ubicado en la calle Necochea al 300 del centro de San Salvador de Jujuy.
En esos momentos, de manera imprevista, Puccio ingresó al local mencionado sin violentar ningún acceso, con intenciones de perpetrar el robo de la recaudación del dinero existente, pero al ser sorprendido por la víctima y a los fines de facilitar el robo y procurar su impunidad en el mismo, atacó violentamente a Francisco Cruz.
Fue así que mediante múltiples golpes de puño en la cabeza y rostro provocó la muerte del sereno, a causa de un traumatismo encéfalo craneal grave, como así también una asfixia mecánica por estrangulación a mano. Todo ello tras atarlo de pies y manos, utilizando una cinta de color negro.
Luego del crimen, Puccio dejó a la víctima debajo de las escaleras del local, le sustrajo de entre sus pertenencias un teléfono celular y se dirigió a la sala donde se encontraban los equipos de música, desde donde extrajo, de una caja metálica, la suma de cincuenta mil pesos aproximadamente.
Posteriormente, se retiró del local comercial por la puerta de acceso principal, ubicada sobre calle Necochea y emprendió la fuga.
Además, hay que recordar que el sentenciado permanecía prófugo de la Justicia hasta mediados de junio de 2024, luego de que los investigadores lograran establecer que el mismo habría regresado a su ciudad natal de Rosario, provincia de Santa Fe, y frecuentaba la casa de familiares ubicada en el barrio Granaderos de esa ciudad.
Por tal motivo los pesquisas solicitaron la colaboración de la Dirección de Investigaciones Región 2 Homicidios de Santa Fe, quienes procedieron a la aprehensión del sindicado en la vía pública y su posterior extradición a esta provincia, donde finalmente fue juzgado.