En varias oportunidades hemos analizado las características geológicas de la provincia de Jujuy, su clima en el pasado, los fenómenos geomorfológicos ocurridos y el asentamiento de la población en diferentes regiones, especialmente en la Quebrada de Humahuaca.
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En varias oportunidades hemos analizado las características geológicas de la provincia de Jujuy, su clima en el pasado, los fenómenos geomorfológicos ocurridos y el asentamiento de la población en diferentes regiones, especialmente en la Quebrada de Humahuaca.
En los últimos tiempos también hemos abordado el cambio climático global, un fenómeno que afecta a los animales, vegetación, superficie terrestre, cuerpos de agua y en consecuencia a la humanidad de todo el planeta.
Este año, como todos los años, parece que nos sorprenden las lluvias, en realidad no debería ser así, porque las precipitaciones abundantes han provocado históricamente problemas en la población ya sea por inundaciones, deslizamientos y los conocidos flujos de barro y piedras, especialmente en la cuenca del río Grande.
Estos fenómenos no solo persisten, sino que, como consecuencia del cambio climático global, sus efectos son cada vez más intensos, en consecuencia aumentan los riesgos en la población.
En realidad los problemas geomorfológicos se hacen más evidentes con el crecimiento de la población y asentamientos en zonas vulnerables sin una adecuada planificación territorial.
Los estudios geológicos de detalle son importantes para una correcta gestión del territorio, permitiendo identificar áreas de riesgo y evitar construcciones en las márgenes de ríos o arroyos, faldeos de serranías, terrazas fluviales y conos aluviales.
Desde la geología hubo aportes sobre el conocimiento de los riesgos geológicos para que hubiera prevención, particularmente de los asentamientos, sin embargo, no siempre han sido tenidos en cuenta.
Nunca hubo una planificación integral para regular, por ejemplo los asentamientos en la cuenca del río Grande. Los problemas que ocurren como consecuencia de lluvias torrenciales, no son responsabilidad exclusiva de un gobierno provincial o municipal, es un problema de todas las administraciones que pasaron por la provincia. Porque la tendencia ha sido resolver emergencias de manera puntual, o realizar trabajos que sirvan durante el periodo de gestión de un gobierno. Sin abordar soluciones de fondo ni diseñar políticas a largo plazo.
En el caso de asentamientos precarios, pareciera no existir una institución responsable de regularlos, por ejemplo surgen en las márgenes de ríos, arroyos o flancos de serranías, nadie interviene desde el Estado y después de algún modo obtienen servicios básicos. Sin embargo, cuando se generan inundaciones, deslizamiento o flujos de barro, instituciones de diferentes áreas, por ejemplo bomberos, Recursos Hídricos, Vialidad, entre otros, deben intervenir de urgencia.
Durante la época colonial, los españoles aplicaban una planificación estructurada, diseñaban la ubicación de calles, plazas, edificios públicos, sin embargo, con el paso del tiempo, hubo crecimiento demográfico y en muchos casos, la permisividad política, los asentamientos desbordaron la capacidad de control de las autoridades. Hoy, revertir esta situación es extremadamente difícil.
A esto se suma que muchas obras civiles, como puentes, rutas y sistemas de alcantarillado, han generado problemas adicionales al modificar el curso natural del agua, dejando incluso algunas poblaciones por debajo del nivel de los ríos cercanos.
Como consecuencia de lluvias cada vez más intensas debido al cambio climático global sería necesario por ejemplo, ampliar canales, modificar puentes y reubicar asentamientos en zonas de menor riesgo. Sin embargo, esta tarea sería casi imposible en un país con recursos económicos limitados y otras prioridades.
Las lluvias intensas no deberían sorprendernos. Los efectos que hoy presenciamos y los que podrían ser mucho más intensos en el futuro, han ocurrido durante millones de años.
Desde la geología, el paisaje de la cuenca del río Grande revela con claridad los procesos que han moldeado la región y los riesgos que enfrentamos, la clave está en aprender de ellos y actuar con previsión.