El hombre elabora y construye en el mundo en forma ininterrumpida grandes y pequeños adelantos enorgulleciendo a la raza humana. Pero también realiza otros que avergüenzan y lastiman su existencia. Sin embargo, más allá del buen o mal comportamiento, el colosal universo inmutable sigue andando. Aparentemente nada altera su funcionamiento ni organicidad. ¿Será así?
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El hombre elabora y construye en el mundo en forma ininterrumpida grandes y pequeños adelantos enorgulleciendo a la raza humana. Pero también realiza otros que avergüenzan y lastiman su existencia. Sin embargo, más allá del buen o mal comportamiento, el colosal universo inmutable sigue andando. Aparentemente nada altera su funcionamiento ni organicidad. ¿Será así?
Personalmente diría que no. Y si estoy equivocado, cómo se explica el cambio climático, las inundaciones, tsunamis, terremotos, etc. Esta breve introducción presenta varios indicadores que evidencian lo catastrófico que podría ser el planeta de continuar de esta manera. Pero claro, no solo la naturaleza y el universo juegan en este feroz caos. Aquí también tenemos que hablar del hombre y su extraño comportamiento.
Para comenzar y que se entienda de la forma que anhelo, podríamos aplicar aquello de que "todo estímulo genera una respuesta", algo que el hombre parece olvidar con frecuencia.
Intentaré demostrarlo comenzando con la física (segunda ley de Newton. Relaciona la fuerza aplicada con la aceleración del objeto. Ley de Hooke. Describe la relación entre la fuerza y la deformación de un resorte). O la química (Ley de Hess). Relación entre la energía liberada o absorbida en una reacción química y la energía liberada o absorbida en las reacciones individuales que la componen).Y así podemos continuar con la biología, neurociencia, psicología, fisiología o historia de la humanidad, donde encontramos de igual manera su expresión y conclusión.
¿Qué insinúo? Como una obligación muestro como los humanos, conocedores de leyes básicas, hacen caso omiso y realizan o usan los conocimientos para dañar o destruir lo que la naturaleza sabiamente construye. Y llegamos al punto buscado. "El comienzo de la vida humana". Su iniciación es de un altísimo misterio y complejidad, imposible intentar resumir en pocas palabras sus aspectos biológicos, fisiológicos y estructuras neuro funcionales. Que de todas maneras nos adelantamos diciendo que es la mayor perfección que brilla bajo la luz del sol. Aunque con pena hoy enfocaremos el espantoso comportamiento de una "elite" enferma, que en ocasiones se convierte en el mayor depredador sobre la tierra.
El creer que destruir "el sano curso de la vida" y "convertirlo en muerte" es un hecho y un derecho marcado por la ley, comete un doble y grave error. Por un lado, se convierte en asesino, y por otra, viola el juramento Hipocrático que lo garantizó como médico. Por lo tanto, trabajar denodadamente por su protección y promoción. No asumirlo, es partir del peor y más cruel práctica, malogrando su misión de curar, por un infame y avaro agente (gratis no lo hace nunca).
La cuestión no está terminada, más bien el drama comienza tras cometer tan imperdonable homicidio. Es un tema de enorme y compleja realidad que involucra aspectos éticos, legales, médicos, humanos y personales.
Por eso este tipo de crimen adquiere tan relevante como agravantes ribetes. Se quita la vida a un ser humano indefenso, sin cargos ni culpas. Su pecado es intentar nacer y ser. (Ver la película: El grito silencioso). Pensando en el "agresor estímulo", puede apreciarse en el documental cómo él bebe intenta huir del mortífero aparato que indefectible lo destruye por partes hasta lograr su completa disolución. Es desgarrador, pero tan real la maniobra como crueldad posea su efector.
Lo increíble de esto es la forma en que gobiernos populistas de izquierda lograron promulgar ley 27.610 tan perversa, como lo fue el de Alberto Fernández, que bajo el lema "por un aborto legal, seguro y gratuito" lo estableció en todo el ámbito de la República Argentina. Momento ideal para que salieran a manifestarse verdaderas hordas de feministas, destruyendo todo cuanto con lo moral se relacione. Esta realidad la vivimos en completo silencio, cual cómplice que escondió sus valores hasta tanto lleguen tiempos mejores. ¿Y la conciencia donde quedó?
El mejor homenaje en este día es la solidaridad con todos, pero sobre manera con las embarazadas. Y el alegre auspicio, bendecido y merecido premio de un hijo, de un "Niño por nacer". íAleluya, aleluya! íAmén! (José A. Menéndez).