"Todo lo que hacemos, lo hacemos con mucho amor a Dios, siguiendo las enseñanzas de nuestro padre, porque cuando éramos chicos con mis hermanas lo acompañábamos a hacer lo mismo que estamos haciendo ahora". Esas fueron las primeras palabras que le brindó a El Tribuno de Jujuy Mauro Gonzalo Córdoba quien, junto a su madre, hermanas, cuñados y jóvenes de la parroquia Medalla Milagrosa, de Alto Comedero, cada viernes después de las 20 se ubican en cercanías del hospital "Guillermo Snopek" y colaboran con un plato de comida con gente en situación de calle o con escasos recursos.
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"Todo lo que hacemos, lo hacemos con mucho amor a Dios, siguiendo las enseñanzas de nuestro padre, porque cuando éramos chicos con mis hermanas lo acompañábamos a hacer lo mismo que estamos haciendo ahora". Esas fueron las primeras palabras que le brindó a El Tribuno de Jujuy Mauro Gonzalo Córdoba quien, junto a su madre, hermanas, cuñados y jóvenes de la parroquia Medalla Milagrosa, de Alto Comedero, cada viernes después de las 20 se ubican en cercanías del hospital "Guillermo Snopek" y colaboran con un plato de comida con gente en situación de calle o con escasos recursos.
"Con mi mamá, mis hermanas y mis cuñados que se sumaron comenzamos todo esto alrededor el 7 de mayo del año pasado. Después nos enteramos que ese mismo día era el dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, y eso nos dio mucha más fuerza para seguir haciéndolo. Vemos constantemente gente en la calle. En esos meses preparábamos las bandejas con cubiertos y lo que no llegábamos a repartir por el barrio, lo repartíamos en la vieja terminal a la gente en situación de calle, ahora son un poco más de 100 personas que todos los viernes van a comer.
A la comida la hacemos en casa y de allí llevamos para repartir. La verdad que estábamos un poco cansados y le pedimos en oración al Señor que nos indique dónde podíamos hacer un lugar fijo de entrega", contó Mauro y agregó "un día, luego de tres meses de comenzar, fuimos al semáforo cerca del hospital Snopek y allí nos quedamos. La gente nos espera".
Allí no sólo se acercan quienes están en situación de calle, ya que como comentó Córdoba, "hay familias enteras que van a buscar su comida. Ahora ya no podemos comprar las bandejas, así que le pedimos a la gente que se acerque con su plato y un vasito. Hay una señora que nos cuenta que durante la semana toma té, así que nos espera los viernes para poder comer y, si sobra, lleva alguito para el otro día".
Mauro, su mamá Norma del Carmen Martínez, sus hermanas Mariel, Rocío, Fiorella e Ivone (ahora se suman Fernando, Néstor y Carolina), vivieron esta experiencia solidaria cuando "mi papá (Walter Eduardo) era parte del grupo Doce Apóstoles que se reunía en el Parque San Martín y hacían lo mismo sin esperar nada a cambio", indicó y agradeció la ayuda de los jóvenes de la parroquia Medalla Milagrosa con quienes vivieron una experiencia hermosa en Navidad.
Además de comida, la familia Córdoba colabora con ropa, abrigo y otros elementos necesarios, por lo que quienes deseen colaborar, pueden hacerlo llamando al 3886088243.